El 10 de diciembre de 2015, un gobierno elegido por la gente en forma sorpresiva daba una luz de esperanza para solucionar los males argentinos. Ese día, un político que representaba una corriente de pensamiento nueva y radicalmente opuesta a los enfoques tradicionales, asumió la presidencia al frente de una coalición de 3 partidos, los cuales le proporcionarían la plataforma y el sustento para gobernar la Argentina.
Hoy, 4 años después de aquel momento, nuevamente los fantasmas del pasado amenazan volver con los mismos postulados y viejas recetas. El país se debate entre la culpa, la incomprensión, promesas no cumplidas y el desaliento. ¿Qué hay de cierto en todo esto? ¿Cuál es el verdadero motivo del aparente yerro de Mauricio Macri? A continuación, trataré de desarrollar en forma objetiva lo que a mi juicio son errores y aciertos del actual gobierno, pretendiendo sacar alguna conclusión con relación a su eventual fracaso. Evaluaremos distintos hechos y medidas que considero son fundamentales a la hora de emitir un juicio sobre la actual administración, tratando de catalogarlas desde el punto de vista político y de gestión
Economía – Etapa 1
Gradualismo
El gradualismo es para muchos “el pecado original de Macri”. Al momento de hacerse cargo del gobierno, el presidente consideró que estaban dadas las condiciones para comenzar una transformación lenta pero constante. En aras de conseguir dicho objetivo, tomó medidas para racionalizar la economía, mejorar la infraestructura, fortalecer la democracia y encauzar la situación social.
Es así como redujo la emisión sin respaldo, eliminó algunos rituales populistas que atentaban contra la democracia ( entre otros, promovió el aliento a la libertad de prensa, la apertura de los medios públicos a todo el arco político, la decisión de dar debates en el Congreso Nacional donde se carecía de mayorías propias etc.), liberalizó la economía permitiendo así el ingreso de productos necesarios para el desarrollo tecnológico y productivo, dejó flotar el tipo de cambio agregando transparencia y fluidez al desenvolvimiento económico, comenzó a desarrollar importantes obras de infraestructura y fortaleció las prestaciones sociales, mejorando así los subsidios e intentando poner orden y equidad en el intrincado sistema jubilatorio argentino. Estas acciones, fueron acompañadas por una baja de la carga impositiva y un incipiente ajuste en el gasto público a través de la recomposición de tarifas, incluyendo además en este punto el arreglo definitivo con los hold outs de la última reestructuración de deuda. Se inició, además, una campaña para eliminar la corrupción en el ámbito estatal y devolver confiabilidad a los datos generados por el INDEC, los cuales habían sido severamente distorsionados por la gestión anterior.
Todas estas medidas se basaban en el supuesto de que el mundo financiaría la transición, especialmente de la mano de tasas bajas, excesos de liquidez a nivel internacional e interesantes rendimientos financieros en la plaza local. Los problemas comenzaron a partir de la mencionada evaluación, que a la postre resultó errónea.
Mauricio Macri y su equipo habían concluido que, la presencia de un empresario y político exitoso de corte liberal tomando las riendas del Estado, sería más que suficiente para alentar el apoyo de los mercados a cualquier plan estabilizador y de desarrollo. Se sumaba a esto el hecho casi milagroso de haber derrotado al peronismo en las urnas, si bien por una exigua diferencia.
Por casi dos años este proceso funcionó de acuerdo con lo esperado, inclusive permitiendo que el gobierno gane las elecciones de medio término en forma holgada. Sin embargo, algo había surgido en el plano internacional que finalmente alteraría los planes: Donald Trump.
El 20 de enero de 2017, el 45avo presidente de los Estados Unidos asumió su cargo y cambió radicalmente la escena internacional. A una incipiente suba de tasas, se sumó el planteo del presidente Trump con relación a los desequilibrios comerciales sufridos por los Estados Unidos con relación a sus aliados y socios comerciales. Si bien apuntó a Alemania, Canadá y México, el principal destinatario de su diatriba fue China. A partir de allí comenzó a desarrollarse una guerra comercial que aún hoy continúa, con consecuencias imprevisibles para el comercio mundial y las principales economías del planeta
Ante la fragilidad de la situación, los inversores comenzaron a abandonar los mercados emergentes en un fly to quality, agravándose el proceso en Argentina por una actitud del Congreso cada vez más hostil (pretendían retrotraer las tarifas a valores de un año atrás) y torpezas propias del gobierno en su política monetaria y cambiaria. (utilización de un esquema de metas de inflación en lugar de control de los agregados monetarios). Finalmente, y no menos importante, Argentina sufrió graves contingencias climáticas que privaron al país de una cantidad considerable de recursos.
A partir del contexto mencionado, a mediados de 2018 se produjo una crisis cambiaria que llevó al dólar estadounidense a más que duplicar su valor. En este punto es donde la tesis gradualista trajo las consecuencias mas graves, ya que simultáneamente con el retiro de capitales, las tasas de interés se incrementaron drásticamente y el endeudamiento en dólares pasó a representar una carga considerable para el fisco. Todo lo anterior produjo una violenta caída del salario real y desfinanciamiento empresario ante el peso del costo financiero.
El gradualismo, por lo tanto, en combinación con una economía que tendía a liberarse de controles distorsivos, derivó en políticas erróneas, a saber:
Política monetaria
En relación con este punto, el gobierno se basó claramente en la política de Metas de Inflación. A través de este enfoque, el crecimiento de los agregados monetarios debía estar en línea con la inflación esperada, la cual también sería una referencia para el resto de las variables macroeconómicas. Este sistema, que implicaba una reducción paulatina de la tasa de variación de los precios, debía llevar a un nivel de inflación razonable en un tiempo prudencial, evitando de esta forma una posible recesión a causa de la restricción monetaria. Desafortunadamente, esto no ocurrió.
La crisis desatada a causa de los factores externos e internos antes mencionados llevó a que la demanda de dinero cayera significativamente, con el consecuente incremento de la velocidad de circulación del dinero. Este fenómeno incrementó la tasa inflacionaria en un contexto de pérdida de reservas y restricción de la emisión, lo que llevó a un nuevo desajuste de las variables macro.
