Los comicios denominados PASO, una gran primaria de todos los partidos políticos, se han transformado en Argentina en un ensayo de las elecciones legislativas de medio término que tendrán lugar recién en el mes de octubre.
Allí sólo podrán participar los partidos y frentes electorales que en estas PASO superen el 1,5% de los votos válidos (positivos más blancos).
Las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias que hoy se llevan a cabo en el país para determinar quiénes serán los candidatos que competirán en las elecciones nacionales de octubre se ha transformado en una suerte de gran encuesta preelectoral.
En las boletas de las PASO habrá candidatos a diputados nacionales en todas las provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), donde se renovarán en octubre 127 diputados. Y en ocho provincias se votarán también los candidatos a senadores nacionales, ya que en octubre se renovarán 24 senadores.
Además, se elegirán legisladores provinciales y concejales para renovar la mitad de los congresos provinciales y de los consejos deliberantes municipales.
Según la Cámara Nacional Electoral, están habilitados para votar 33.104.626 personas, que podrán hacerlo en 14.434 establecimientos, entre las 8 y las 18 horas.
Las elecciones PASO se realizan desde el año 2009, por una reforma electoral que impuso el Kirchnerismo entonces en el poder. Pero, actualmente esta modalidad de comicios internos está siendo fuertemente cuestionada porque la mayoría de los partidos presentan solo una lista única, por el alto costo para el Estado y por la fatiga que provoca en el electorado tantos días de campaña electoral y la necesidad de concurrir a votar dos veces en el año.
En esta ocasión las PASO y luego las elecciones legislativas presentarán una curiosidad por primera vez no hay ningún partido nacional que se presente con la sigla en los veinticuatro distritos. El peronismo fragmentado y sin una real conducción nacional se presenta en cada distrito con nombre y siglas propios y en los que se presenta como Partido Justicialista en realidad expresa una realidad provincial y no nacional.
El Frente Para la Victoria, la alianza electoral que obtuvo la mayor cantidad de votos en la primera ronda de los comicios nacionales de 2015 se ha disuelto.
La ex presidente Cristina Fernández de Kirchner que, junto con su esposo condujeron al peronismo y a los destinos del país durante doce años, se presenta como candidata a senadora de una nueva alianza electoral, la Unidad Ciudadana, del cual no participa formalmente el peronismo, aunque si lo hagan algunos dirigentes peronistas a título individual.
La Unión Cívica Radical, el partido más antiguo y con mayor presencia territorial del país, también sufre una crisis de liderazgo y se presenta fragmentado en diversas corrientes provinciales e incluso municipales “Cambiemos”. En algunas provincias concurre formando parte de la alianza gobernante y en otros distritos (provincia de Santa Fe y CABA) lo hace compitiendo contra “Cambiemos”.
El partido del presidente Mauricio Macri, el PRO, intenta transformarse en un partido nacional. Desde su triunfo en las elecciones nacionales de 2015, el PRO como partido ha crecido mucho. Se ha constituido en provincias y municipios donde no tenía representación y se ha fortalecido considerablemente en donde ya estaba instalado. En algunos casos ese crecimiento fue de la mano de la cooptación de dirigentes vecinalistas e incluso algunos desprendimientos del peronismo y del radicalismo.
En estas elecciones el PRO presentó un mayor número de listas y candidatos propios que en 2015.
La gran incógnita es que ocurrirá en la estratégica provincia de Buenos Aires donde se ubica el 40% del padrón electoral. Allí precisamente compite como candidata a senadora la ex presidente Cristina Kirchner. Desde la oficialización de su candidatura la mayor parte de las encuestas la daban ganando la elección, aunque por escaso margen. Sin embargo, la última semana comenzó a filtrarse otra versión que atribuía a los llamados “indecisos”, es decir, que los votantes que no definen su voto hasta llegar al cuarto oscuro, la posibilidad de que la alianza Cambiemos finalmente se imponga en la categoría de senadores en la provincia.
De todas formas, las encuestas en Argentina, no se caracterizan por ser realizadas en forma profesional e imparcial, más bien son un recurso más del marketing político destinado a orientar la opinión de los votantes más que a conocerla.
Por lo tanto, habrá que esperar hasta la medianoche de hoy domingo para conocer al ganador de los comicios en la provincia de Buenos Aires.
Pero, el presidente Macri y sus seguidores pueden esperar esos resultados con cierto optimismo. De todas formas, cabe recordar que estos comicios constituyen tan solo un ensayo y que la voluntad de los electores puede modificarse para el mes de octubre.