La visita de Milei a Ayuso no puede calificarse como otra cosa que un espectáculo grotesco, pero no es inocua políticamente. Nuestros lazos con Argentina van más lejos y tienen más profundidad que este intento de llevarnos al teatrillo sin quererlo.
Cuando se ríen de la democracia se ríen de ti
En el transatlántico Victoria Eugenia, propiedad de la Compañía Transatlántica Española (CTE) y casualmente botado en la misma fecha que el trágico Titanic (1912), llegaron mis abuelos al puerto de La Boca en Buenos Aires. Este lugar, junto Puerto Madero, era entrada de los emigrantes europeos, actualmente es un rincón turístico, lleno de casas de colores, tiendas de souvenirs e improvisados tanguistas con trajes raídos, dispuestos a que te fotografíes con ellos. Desde allí, fueron trasladados a la Casa de Emigrantes, donde los agentes de inmigración les hicieron numerosas preguntas y revisiones sanitarias para evitar que acompañando a los emigrantes entraran epidemias o plagas como pulgas, chinches o piojos. Tras esta inspección, se les pregunto sobre alojamiento y trabajo posible, les indicaron a qué escuela debían presentar a los niños al día siguiente y así como el dispensario médico que les correspondía.
Argentina era entonces un país moderno y ejemplar para los españoles con una buena provisión de garantías sociales y oportunidades de prosperidad, por eso hicieron esa larga travesía buscando una nueva vida y el éxito que su patria les negaba. En parte porque España estaba anclada en un pasado al que sus gobernantes no le ponían peros sin darse cuenta de que aquellos españoles se morían de pena y hambre.
Hoy vivimos en el limbo político donde quienes nos gobiernan parece preocuparles poco o nada la educación de los niños, emigrantes o nacionales, los centros sanitarios, el trabajo o la vivienda. Están más pendientes de que la música del tango suene fuerte y poder bailar con “libertad” por la pista, esperando el estruendoso y cerrado aplauso de una concurrencia complacida y complaciente. Para ellos, “destino” es solo una bella palabra para incluir en una canción. Les es bella por su rima fácil y sonora, lo hace con pepino y comino que realmente describe lo que les preocupan la solución de los problemas ciudadanos.
En la República Argentina ha habido presidentes buenos, malos y algunos terroríficos. En la Comunidad de Madrid también ha habido dirigentes de todo tipo. ¡Qué carajo, Madrid no es un buen territorio para la política! Está demostrado “Carajo” es una expresión que usaba mucho mi abuelo, y también mi padre, que nació junto al Parque Avellaneda en Buenos Aires. Isabel Díaz Ayuso, dudo sepa de lo más esencial, de cómo realmente esta forjadas las relaciones reales entre el pueblo español y el argentino. Su superficialidad es tal que no le importa jugar con los sentimientos de los pueblos, lo mismo que a Milei cree que llevar los pelos como San Martin le convierte en “Libertador”. Todo es política espectáculo, en teatro del absurdo.
En un mundo normal, concluiríamos que Javier Milei es un “piantao” (en lunfardo loco) e Isabel Díaz Ayuso podría ser calificada de “pastenaca” (que traduciríamos como majadera, boba, o boluda). Me quedo con los clásicos, como decía Vicente del Bosque: ” El que es gilipollas español, es gilipollas español; y el que es un tío majo extranjero …“
El quid de esta historia no son estos dos personajes exagerados y caricaturescos, sino quienes ríen sus locuras, las aplauden, los critican desde sus columnas de mármol o, como yo, desde esta modesta columna digital. Con lo que está pasando en el mundo, centrar la atención en estos personajes tiene mandanga.
Me pregunto cómo se ha dejado que se produjera una crisis de relación institucional entre los gobiernos de dos pueblos hermanos. Todo iniciado por unas torpes y poco graciosas declaraciones de un ministro que encuentra más razón de ser en escribir ocurrencias en Twitter que en resolver problemas de movilidad, como los retrasos reiterados en los trenes de cercanías o asumir responsabilidades por que RENFE vaya a reducir el pago de compensaciones por retrasos que paulatinamente van aumentando. Eso debe ser vieja política.
También hay que preguntarse, las razones por las que el PP, tanto su dirigencia nacional como sus líderes regionales, ríen, jalean o ahora callan ante las ocurrencias de esta aprendiz de “Evita”, alejándose del electorado centrista que es el que necesita el líder del PP para ser mayoría. Les faltan votantes más partidarios de políticas moderadas que del espectáculo de los eslóganes de la periclitada caverna ultraliberal. Las elecciones se ganan con el voto de la mayoría, no de una fracción de la población profundamente ideologizada. Ese “madriñelismo” verbenero y prepotente de Díaz Ayuso aleja cada vez más a Feijoo y a su equipo de la Moncloa.