Política fiscal
En concordancia con el Gradualismo, se pensó en una línea decreciente del gasto público y el déficit fiscal primario. El principal problema que surgió en este sentido fue que la base de la reducción para ambas variables se basó en el ajuste de tarifas. El monumental atraso de estas, producto de décadas de congelamientos y desajustes, hizo que la quita de subsidios y su puesta a tono con la realidad impactara fuertemente en la estructura de costos de las empresas, así como en la ya atribulada economía familiar. El gasto público también se redujo vía racionalización de la administración pública y eliminación de la corruptela imperante en la obra pública, pero los efectos recesivos de estas medidas comenzaron a afectar la economía real
Política cambiaria
La política cambiaria de esta primera etapa apuntó a consolidar el objetivo de transparencia y liberalización de la economía. Al mismo tiempo, se aprovechó el aparente nuevo golpe de confianza para financiar el déficit fiscal con préstamos externos e internos en divisas. Todo esto se instrumentó a través de un mercado de cambios único y libre, el cual, debido a la libre entrada de capitales, deprimió el precio de la divisa. El proceso se exacerbó a causa del carry on trade, o sea el arbitraje entre tasas de interés dólar – pesos. La política cambiaria en Argentina es casi un callejón sin salida en el corto plazo. Eso es debido a que se trata de una economía bi monetaria, donde el precio en pesos argentinos de los productos y servicios depende de la cotización del dólar estadounidense. Por ende, un dólar con precio deprimido sirve de ancla a los precios en pesos, pero al mismo tiempo afecta gravemente la competitividad de una economía de por sí ineficiente.
La situación anteriormente mencionada generó en consecuencia un creciente déficit comercial, que a su vez era cubierto con la entrada de nuevos préstamos necesarios para cubrir obligaciones en divisas. Dos factores adicionales e íntimamente relacionados complicaron aún más la cuestión. La continua emisión de pesos resultante de la compra de divisas por parte del BCRA causó una expansión de la oferta monetaria que, a diferencia de otras oportunidades donde el respaldo en reservas aseguraba la demanda de dinero, comenzó a afectar negativamente la evolución de la tasa de inflación. Esto llevó a que el BCRA se decidiera a practicar una política de absorción de pesos, lo cual tuvo un efecto nefasto. Ante la carencia de instrumentos idóneos para lograr las metas de absorción, el BCRA comenzó a utilizar instrumentos de inversión emitidos por el propio Banco Central. Así se popularizaron las LEBAC, posteriormente reemplazadas por las LELIQ, que pagaban tasas sumamente atractivas pero que retroalimentaban severamente el proceso. Esto comenzó a generar un enorme déficit cuasi fiscal, (pasivos remunerados del BCRA), que se sumó al ya grave y creciente endeudamiento externo, el cual también sumaba costos considerables.
La situación externa del país comenzó a complicarse cada vez más a la luz de los acontecimientos internacionales ya mencionados, lo cual desembocó en una constante fuga de divisas que drenó seriamente las reservas del BCRA. La misma coyuntura internacional y la tradicional desconfianza en Argentina al momento de honrar sus pasivos, también hizo colapsar el crédito externo, siendo la situación cada vez más comprometida. A esto se sumó la acción desesperada del Banco Central para contener el precio de la divisa, ya que la tasa de inflación amenazaba descontrolarse debido al bi monetarismo que hemos hecho referencia. A mediados de 2018 se desató una crisis cambiaria que hizo disparar el precio de la divisa, y llevó al país al borde de la cesación de pagos. Se recurrió entonces al FMI, el cual estructuró en diversas etapas el crédito Stand -by más grande de su historia. La situación quedó bajo control, y a partir de allí se entró en una nueva etapa
Gerenciamiento de la economia real. Apertura de la economía
En línea con todo lo mencionado anteriormente, la economía real debía supuestamente adaptarse a las nuevas condiciones. Se produjo una mayor apertura para permitir la entrada de insumos y productos terminados a precios competitivos, como lo fue el caso de la informática. Además, a través de la apertura mencionada y la baja de subsidios a las tarifas, se obligaba indirectamente a las empresas ( especialmente PYMES), a un grado mayor de competitividad.
Por supuesto que los déficit estructurales seguían afectando a las empresas, que a su vez debían resistir altas tasas de interés y costos laborales perversos. Estos factores, producto de una macro en constante desequilibrio e ideologías incompatibles con un capitalismo moderno, son un grave lastre que las mismas han tenido que soportar, pero desafortunadamente deberían ser consideradas como parte del costo argentino y dentro del punto de equilibrio que define la viabilidad de las mismas, ya que el Estado nada puede hacer en lo inmediato para solucionar el tema en forma idonea y definitiva. El ajuste de las variables Macro lleva necesariamente a sostener una firmeza recaudatoria y disminuir posibles estímulos directos, incluyendo en esto un tipo de cambio adecuado pero no exageradamente alto, contrariamente a lo que ha sido la política económica tradicional en nuestro pais, que ha apuntado a contrarrestar los desajustes mencionados y mantener el empleo a través de permanentes concesiones.
En esta área cabe mencionar también el impulso dado a la actividad agropecuaria y economías regionales, principalmente a través del tipo de cambio y la baja de retenciones. La mineria y el desarrollo de fuentes energéticas para solucionar el acuciante problema de la falta de energía también fue una prioridad, incentivando la inversión en fuentes renovables e impulsando el desarrollo de reservas de gas y petroleo no tradicionales como Vaca Muerta.
ECONOMIA ETAPA 1: POLITICAMENTE CORRECTA- GESTION EN PARTE INCORRECTA
Economía – Etapa 2
Ajuste
Cuando a mediados de 2018 se debió recurrir al FMI, el alivio financiero no llegó sin condiciones. El Fondo Monetario tiene políticas y reglas estrictas, la mayoría de ellas dirigidas a una liberalización de los mercados y racionalización de la economía, pidiendo por lo tanto corregir desbalances fiscales y monetarios en orden a evitar el financiamiento espureo, como es el caso de la emisión descontrolada o préstamos en condiciones desventajosas. El objetivo de estas políticas es también generar una balanza de pagos superavitaria, buscando asi el superavit comercial y logrando generar de esta forma las divisas para financiar el desarrollo sostenido, logrando simultanemente el cumplimiento de los compromisos financieros asumidos.
