LOS HECHOS
El triunfo del izquierdista Gabriel Boric en las elecciones presidenciales del pasado domingo 19 de la mano de una alianza con el Partido Comunista de Chile (PCCH) ha reabierto las heridas nunca bien cicatrizadas del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 y la muerte del presidente socialista Salvador Allende.
Chile nuevamente parece haberse dividido en dos bandos irreconciliables: izquierda y derecha, socialismo y capitalismo neoliberal, con el agregado de la creciente violencia separatista de los mapuches.
En esta realidad alterada que hoy vive Chile, la aparición en YouTube de un vídeo del supuesto grupo terrorista Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) causó sorpresa y preocupación ante la posibilidad de un resurgir de la violencia política.
HACIENDO MEMORIA
El FPMR fue, en la década de 1980, el brazo armado del PCCH para implementar su “Política de Rebelión Popular de Masas” contra el gobierno de facto encabezado por el general Augusto Pinochet Ugarte.
La organización terrorista tomó su nombre de un héroe de la independencia chilena de España en el siglo XIX.
Sus miembros eran cuadros seleccionados del Partido Comunista que habían recibido instrucción militar en Cuba, primero en las instalaciones de “Punto Cero” y otros centros PETI (Preparación Especial de Tropas Irregulares) y luego en la Escuela Militar Camilo Cienfuegos, y habrían adquirido experiencia de combate luchando en las filas del Frente Sandinista de Liberación Nacional, en Nicaragua, enfrentando a las guerrillas de los “Contras”, apoyados por la CIA estadounidense.
Algunas de sus operaciones más importantes fueron las siguientes:
El FPMR inició su actividad terrorista del 14 de diciembre de 1983 provocando un apagón eléctrico que sumió en la oscuridad a la zona central de Chile.
En tres oportunidades entre el 24 de mayo y el 20 de julio de 1986, barcos cubanos anclados frente a las costas chilenas pero fuera de las 200 millas trasbordaron a pesqueros del FPMR un total aproximado de ochenta toneladas que se descargaron en la zona de Carrizal Bajo.
Las armas de fabricación estadounidense formaban parte de los arsenales de la base americana de Da Nang capturada por la fuerzas del Vietcong antes de ser dinamitadas, una década antes.
Los integrantes del FPMR ocultaron las armas en socavones mineros donde pronto las capturaron efectivos del Ejército y Carabineros de Chile. Las armas decomisadas comprendían 3.531 carabinas M 16, 300 lanzacohetes, alrededor de 2.000 granadas de mano, decenas de ametralladoras pesadas y toneladas de explosivos, valuados en aproximadamente treinta millones de dólares. Finalmente estas armas y otros equipos capturados fueron destruidos por el gobierno militar.
El 7 de septiembre de 1986, el FPMR lanzó un ataque en gran escala con el objetivo de terminar con la vida del general Pinochet. El atentado fue pomposamente denominado “Operación Siglo XX” y estuvo comandada por José Joaquín Valenzuela Levi, conocido como “Comandante Ernesto” (entrenado en Cuba y Bulgaria) y Cecilia Magni, la “Comandante Tamara”.
Ese día la columna de cinco vehículos y dos motociclistas que trasladaba al mandatario chileno desde la ciudad de Santiago hasta el pueblo de El Melocotón donde este tenía una vivienda de descanso, fue atacada por una veintena de terroristas armados con carabinas M 16 y lanzacohetes M72LAW. Aunque en el ataque murieron cinco custodios de Pinochet este solo recibió una herida leve en una mano. La operación fu un rotundo fracaso.
Después de estos reveses y cuando Chile comenzó su lento proceso d transición hacia la democracia, en 1987, el Partido Comunista decidió abandonar la lucha armada.
No obstante, un grupo de “rodriguistas” se negó a abandonar las armas generando una escisión en el PCCH. Así nació el FPMR/AUTÓMO que siguió luchando con la asistencia financiera, militar y política de Cuba.
En el lanzamiento de la nueva campaña (octubre de 1988) el líder de la banda terrorista, Raúl Pellegrin Friedmann, perdió la vida tras la toma del pueblo de “Los Queñes”. Su muerte, sumada a la de Cecilia Magni que lo acompañaba, significó un duro revés para los terroristas. Su reemplazo al mando del FPMR/AUTÓNOMO fue Galvarino Apablaza secundado en la comandancia por Juan Gutiérrez Fischmann y Mauricio Hernández Norambuena.