Milei y Ayuso reflejan una política que parece haber seducido a los que se consideran complacidos con el liberalismo ultraortodoxo, creyendo que defendiendo a políticos que proclaman el menos Estado efectivamente están haciendo un canto a la libertad. Sin embargo, no creo que realmente el PP, por muy influido que esté por el pensamiento ultraliberal, pueda mantener este discurso electoralmente si quiere ganar.
También hay que preguntarse por qué algunos dirigentes del gobierno han buscado el enfrentamiento con esta pareja de tanguistas, esperando un rédito electoral. Están alimentando a una hidra que acabará devorando al propio gobierno y a su presidente más pronto que tarde. Aunque para eso antes, sin duda, dará buena cuenta de los moderados y tibios de sus propios compañeros de partido.
Ahora bien, los tiempos políticos se han acortado, la emergencia y la caída de los liderazgos políticos están condicionados a multitud de circunstancias imprevisibles y todo es más rápido de lo que estratégicamente se piensa. Lo preocupante es que no sé repare y se sea consciente que el esperpéntico Milei no es un fenómeno casual e intrascendente.
Milei es la consecuencia de un progresivo deterioro de la democracia argentina. Los más de 12 años de kirchnerismo, no hay que llevarse a equívocos, fue una dura prueba para el sistema político argentino derivando hacia un populismo personalista, que ha vacunado a los argentinos del de Milei. El experimento frustrado de Macri intentando regenerar el régimen desde la derecha política poco sirvió, lo mismo que los vanos esfuerzos de Fernández de querer demostrar un imposible, que podía será algo diferente a Cristina Kirchner. Milei es la consecuencia enloquecida de toda una secuencia de fracasos políticos.
Cuando la política ha dejado de servir, como apuntaba ese Aristóteles argentino que fue Borges “El futuro no es una página en blanco, es una fe de erratas.” Eso es lo que han debido de pensar los argentinos que votaron a este “piantao” que puede terminar siendo un gran borrón más y una nueva frustración en la frágil democracia argentina.
Es por lo que no es recomendable jugar con cosas tan delicadas como la democracia, aunque se a ritmo de tango.
(Pincha y escucha)
Las tardecitas de Buenos Aires tienen ese, qué sé yo, ¿viste?
Salís de tu casa por Arenales
Lo de siempre, en la calle y en vos
Cuando de repente, de atrás de un árbol, me aparezco yo
Mezcla rara de penúltimo linyera
Y de primer polizonte en el viaje a Venus
Medio melón en la cabeza
Las rayas de la camisa pintadas en la piel
Dos medias suelas clavadas en los pies
Y una banderita de “Taxi Libre” levantada en cada mano
¡Te reís! pero solo vos me ves
Porque los maniquíes me guiñan
Los semáforos me dan tres luces celestes
Y las naranjas del frutero de la esquina me tiran azahares
¡Vení! que así, medio bailando y medio volando
Me saco el melón para saludarte, te regalo una banderita y te digo
Ya sé que estoy pianta’o, pianta’o, pianta’o
No ves que va la luna rodando por Calla’o
Que un corso de astronautas y niños, con un vals
Me baila alrededor… ¡Bailá, vení, volá!
Ya sé que estoy pianta’o, pianta’o, pianta’o
Yo miro a Buenos Aires del nido de un gorrión
Y a vos te vi tan triste, ¡vení, volá, sentí!
El loco berretín que tengo para vos
¡Loco, loco, loco!
Cuando anochezca en tu porteña soledad
Por la ribera de tu sábana vendré
Con un poema y un trombón
A desvelarte el corazón
¡Loco, loco, loco!, ¡loco!
Como un acróbata demente, saltaré
Sobre el abismo de tu escote, hasta sentir
Que enloquecí tu corazón de libertad
¡Ya vas a ver!
Salgamos a volar, querida mía
Subite a mi ilusión super-sport
Y vamos a correr por las cornisas
Con una golondrina en el motor
De Vieytes nos aplauden: “¡viva, viva!”
Los locos que inventaron el amor
Y un ángel y un soldado y una niña
Nos dan un valsecito bailador
Nos sale a saludar la gente linda
Y loco, pero, pero tuyo ¡qué sé yo!
Provoco campanarios con la risa
Y al fin, te miro, y canto a media voz
Quéreme así, pianta’o, pianta’o, pianta’o
Trepate a esta ternura de locos que hay en mí
Pónete esta peluca de alondras, y volá
¡Volá conmigo, ya! ¡Vení, volá, vení!
Quéreme así, pianta’o, pianta’o, pianta’o
Abrite los amores que vamos a intentar
La mágica locura total de revivir
¡Vení, volá, vení! ¡larai-rarai-rará!
¡Viva! ¡viva, viva!
¡Locos, locos, locos!, ¡todos locos!, ¡locos!
¡Loca ella y loco yo!
¡Loca ella y loco él! ¡Locos los dos!
Compositores: Astor Pantaleón Piazzolla, Horacio Ferrer
Discussion about this post