Estas demandas coincidían en gran parte con lo que el país necesitaba para encarrilar su enconomía, con el agregado que ahora debía hacerlo casi en términos de una condición contractual. Es así como todas las políticas fueron orientadas en esa dirección.
Politica monetaria
El esquema de metas de inflación fue reemplazado por un estricto sistema de control de crecimiento de los agregados monetarios. Se tomó como referencia el crecimiento de la base monetaria, por ser la variable que permitía el mayor control. Se fijó un objetivo de crecimiento Cero, buscando de esta forma frenar la espiral inflacionaria que se estaba generando. Por supuesto, el gobierno ya sabía que si la oferta monetaria se congelaba en medio de un proceso inflacionario y recesivo, las consecuencias sobre el nivel de actividad podían ser nefastas. La política monetaria ,entonces, pasó a representar una clara opción por controlar la inflación y el deterioro de la moneda sobre la búsqueda de recuperar el nivel de actividad en el corto plazo. Se buscaba aplicar el manual tradicional y para eso se designaron nuevos responsables.
En este punto, el gobierno omitió un tema escencial dentro del marco de situación imperante. La moneda nacional de cualquier país posee una utilidad determinada en funcion de los 3 factores básicos que la caracterizan, a saber: instrumento de cambio, unidad de cuenta y reserva de valor. A su vez, estas características estan fuertemente influídas por un tema de expectativas. La cantidad de moneda, aunque determinante frente a la demanda por su mayor o menor disponibilidad, no puede por si sola configurar el elemento de aceptación o rechazo que la misma genera. Es asi como nace el concepto de demanda de dinero, el cual termina en definitiva condicionando cualquier política monetaria.
Es poco lo que puede hacer la autoridad monetaria frente a esta situación. Solo intentar controlar la oferta monetaria y la tasa de interes, factores que pueden hacer más o menos deseable la tenencia de dicha moneda. Sin embargo, la demanda depende como ya hemos dicho, en gran parte de factores extra monetarios y aun extraeconómicos. La ecuación se completa con la velocidad de circulación del dinero, que en todo caso suple la falta de moneda que pueda ser necesaria para ciertas actividades escenciales.
Desafortunadamente, el gobierno de Mauricio Macri no pudo controlar la situacion, siendo desbordado por las expectativas negativas que generó la posible llegada de un gobierno peronista. Cayó asi en el peor de los escenarios: Inflación con recesión, fenómeno conocido con stagflation, económicamente quizás la suma de todos los males.
Cabe aclarar finalmente, que en ambas etapas y como consecuencia de lo mencionado precedentemente, la tasa de interés nominal fue alta y la tasa de interés real positiva, constituyendo en la práctica el cese de otro subsidio a la producción
Política fiscal
A los efectos avanzar con las reformas necesarias en la economía y consolidar la estabilizacion macroeconómica, la política monetaria restrictiva fue acompañada por un saneamiento fiscal acelerado.
Se planteó reducir el deficit fiscal primario a Cero en el año 2019, para lo cual se acentuaron las medidas ya mencionadas y se aumentó la presion fiscal, en especial sobre el comercio exterior. Aquí también el gobierno debió optar por continuar con la paulatina baja de la carga ributaria o dar prioridad al equilibrio fiscal, decidiendo a favor de esto último.
La meta pactada con el fondo monetario era en realidad un déficit fiscal primario de 0.5 % del PBI, pero la necesidad de dar señales tranquilizadoras al mercado llevó a plantearse objetivos más ambiciosos. La consecuencia de estas políticas restrictivas no tardaron en reflejarse en la economía real, que aceleró su proceso recesivo hasta niveles poco habituales, aun para la debilitada economía local. Las variables comenzaron entonces a mostrar cierta respuesta en la dirección buscada, o por lo menos así ocurría hasta las elecciones PASO de agosto de 2019.
El 11 de agosto de 2019, el pueblo argentino manifestó su rechazo a la política de estabilización y saneamiento llevada adelante por Mauricio Macri. Esto produjo de inmediato un nuevo desajuste en todas las variables macro ante un cambio violento de expectativas. Se habilitaron nuevas partidas presupuestarias para contener el mal humor social y debió abandonarse la disciplina fiscal y monetaria. La posible vuelta del populismo generó pánico en los agentes económicos locales e internacionales. Hubo, sin embargo, un intento final de cumplir los acuerdos pactados con el FMI. El déficit fiscal terminó siendo del 0.44% del PBI, dentro de las metas establecidas.
Política cambiaria
Durante la mayor parte de este período, no hubo grandes cambios en relación con el funcionamiento del mercado de divisas, manteniéndose el mismo como único y libre. Sin embargo, la necesidad de respetar las pautas del acuerdo con el Fondo Monetario, dar cierta previsibilidad a los valores del dólar y a su vez evitar la pérdida de reservas, llevó a replantear varias veces el uso de los desembolsos otorgados por el FMI. De esta manera, se pasó de la no intervención en el mercado de cambios a sucesivos esquemas de “flotación sucia”. A su vez, el grueso de los recursos fueron utilizados para financiar el déficit del tesoro y fortalecer las reservas del BCRA.
Desde principios de 2019, la evolución del tipo de cambio en el país había sido hacia el alza pero en forma progresiva y acompañando el proceso inflacionario. El crecimiento de los precios había comenzado a atenuarse de la mano de la astringencia monetaria, el proceso recesivo resultante y una disminución en el ajuste de las tarifas de los servicios públicos. Todo esto también descontaba un horizonte político previsible, con la continuidad del gobierno de Cambiemos y su proceso de reformas. Desafortunadamente esto no ocurrió.
El 11 de agosto de 2019, el gobierno de Macri perdió las PASO, y las necesidades políticas y financieras resultantes llevaron finalmente al control de cambios. La tensión electoral, las exigencias de una oposición que ya se veía como gobierno y la sobre demanda de dólares, obligaron a ir cerrando paulatinamente el mercado cambiario ante la pérdida irrefrenable de divisas.
