Por el Dr. Adalberto C. Agozino
“Además de ser una pasión y la expresión de un talento creativo, el futbol es una visión de futuro, un compromiso de largo alcance, una gobernanza eficiente y transparente, y una inversión tanto en infraestructura como en capital humano”. Mohammed VI
La Confederación Africana de Fútbol (CAF) otorgó, en forma conjunta, al Rey de Marruecos, Mohammed VI y al presidente de Ruanda, Paul Kagame, el “Premio a la Excelencia” (CAF President’s Outstanding Achievemente Award), en Kigali, Ruanda con la presencia del presidente de la FIFA, Gianni Infantino y el presidente de la CAF, Patrice Motsepe.
Al entregar la distinción, Gianni Infantino, manifestó que “estamos aquí para celebrar a dos personalidades excepcionales que han dado mucho al futbol y han cambiado la vida de millones de personas”, señalando además que el fútbol representa la alegría, el orgullo y la felicidad, y que la FIFA se compromete a proporcionar a los niños el entorno para practicarlo.
Infantino aseguró también que Su Majestad del Rey Mohammed VI y el presidente de Ruanda, Paul Kagane son dos jefes de Estado “que han contribuido al cambio en sus países y han creído en las ambiciones de sus pueblos, y que el fútbol puede cambiar muchas cosas en el continente africano.”
El premio otorgado al Rey Mohammed VI es un reconocimiento a los logros alcanzados por el seleccionado marroquí de futbol, los “Leones del Atlas” en el Mundial de Qatar 2022. Porque la selección marroquí es el primer equipo africano que llega a semifinales en esta competencia internacional y hoy ocupa el 11° puesto en la clasificación mundial.
Estos éxitos obtenidos por los “Leones del Atlas” no son hechos causales sino la lógica consecuencia de un prolongado proceso de inversiones en infraestructuras deportivas, apoyo técnico, programas de incentivos y becas, implementadas especialmente a través de la Academia Mohammed VI de Futbol, un autentico semillero de estrellas de fútbol que brillan en equipos marroquíes y europeos.
Al recibir la distinción, Su Majestad el Rey Mohammed VI, expresó: “Seguiré siendo fiel a la convicción que expresé en mi discurso con motivo de la 29° Cumbre de la Unión Africana, de 2017, al manifestar que “el futuro de África depende de su juventud” y sólo “una política voluntarista orientada a la juventud canalizará la energía para el desarrollo. Por otra parte, el premio que se otorga hoy es, ante todo, un homenaje al genio de África y a su deslumbrante juventud”
Como cierre del evento, el Rey de Marruecos anunció la candidatura conjunta del Reino, junto con España y Portugal como sede compartida de la Copa Mundial de Fútbol 2030.
Inicialmente, la candidatura conjunta era netamente europea, entre España, Portugal y Ucrania. Pero, debido a la invasión rusa, Ucrania se vio forzada a abandonar su lugar en la propuesta. Fue entonces, cuando los gobiernos de Portugal y España pesaron en una postulación mediterránea y realizaron el ofrecimiento a Rabat para que el Reino se sume a su iniciativa.
Esta propuesta es la primera que propone sedes alternativas en dos continentes y es un excelente ejemplo la integración europea – africana.
Sin duda, la incorporación de Marruecos a la candidatura tripartita se debe, en parte, a las excelentes relaciones y a la fuerte asociación estratégica que actualmente han alcanzado los reinos de Marruecos y España que se manifiesta en todos los planos de interacción bilateral.
Las copas mundiales de fútbol son una ocasión excepcional para que los países sede muestren al mundo sus logros económicos y atractivos turísticos. Por lo tanto, ser el país organizador es un logro muy disputado por los países.
De obtener la aceptación de la FIFA para esta postulación tripartita, tanto Marruecos como España, que son potencias mundiales en materia de turismo y que tienen gran experiencia en la organización de eventos internacionales (desde juegos olímpicos hasta cumbre internacionales) garantizan una organización sobresaliente.
En el caso de Marruecos, la organización de la Copa Mundial de Futbol 2030, permitirá mostrar al mundo una sociedad árabe, islámica y africana que al mismo tiempo es una democracia pluralista, tolerante y abierta que respeta sus tradiciones mientras se desarrolla en forma armónica, estable y sostenida.
Por otra parte, resulta evidente también, que cuando crece el prestigio y la importancia de un Estado y se perfila como una potencia internacional, ese crecimiento se manifiesta en todos los ámbitos, no solo en los políticos o económicos, sino también en el deporte.
Esto tampoco es un hecho casual sino fruto de años de esfuerzos y sacrificios del pueblo marroquí bajo la sabía guía de su Rey Mohammed VI. Los éxitos de Marruecos también despiertan los celos y las iras de sus enemigos regionales que buscan las más arteras formas de agredirlo, por suerte, al menos por el momento, en forma infructuosa.