El sindicalismo combativo reunido en el Frente Sindical para el Modelo Nacional constituido por ambas Centrales de Trabajadores Argentinos, cuyos secretarios generales son respectivamente Hugo Yasky y Pablo Micheli, el Sindicato de Camioneros que responde a clan de los Moyano y los agrupamientos gremiales que le son afines, los bancarios de Sergio Palazzo y los metalmecánicos de la Smata, conducida por Ricardo Pignanelli, realizó la medida de fuerza de relativo alcance nacional en rechazo a la “política económica” del gobierno argentino.
La convocatoria tuvo un parcial acatamiento. Se sintió más en la parte céntrica de las grandes ciudades, en especial de Buenos Aires, Rosario y Córdoba capital y mucho menor en los barrios más alejados. Prácticamente no se evidenció en las pequeñas ciudades y pueblos del interior del país.
No obstante, la medida se fuerza sindical impacto sobre las escuelas y universidades, los bancos oficiales, los vuelos internacionales y nacionales y servicios ferroviarios.
La nota central del paro fueron los diversos actos de violencia ocurridos en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano que originaron diversos daños a la propiedad, algún herido y 39 personas detenidas. Estos hechos de violencia no habían estado presentes en anteriores medidas sindicales de este tipo.
Según la ministro de Seguridad, Patricia Bullrich, más de una docena de vehículos de transporte colectivo de pasajeros se vieron afectados por atentados. Un colectivo de la línea 152 fue atacada con un elemento contundente, en la intersección de las calles Brown y Brandsen, en el barrio de La Boca. El proyectil impactó sobre el parabrisas astillando el vidrió y provocando heridas en los ojos del chofer. Por el hecho, la policía detuvo a dos empleados de la línea 168.
Dos unidades de la línea 306 de colectivos fueron incendiadas con bombas tipo “Molotov” sin que se produjeran víctimas. Lo mismo ocurrió con otras unidades de la línea 185. Otros colectivos sufrieron la ruptura de su luneta trasera. Por el hecho la policía detuvo a nueve personas vinculadas a la línea 150.
A mediodía, durante la marcha de los manifestantes hacia Plaza de Mayo, donde tendría lugar el acto central de la protesta, se produjeron incidentes con grupos de manifestantes perteneciente al Movimiento de Trabajadores Revolucionarios (MTR) que atacaron la sede del Banco Galicia sito en la avenida de Mayo 1225, a un sucursal del Banco Francés y a la sede central de la banca J. P. Morgan ubicadas en la zona.
El operativo policial de contención del vandalismo provocó algunos forcejeos y corridas hasta que los efectivos policiales lograron controlar la situación.
En esta forma el resultado final de la jornada de protesta dejó un saldo de 39 activistas detenidos por la Policía de la Ciudad a las que se les levantó proceso por “intimidación pública, asociación ilícita y desobediencia” en el Juzgado N° 57.
Como demostración de fuerza por parte del sindicalismo combativo y del malestar social contra el gobierno la medida tuvo un relativo acatamiento. Aun cuando los números de la economía reflejan la magnitud de la crisis socioeconómica que azota al país.
La semana pasada, el dólar siguió en alza y el riesgo país llegó a niveles récord. El viernes 26, la cotización de la moneda estadounidense finalizó la rueda bursátil, a 47 pesos por dólar, para la venta en sucursales del Banco Nación, con un incremento de 1,10 pesos o del 2,4% en una sola jornada y 9,77 en una semana. En lo que va de 2019 el dólar ha registrado un incremento de 21,9%, la inflación acumula un 15% en los primeros cuatro meses del año y la tasa de interés alcanzó los 73,50% anual, que efectiva supera el 100%.
Según el ministerio de Trabajo y Producción, en su Informe Mensual de la Situación Total de Trabajadores Registrados, reconoce que en el período interanual febrero 2018 – febrero 2019, se han perdido 252.000 puestos registrados de trabajo. Tan solo en enero de este año cerraron 2.536 comercios en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano, según la ONG Defendamos Bs. As.
En tanto que, en el reporte de Research for Traders, el riesgo país cerró a 968 puntos básicos, con una marcada tendencia bajista en los bonos soberanos en dólares que el gobierno insiste en adjudicar a “la elevada incertidumbre política de cara a las elecciones presidenciales” de octubre de 2019.
Según el Índice de Confianza en el Gobierno, elaborado por la Universidad “Torcuato Di Tella”, en su último relevamiento, la imagen del gobierno en abril descendió con respeto a marzo de 2019, un 4,4% y, en términos interanuales, representa una caída del 26%. Además, el valor actual se ubica un 15% por debajo del obtenido durante el último mes de la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.
La caída en la imagen de la Administración Macri tiene su correlato en la mayoría de los subíndices en “evaluación general de gobierno” (10%), en “capacidad para resolver problemas del país” (8%), en “eficiencia en la administración del gasto público” y “preocupación por el interés general” (ambos en caída de 4%).
Por último, el estudio sostiene que durante abril se registró un fuerte descenso de 21,2% entre quienes creen que la situación económica se mantendrá igual, seguida de una disminución del 3,2% entre quienes creen que mejorará y una leve baja del 1,6% entre aquellos que creen que seguirá empeorando.
Es que los argentinos viven en un clima de casi continua protesta social y política desde el año 2001, y han comprendido que este tipo de huelgas no producen ningún efecto concreto sobre los gobiernos y sólo tienen un limitado efecto catártico para la sociedad.
Este paro, en especial, tenía un claro perfil político por las entidades y figuras convocantes eran marcadamente opositoras a Mauricio Macri y sus políticas.
Por el momento, el principal problema consiste en que ni el gobierno encuentra un programa económico para hacer frente a la crisis, ni la oposición es capaz de unificarse y elaborar un programa alternativo al del Cambiemos. Con este preocupante panorama Argentina avanza hacia las elecciones generales de octubre de 2019.