Gerenciamiento de la economía real. Apertura de la economía
La necesidad de ordenar las variables macro se planteó como clara prioridad en esta etapa. La feroz stagflation que caracterizó a este período tuvo como víctima principal a los agentes productivos, que vieron disminuir severamente su nivel de actividad y por ende su capacidad de supervivencia. El nivel de ayuda directa planteado por el Estado a lo largo de este período, e incluso el anterior, no pasó de moratorias, facilidades impositivas y créditos de fomento a la industria, ninguno de los cuales tenía la posibilidad de contrarrestar por si mismo el efecto devastador de la caída de la demanda y la suba de costos internos. Es obvio que una política de saneamiento generalizado iba a terminar afectando a los eslabones más débiles, claramente la ineficiente PYME nacional cuya virtud básica ha sido dar empleo.
Es bueno destacar, por otro lado, que un tipo de cambio competitivo y acciones diplomáticas muy acertadas, llevaron a dar un dinamismo inusitado a nuestras exportaciones, lográndose en esta etapa un superávit comercial vigoroso que aún hoy se mantiene.
Como sucedió con el resto de las políticas mencionadas precedentemente, todo cambió abruptamente a partir del 11 de agosto de 2019, intentando el gobierno proporcionar algún alivio temporario a pocos meses de las elecciones. Sabemos que no alcanzó, pero también es una incógnita si las acciones de las nuevas autoridades en un marco de descontrol macro, serán suficiente para revertir el cuadro.
ECONOMIA ETAPA 2: POLITICAMENTE INCORRECTA – GESTION CORRECTA
Política exterior
Es indudable, al menos para el que desarrolla este análisis, que la política exterior de Cambiemos ha sido uno de los mayores logros de esta administración.
Desde un comienzo, la acción de la diplomacia argentina estuvo dirigida a dos objetivos concretos. El primero fue introducirnos al mundo de las naciones desarrolladas- queremos volver a ser parte del mundo-. Sin dejar de fortalecer los bloques regionales como el Mercosur, se posicionó a la Argentina del lado de las potencias centrales, compartiendo al respecto las políticas e ideologías defendidas por ellas. Es asi que nuestro país se sumo a la lucha contra el terrorismo, las políticas de género, la condena internacional a Venezuela- Grupo de Lima- y practicó un acercamiento con cada uno de los países integrantes de ese particular conjunto.
Como resultado de estas acciones, y las expectativas despertadas por un gobierno no peronista y de carácter liberal progresista, se produjo un sólido acercamiento con los EE. UU., lo que desembocó en la visita de Barack Obama al país, el primer presidente de los Estados Unidos en pisar tierra argentina en 20 años. Nuestro país adquirió casi inmediatamente el status de aliado privilegiado de USA, desarrollandose a partir de entonces una sólida relación que continuó con la llegada del Partido Republicano al poder. En este último caso, y pese a algunas diferencias ideológicas, la situación siguió siendo óptima debido a la relación personal de Donald Trump y Mauricio Macri, cimentada en los años de actividad empresarial conjunta. Algo similar ocurrió con Alemania.
La Cancilller Angela Merkel fue el primer jefe de Gobierno germano en visitar nuestro pais después de 15 años. La presidencia alemana del G20 en 2017 sentó las bases de un acercamiento cuyos resultados se vieron reflejados en la mencionada visita. Temas bilaterales y multilaterales fueron tratados y acordados, profundizando la relación entre ambos países en diversos campos.
Simultáneamente con estas acciones dirigidas a ratificar la pertenencia de Argentina a las naciones de Occidente, nuestro país desarrolló importantes lazos con potencias emergentes como Rusia y China, jugadores claves en el actual contexto mundial.
Quizás los eventos más importantes que hayan coronado esta etapa y reflejado el objetivo previamente mencionado, sean la reunion de la OMC en Buenos Aires a fines del 2017, la profundización de la participacion argentina en la OCDE y, fundamentalmente, la Presidencia del G20 a cargo de la Argentina en 2018, la cual concluyó con la cumbre del G20 en Buenos Aires, primera realizada en Sudamérica con la inédita presencia de todos los líderes mundiales y con un resultado sorprendentemente exitoso.
El segundo objetivo planteado de la política exterior fue el de abrir nuevos mercados para los productos Argentinos.
A partir de esta premisa, varios funcionarios del poder ejecutivo realizaron numerosos viajes al exterior, siendo el expreso propósito consolidar relaciones comerciales que permitieran un desarrollo sostenido del comercio internacional de nuestro país. Cabe destacar entre otros la apertura del mercado de carnes en China, lo que permitió en gran parte el recupero de una actividad relegada que diezmó el stock ganadero del país. Consecuentemente con esto, la actividad frigorífica volvió a tomar protagonismo, regresando la tradicional demanda de productos argentinos en este rubro.
El otro gran éxito en esta area fue el acuerdo alcanzado con la UE sobre el eje Union Europea – Mercosur. Este acuerdo, largamente postergado, finalmente pudo concretarse cuando Mauricio Macri, en su carácter de presidente del Mercosur, llegó a un entendimiento en Bruselas a mediados de 2019. Si bien falta la ratificación por los Estados miembros de ambos bloques, la gestión recibió el respaldo total de Brasil de la mano de su presidente Jair Bolsonaro. El proceso de aprobación se está llevando a cabo en los países miembros de la UE y Mercosur.
POLITICA EXTERIOR: POLITICAMENTE CORRECTA – GESTION CORRECTA
Etica de gobierno
Una de las banderas más importantes de Cambiemos en su campaña hacia la Presidencia, fue la transparencia y ética pública. El país venía de décadas de corrupción generalizada, en especial durante el último gobierno peronista que llevó la misma a límites insospechados.
El gobierno de Mauricio Macri planteó un sistema de gestión que preservara, por sobre todo, los controles necesarios para asegurar una administración pública eficiente y trasparente. Se hizo incapié en la licitación pública como medio central para asegurar las contrataciones del Estado, así como en la plena vigencia e independencia de los órganismos de control. Todos los funcionarios estaban obligados a presentar sus Declaraciones Juradas de Bienes al llegar al gobierno y ,eventualmente, al retirarse del mismo.