Con la llegada de la democracia a Chile en marzo de 1990, el FPMR/AUTÓNOMO redujo la intensidad de sus ataques. Luego del asesinato del senador de la UDI Jaim Guzmán Errázuriz (1° de abril de 1991) y dl secuestro de Cristián Edwards -hijo del empresario Agustín Edwards, propietario del diario El Mercurio (9 de septiembre de 1991), cesó sus operaciones militares hasta 1996. “En todas las instancias de la investigación se comprobó que Cuba estuvo siempre detrás de todas las operaciones militares”, afirma Juan Bautista “Tata” Yofre.
Galvarino Sergio Apablaza volvió a Cuba a mediados de los años 90, dejó a las hijas de su primer matrimonio estudiando en La abana y se instaló en la localidad bonaerense de Moreno, en Argentina, bajo el nombre de Héctor Daniel Mondaca. En Argentina, se casó con la escritora chilena Paula Chahin Anania, quién fue empleada de la Secretaría d Medios de la Presidencia durante los tres primeros gobiernos kirchneristas.
El 29 de noviembre de 2004 personal d la Policía Federal Argentina asignado al Departamento Interpol detuvieron a Galvarino Apablaza. Los gobiernos chilenos del socialista Ricardo Lagos y del liberal Sebastián Piñera solicitaron su extradición pero el gobierno kirchnerista no sólo se negó sino que le otorgó el status de “refugiado político”. En 2017, el gobierno de Mauricio Macri suprimió este beneficio aunque sin proceder a extraditarlo. En febrero de 2020, en oportunidad de que el presidente Alberto Fernández viajara a París, la abogada Sophie Thonon de la Asociación France – Amerique Latine y el asesor presidencial ad-honorem, el chileno Marco Enríquez Ominani, del Grupo Puebla, hicieron gestiones para que el presidente argentino restablezca se beneficio al terrorista trasandino que continúa viviendo en Argentina.
EL VÍDEO
El vídeo que motiva este artículo fue grabado el 19 de diciembre pasado, tras conocerse el triunfo del candidato Gabriel Boric. Tiene una duración de casi cinco minutos. En él un supuesto terrorista vestido con uniforme verde oliva de combate, con el rostro cubierto y luciendo al cuello un pañuelo rojo con el logo del grupo terrorista lee un comunicado de cinco puntos que en sus aspectos principales declara y reclama los siguiente:
Que Gabriel Boric representa el mal menor y expresa el voto antifascista.
Reivindica el estallido social de 2019.
Exige la refundación de Carabineros de Chile como fuerza responsable de la represión en esa ocasión.
Que Boric necesitará el poder del “pueblo feminista de clases” en las calles para enfrentar la instalación del fascismo en el Congreso.
El programa de gobierno de Boric lo coloca en el mismo cauce de los gobiernos de la ex Concertación al servicio de los grandes empresario y la oligarquía imperialista y por lo tanto lo debe modificar poniéndolo al servicio del pueblo o enfrentar el activismo del pueblo en las calles.
Llama a formar un bloque antifascista en todo el país que emplee todos los medios disponibles para frenar al fascismo, ya que a este no se lo combate electoralmente.
Finaliza con la exhortación de “Hasta vencer o morir” (una burda copia del castrista “Patria o Muerte”) y firma como “Dirección Nacional del FPMR.
CONCLUSIONES
La aparición de este vídeo en el momento actual despierta muchas dudas sobre si es real y quien lo produjo.
La gran duda es si la organización es FPMR ligado al PCCH que hoy forma parte de la alianza gubernamental “Apruebo Dignidad” o del secesionista FPMR/AUTÓNOMO apoyado por Cuba.
Si se trata de una nueva organización que asume un nombre histórico sería útil conocer en quién se referencia y cuál es su posición frente a la lucha armada.
Cabe observar que tanto la bandera del FPMR que sirve de fondo al vídeo como el uniforme del terrorista que lee la declaración lucen extremadamente nuevos sin desgaste ni decoloraciones por el uso.
Aunque por el momento todo parece indicar que el vídeo constituye tan solo una bien elaborada provocación destinada a incrementar los antagonismos que hoy dividen a los chilenos.