La oficina anticorrupción pasó a tener un rol preponderante en el control de la gestión pública. Tuvo una participación central en la elaboración de proyectos de ley y de decretos relacionados con la misma, siendo algunos de los más significativos la Ley del Arrepentido, El proyecto de Extinción de Dominio y la ley de Responsabilidad Penal Emprersaria. Participó como querellante en un gran número de causas abiertas en la justicia contra funcionarios de gestiones anteriores, las cuales se encuentran actualmente en trámite.
Durante la gestión de Cambiemos, el perfil de los funcionarios llamados a ejercer cargos públicos fue de alto perfil técnico y sovencia moral, resultando esto, más allá de los resultados obtenidos, en escasísimas denuncias que pudieran haber alcanzado un veredicto de culpabilidad.
Como factores determinantes del éxito de esta política, cabe señalar también la no interferencia en las decisiones del Poder Judicial, lo que permitió a la inmensa mayoría de los magistrados resolver libremente sobre la viabilidad de las causas y en definitiva sobre el veredicto. También los resultados obtenidos en la obra pública, quizás la fuente más importante de corrupción, fueron contundentes. El costo promedio de la obra pública en la etapa de Cambiemos, fue de alrededor del 40% menos que en la gestión anterior, imputándose la diferencia a sobreprecios y sobornos.
ETICA DE GOBIERNO: POLITICAMENTE CORRECTA – GESTION CORRECTA
Desarrollo de la infraestructura pública y modernización del Estado
Este objetivo de la administracion pública bajo el gobierno de Cambiemos fue escencialmente puesto a cargo de 4 reparticiones: El ministerio del Interior, Obra Pública y Vivienda, El ministerio de Transporte, El ministerio de Modernización y el ministerio de Energía. Hubo principalmente 5 responsables: Rogelio Frigerio, Javier Igauacel, Juan Jose Aranguren, Andrés Ibarra y Guillermo Dietrich. En conjunto se desarrollaron temas de gran relevancia de los cuales vale la pena mencionar algunos.
– Política aerocomercial, incentivando el ingreso de compañias aereas y desarrollando infraestructura aeroportuaria. Aeropuerto del Palomar, aerolineas low cost enter otros.
– Puesta al dia de las tarifas de transportes y servicios públicos, lo que ayudaría a desarrollar inversiones paralizadas durante años.
– Desarrollo de la matriz energética, a través de inversiones en energías renovables y explotaciones hicrocarburíferas no tradicionales como el shale. Vaca Muerta, energia eólica en el sur y energía solar en el norte.
– Nuevo impulso al desarrollo del ferrocarril como medio de transporte de pasajeros y carga. Belgrano Cargas, soterramiento del ferrocarril Sarmiento
– Plan Belgrano, para conectar en Norte con el resto del país
– Desarrollo de una extensa red de obras viales postergadas por décadas en todo el país, en particular en la Ciudad de Buenos Aires y Provincia de Buenos Aires
– Ejecución de numerosas obras de infraestructura, muchas postergadas por años, como cloacas, obras hídricas, pavimentos, agua potable y desarrollo de la infraestructura urbana, incluyendo esto último iluminación, calles, veredas y ordenamiento del tránsito y centros urbanos. Sistema Riachuelo, Cuenca del Salado, Paseo del Bajo, Viaducto Mitre, Metrobus entre otros.
– Inversión en obras de viviendas sociales y urbanización de asentamientos. Plan Procrear, Villa 31 de CABA.
– Racionalización y mejoras administrativas y tecnológicas del sector público, incluyendo el empleo público, capacitación, salarios, control y transparencia administrativa, implementación de sistemas informáticos e infraestructura de procesamiento, circuitos y políticas de compra, firma digital, TAD -plataforma de trámites a distancia- y optimización de los recursos disponibles.
Un porcentaje significativo de estas políticas y obras logró ser puesto en marcha y concluido, pero desafortunadamente la crisis desatada en el 2018 impidió que muchas otras terminaran de realizarse. Como consecuencia de esto, el gobierno entrante ha de recibir 1406 obras en ejecución, algunas de enorme envergadura, y el resideño de políticas y circuitos administrativos en el ambito público que conllevaron sustanciales mejoras en el mismo.
Otra cuestión que es dable destacar con relación a este aspecto del gobierno de Cambiemos, es la baja percepción en gran parte de la población de los extrordinarios beneficios resultantes para el mediano y largo plazo.
Incentivados por la oposición, muchas personas vieron como erroneo que los recursos no fueran destinados a mitigar los efectos del ajuste. Esto hizo que la tarea, a mi juicio formidable, tuviera escaso peso en la decision política a la hora de votar.
INFRAESTRUCTURA: POLITICAMENTE EN PARTE INCORRECTA- GESTION CORRECTA
Calidad democrática y estructura republicana
La institucionalidad y la calidad democrática han sido desde siempre en la Argentina materias pendientes. Basta recorrer nuestra historia para darnos cuenta de que la verdadera democracia en el país solo rigió en contadas ocasiones. La ley Sáenz Peña representó un gran avance en este sentido, ya que implementó el sufragio universal masculino, secreto y obligatorio. El voto cantado o múltiple daba lugar a lo que se llamó el Fraude Patriótico, ya que permitía direccionar la elección de acuerdo con la voluntad de los caudillos locales.
Esta práctica rigió desde 1862, año de la presidencia de Bartolomé Mitre y primer gobierno constitucional, hasta 1916, cuando Victorino de la Plaza concluyo el mandato de Roque Saenz Peña. O sea que abarcó todo el período llamado de la Organización Nacional -1852 a 1880- y el fin del siglo XIX y comienzos del XX, paradógicamente los años caracterizados como los de mayor bonanza de nuestra historia.
El gobierno de Hipólito Yrigoyen, que asumió en 1916 bajo la ley Saenz Peña, fue el primero que ejerció en condiciones de institucionalidad casi plenas, ya que aún faltaba consagrar el voto femenino y consolidar las reformas que permitirían una manifestación más genuina de la voluntad popular. Este período concluyó abruptamente con al revolución de 1930, la cual devolvió al poder a los conservadores de la mano del golpe de Estado de José Félix Uriburu. De allí en adelante se vivio la llamada “Decada Infame”
Este período estuvo caracterizado por turbulencias políticas, corrupción y la vuelta al fraude electoral, ya que el sector gobernante – bautizado la Concordancia e integrado por varias agrupaciones políticas- no podia acceder al poder por medios idoneos. La situación llegó a un límite debido a la presión de diversos sectores, finalizando esta etapa con la revolución nacionalista de corte fascista del año 1943.
Lo ocurrido en los años siguientes, fue una sucesión de gobiernos civiles y militares de poca o nula calidad institucional, destacándose entre ellos los gobiernos peronistas que, directa o indirectamente, dominaron la escena política condicionando gestiones gubernamentales, ya sea militares o civiles.
La “nueva democracia” surgida a partir del año 1983 con la llegada de Raul Alfonsín al poder, no escapó finalmente a las generales de la ley. Revueltas populares, levantamientos militares y boicot a la gestión de gobierno terminaron por esmerilar a la administración radical, que debió dejar el poder antes de finalizar su mandato.
Los gobiernos que siguieron, peronistas, socialistas y de clara orientación izquierdista, agudizaron el deterioro, llegándose a modificar la Constitución Nacional y a manipular la Corte Suprema de Justicia, al igual que todo el Poder Judicial. La situación se prolongó hasta fines del 2015, cuando inesperadamente Mauricio Macri llegó al poder.
El gobierno de la coalición Cambiemos, fue, a juicio del que escribe, la administración más transparente y democrática que ha tenido hasta ahora el Estado Argentino. A pesar de los remanidos condicionamientos a los que ya hemos hecho referencia, el gobierno terminó su mandato con un respaldo popular poco común en nuestro sistema político. Pese a la derrota electoral, fue votado por el 41% de los sufragantes.
Un rápido repaso de la administración saliente nos permite fundamentar las conclusiones del párrafo anterior.
– La llegada al poder de Mauricio Macri fue absolutamente cristalina.Las elecciones fueron limpias e irreprochables, habiendo votado toda la población sin limitaciones de ninguna especie. El candidato oficialista Daniel Scioli, ganó la primera vuelta, definiendo así una clara mayoría parlamentaria. En la segunda vuelta el pueblo dio su apoyo a Macri, cansado de la corrupción y el abuso de poder de la gestión Kirchnerista
– El gobierno permitió el funcionamiento pleno de los 3 poderes del Estado. El Congreso se convirtió en un ámbito de análisis y debate, aprobándose las leyes estrictamente por consenso, ya que el oficialismo siempre estuvo en minoría. El Poder Judicial nunca estuvo condicionado por el Poder Ejecutivo, el cual dio a los jueces plena librertad de acción. En este contexto, tuvo la oportunidad de nombrar 2 jueces para cubrir vacantes en la Corte Suprema, llegando a ser uno de ellos ferreo opositor a la gestión de gobierno. El número de miembros de la Corte, por otro lado, permaneció estable, siendo la misma, en la mayoría de sus fallos, claramente opositora al gobierno.
– Las decisiones judiciales y el federalismo fueron claramente respetados. Ninguna jurisdicción sufrió retenciones de recursos en forma indebida, concluyendo la mayoría de estas con superavit fiscal a finales del presente mandato. Las provincias vieron aumentados sus recursos coparticipables casi 10 puntos porcentuales. Esto en parte se debió a un fallo de la Corte Suprema de Justicia que suspendió el 15% de la coparticipación destinada al ANSES, en base a un recurso interpuesto por algunas provincias, el cual fue plenamente respetado. A parir de este fallo, el gobierno acordó con la totalidad de estas la devolución de ese porcentaje a lo largo de 5 años. El dinero retenido a las provincias de Córdoba, San Luis y Santa fe desde el año 2006 también fue devuelto. Finalmente, el gobierno de Mauricio Macri pactó con las provincias el Consenso Fiscal, por el cual se redistribuyeron impuestos y se acordaron compensaciones desde la Nación, las cuales permitieron cubrir faltantes producto de los cambios impositivos acordados.
– El gobierno aseguró la plena vigencia de la libertad de prensa, la cual habia sido seriamente amenazada durante la gestión anterior. La llamada Ley de Medios, sancionada en octubre de 2009, fue objeto de severas críticas por parte de la oposición y algunos de los medios afectados. Con la llegada de Cambiemos al poder, la ley sufrió cambios y retrasos, cuestionándose la misma desde diversos ángulos. En términos generales, se vio a esta norma legal como expresamente sancionada para condicionar al Grupo Clarín, acérrimo opositor al gobierno kirchnerista de turno. Más allá de esta cuestión central, el derecho a la libre información fue respetado a rajatablas. Medios oficialistas y opositores en ningún momento vieron afectado su accionar, aun con relación al controvertido tema de la publicidad oficial-manejada con pautas objetivas- y el uso de los medios públicos.
– La lucha contra la corrupción, quizás el principal factor desestabilizante de las democracias se dio en forma frontal y abierta.
Hubo multitud de denuncias de los organismos públicos correspondientes, así como de legisladores y aún de particulares. Las investigaciones se concretaron en forma transparente a través de la justicia, habiendo existido también una importante colaboración de la prensa con denuncias y el periodismo de investigación. Instrumentos legales como la Ley del Arrepentido, sancionada durante el gobierno de Cambiemos, permitieron un avance fenomenal en causas que de otra manera hubieran terminado en los cajones de Tribunales.
– El combate al delito y las organizaciones criminales se planteó con singular firmeza. Se hizo incapié en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, apuntando a desarticular organizaciones que habían penetrado la justicia y las fuerzas de seguridad. Con relación a estas últimas, se busco profesionalizarlas y depurarlas de elementos incompatibles con los objetivos y políticas de las respectivas fuerzas.
– La política de Derechos Humanos del gobierno fue llevada a cabo con equilibrio y desideologización. Se priorizó el derecho de las víctimas por sobre los del victimario, sometiendo a las fuerzas de seguridad a protocolos adecuados para permitirles un accionar contundente pero sin excesos. En este punto, tan sensible para los argentinos, no hubo denuncias que pudieran probarse como verosímiles ni mucho menos condenas.
– Fueron consagrados sin tapujos los derechos civiles de toda la población, combatiéndose enérgicamente cualquier forma de discriminación en lo religioso, racial o preferencias sexuales.
Es harto difícil hallar en la Historia de nuestro país, un gobierno que haya sostenido los objetivos y políticas mencionadas más arriba en su totalidad. Es, desde este punto de vista, casi inobjetable.
DEMOCRACIA Y REPUBLICA: POLITICAMENTE CORRECTA – GESTION CORRECTA
Educación y salud
Las políticas de la gestión macrista en estas áreas tienen en común la imposibilidad de emitir un juicio de valor, ya que han estado y están en nuestro país fuertemente relacionadas con determinadas ideologías. En la medida que los argentinos manifiesten su posición respecto de estas últimas, podremos concluir si estos aspectos de la administración de Cambiemos han sido positivos o todo lo contrario.
Con la aprobación de la ley 1420, impulsada a instancias de Sarmiento, se consagró la educación pública, gratuita, laica y obligatoria. Este hito, fundamental a la hora de analizar nuestra historia y nuestra cultura, se complementa con las políticas de salud, que a partir del gobierno de Juan Manuel de Rosas y su Campaña al Desierto, tomaron cada vez mayor relevancia. Los hospitales públicos y otros aspectos del Estado de Bienestar fueron paulatinamente surgiendo, comenzando por la atención de los soldados participantes en las guerras contra el indio, hasta la consolidación del Estado solidario de los primeros gobiernos peronistas.
Es interesante destacar que la acción educativa y sanitaria desarrollada a partir del siglo XIX, no tenía objetivos sociales o ideológicos. Las políticas puestas en marcha pretendían potenciar el desarrollo argentino a través de la educación y la salud de la población. El Estado moderno, según Sarmiento, debía contar con un pueblo educado que le permitiera consolidar el desarrollo económico y político. Esta visión, sin embargo, fue cambiando a través de los años, haciéndose incapié cada vez más en el derecho de los individuos a recibir los beneficios, independientemente de otras consideraciones de bien público.
Esta diferencia de enfoques es la que surge al momento de evaluar la gestión de Cambiemos. Se ha querido encasillar el accionar del gobierno macrista en una perspectiva neoliberal, más allá de que esto sea realmente así. Conceptos como calidad educativa, evaluación, meritocracia, emprendedurismo, eficiencia y racionalidad, son considerados por algunos una amenaza a los derechos de la gente, ya que obligatoriamente colocan a ciertas personas en mejores condiciones que otras para acceder a los mencionados derechos.
Salud y educación no deberían sacrificar calidad por cantidad, lo cual desafortunadamente ocurre, ya que los recursos son limitados y las demandas de atención sanitaria y formación profesional cada vez más complejas. Es en este sentido que cabría encuadrar, las supuestas disminuciones de partidas presupuestarias y la no terminación de algunos hospitales y edificios escolares. Además de la grave situación económica anteriormente descripta y que obligó al ajuste de partidas y gastos, se buscó concluir en tiempo y forma obras comenzadas en gestiones anteriores, las cuales habían sido inauguradas sin haber sido concluidas o tener las condiciones mínimas de operatividad.
Como dijéramos más arriba, es imposible hacer una evaluación de lo hecho en estas áreas sin caer en un grado importante de subjetividad. Conceptos que son deseables para el que escribe, como aquellos mencionados precedentemente, la orientación del sistema educativo al servicio del sector privado empresarial o racionalizar la salud pública para hacerla más eficiente, pueden generar un fuerte rechazo de otros que no comparten la misma mirada sobre la sociedad y sus fines. De todas maneras, es necesario aclarar que, cualquiera haya sido el propósito de las políticas implementadas, las mismas podrían catalogarse como insuficientes al momento de medir resultados.
EDUCACION Y SALUD: INSUFICIENTES
Seguridad social
La seguridad social es quizás el tema más controvertido en nuestro país a partir de la finalización de la etapa conocida como Organización Nacional.
Podríamos afirmar, que la seguridad social nace en nuestro país en 1904, finalizando la segunda gestión de Julio Argentino Roca al frente de ejecutivo nacional. Se comenzó a elaborar un proyecto, a cargo del ministro del interior Joaquín V. Gonzalez, que sería enviado eventualmente al Congreso, y donde se proponía regular el trabajo obrero y sus relaciones con el capital.
Podemos distinguir entonces 4 etapas claras en el desarrollo de las políticas mencionadas.
1- Surgen de la mano del social comunismo naciente en la segunda mitad del siglo XIX, y acompañan el proceso mundial de cuestionamientos al “capitalismo salvaje”, que amenazaba convertir al factor humano en un mero recurso utilitario. Podemos sumar a estos antecedentes la Encíclica del Papa Leon XIII, RERUM NOVARUM, primera de carácter social de la Iglesia Católica Apostólica Romana.
2- A partir de la crisis de 1929, el cierre de las economías y el desarrollo de la industria nacional para la sustitución de importaciones crea el marco propicio para el crecimiento del nacionalismo corporativista. El movimiento fascista nacido en Europa influye decisivamente en nuestro país, plasmándose finalmente en los gobiernos peronistas a partir del año 1946. La clase obrera y las prestaciones sociales pasan a ser resortes centrales de Estado, siendo parte del corporativismo reinante y el ideario fascista.
3- Los principios sociales y derechos laborales se consagran en la reforma constitucional del año 1949, y subsisten pese a la posterior derogación de esta, quedando incluídos en el artículo 14 bis de la reforma constitucional del año 1957.
4- A partir de la “nueva democracia”, la cuestión de los derechos humanos se consolida como materia escencial de gobierno. El area de la seguridad social, parte central del tema, adquiere una importancia creciente de la mano de la ideología socialista y progresista instalada definitivamente en el país.
La estructura ministerial que encontró Cambiemos en su llegada al poder, representaba claramente las prioridades ideológicas alrededor de las cuales se ha construído la política argentina. Este armado también podía verse en el presupuesto nacional, donde el gasto relacionado con los derechos humanos y servicios sociales ha representado entre el 60 y el 80 por ciento de la totalidad de erogaciones.
Las reparticiones ministeriales que directa o indirectamente se vinculaban con estas areas eran
1- Ministerio de Desarrollo Social
2- Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social
3- Ministerio de Educación y deportes
4- Ministerio de Justicia y Derechos Humanos
5- Ministerio de Salud
6- Ministerio de Medio Ambiente
7- Cabe agregar diversas secretarías, subsecretarías y direcciones a lo largo de toda la administracion pública que de una u otra forma respondían a este concepto.
La situación previamente descripta es la que debió enfrentar Mauricio Macri en ocasión de hacerse cargo de la primera magistratura.
Es momento de preguntarse ahora, de qué manera un gobierno electo por el 34 % de los votos podía intentar cambiar esta estructura claramente sobredimensionada, la cual atentaba contra la correcta administración de la cosa pública. La respuesta es simple: No se podía, al menos sin echar mano a cuestiones y procedimientos claramente reñidos con la democracia, la ética y la institucionalidad. Es así como se decidió administrar lo recibido de la forma más eficiente posible, evitando de esta manera un conflicto político y social que hubiera condicionado severamente los primeros pasos del nuevo gobierno.
Debemos entonces evaluar qué tan eficiente fue la utilización de recursos y en qué medida se lograron los resultados esperados.
El gobierno de Cambiemos puso el acento en la contención social y la racionalización del gasto en el area de referencia, intentando mejorar la distribución de los recursos a través de las organizaciones sociales y aumentando las prestaciones ya existentes. El instrumento de la tarifa social para los servicios públicos fue parte de este proceso, especialmente a la luz de la necesaria actualización en los valores de estas.
Más allá del esfuerzo llevado adelante por el gobierno para evitar el malestar social y atenuar las consecuencias del ajuste, la gestión del gobierno Macrista en esta area solo obtuvo resultados discretos.
Se logró el objetivo de evitar desbordes, en especial de la mano de las organizaciones sociales que negociaban con Carolina Stanley, a cargo del Ministerio de Salud y Desarrollo Social. Fue inevitable, sin embargo, ceder a una suerte de chantaje por parte de dichas organizaciones, donde si no se acordaba con ellas existía el riesgo de medidas de acción directa. Este ministerio también tenía entre sus dependencias el PAMI y, a partir de septiembre de 2018, el ANSES. Este último se convirtió en el instrumento principal para la distribución de un número de subsidios y la readecuación del sistema jubilatorio.
La nueva reforma previsional fue aprobada en Diciembre de 2017, causando una gran controversia debido al momento de inicio del cambio del índice de ajuste. Sin embargo, las pautas de la ley jubilatoria, sumadas a la ley de reparación histórica destinada a solucionar juicios iniciados por el reajuste de haberes, podría decirse que conformaron un claro avance en la calidad de vida y las remuneraciones del sector pasivo.
El PAMI, la obra social por excelencia del sector pasivo y otros grupos vulnerables fue sometido a una política de saneamiento para terminar con la ineficiencia y corrupción existentes, al tiempo que se negoció con los laboratorios precios especiales para los medicamentos.
Estas y otras mejoras, sin embargo, no fueron suficientes para considerar exitosa la gestión. El sistema previsional, a juicio del que escribe, quedó herido de muerte cuando fueron estatizadas las AFJP en el año 2008. Es virtualmente imposible alcanzar los niveles adeucuados de remuneración en un sistema de reparto, tanto en Argentina como a nivel mundial, el cual, además, cuenta cada vez con menos aportantes por cuestiones demográficas. El sistema de capitalización se ha presentado como alternativa parcial o total, pero su aceptación es resistida en muchos países, incluída la Argentina, por cuestiones principalmente ideológicas. Está demás decir, por otro lado, que el sistema de reparto, en especial en nuesto país, es absolutamente dependiente del Estado, el cual debe cubrir las diferencias entre ingresos y egresos con la consiguiente carga presupuestaria.
Con relación al PAMI, al igual que otras variadas prestaciones sociales, sus eventuales beneficios y mejoras no tuvieron el efecto deseado en la población. Por una parte, la dura situación económica frustró en gran medida los logros en este terreno, y por la otra, la altísima politización en esta area y la de derechos humanos, manejadas tradicionalmente por la oposición con una perspectiva claramente ideológica, opacó cualquier resultado positivo
Finalmente, el reconocimiento explícito de las organizaciones sociales y el desarrollo de una política asistencialista llevó a que los problemas de fondo en este campo no fueran resueltos, generando malestar en muchos sectores de la población.
SEG. SOC.: POLITICAMENTE PARC. INCORRECTA – GESTION PARC. INCORRECTA
Desarrollo científico y tecnológico
Esta área, con una estructura ministerial creada en 2007, ha tenido entre sus principales méritos haber conservado a su responsable hasta el presente. El Dr Lino Barañao, nombrado por la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, fue ratificado al frente de la repartición por Mauricio Macri, constituyendo un caso casi inédito en la política argentina ante un cambio de signo político.
Cabe reconocer que los principales logros en este campo sucedieron durante la gestión de este mismo responsable pero bajo la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.
Las limitaciones presupuestarias mencionadas y cierto descontrol en el ámbito del Conicet, ya señalado en anteriores administraciones, llevaron a una sensible reducción en la incorporación de nuevos científicos y becas otrogadas. También se decidió avanzar en una asociación con la empresa estadounidense Hughes para fabricar y operar el satélite ANSAT 3, permitiendo simultaneamente la operación de 23 satélites extranjeros en competencia con la serie ANSAT. Esto trajo un visible malestar en todo el ámbito señalado, lo que se tradujo en un fuerte rechazo a la gestión macrista.
Independientemente de las cuestiones señaladas, no existen hechos relevantes que puedan se