Después de su derrota en las Primarias Abiertas Simultaneas y Obligatorias, el pasado 12 de septiembre, donde perdió 4,2 millones con respecto a los comicios de 2019, el Frente de Todos se debate entre la incertidumbre, el reparto de culpas, las luchas internas y la desesperación, sin encontrar una estrategia electoral adecuada para revertir su debacle
Como era de esperar, pasado el optimismo inicial generado por el desembarco del peronismo histórico en el gabinete, con figuras con alta imagen negativa, como Juan Manzur y Aníbal Fernández o Martín Insaurralde y Leonardo Nardini en la provincia de Buenos Aires; nos se a modificado la deriva de la administración kirchnerista ni se ha zanjado la grieta entre la vicepresidenta y el presidente, es decir, entre la jefa virtual del kirchnerismo y su delegado en el Gobierno Nacional.
Mientras el sector peronista histórico apela a sus prácticas tradicionales, apostando especialmente a los actos masivos (como el realizado la semana pasada en el club Nueva Chicago) movilizando a los asistentes con una flota de micros e incentivándolos con “choripanes”, cerveza y dinero.
Mientras practican el más obsceno clientelismo prebendario que va desde el levantamiento de las barreras de los peajes en las rutas bonaerenses que van a los balnearios de la Costa en un fin de semana largo hasta el ofrecimiento de viajes de egresados gratuitos a 220.000 estudiantes secundarios bonaerenses. Pasando por la entrega de mil millones de pesos a los 135 municipios bonaerenses para la realización de fiestas comunales, jubilaciones anticipadas para los desocupados mayores de 60 años, aumento a las asignaciones familiares, elevación del monto no imponible del impuesto a las ganancias, etc. Todo ello siguiendo la consigna de “ponerle platita en el bolsillo a la gente”.
El sector más moderno y vinculado a la izquierda populista europea, por el contrario, impulsó la contratación de consultores internacionales en comunicación política y campañas electorales para actualizar la comunicación de la campaña del Frente de Todos conforme a las prácticas más aptas para el aprovechamiento de las redes sociales y el lenguaje de las nuevas generaciones.
Es difícil saber si la iniciativa partió del gobierno socialista de Pedro Sánchez, siempre dispuesto ha hacer que su gente consiga algún buen contrato en América Latina. O, por el contrario, fue el kirchnerismo quien solicitó a sus amigos del otro lado del charco la nominación de posibles candidatos. Lo cierto es que dos consultores catalanes se incorporaron al equipo de campaña.
Uno de ellos es un hombre ligado al PSOE, el catalán Antoní Gutiérrez-Rubí, director de la consultora en comunicación pública e institucional “Ideograma”, quien asesoró al socialista Alfredo Pérez Rubalcaba y escribe para varios diarios entre los que destacan El País y La Vanguardia de Barcelona.
Gutiérrez-Rubí también asesoró a Cristina Fernández de Kirchner para las PASO de 2017 en la provincia de Bs. As. En esa oportunidad la expresidenta perdió pero mantuvieron una relación cordial. El asesor catalán también tiene buenas relaciones con el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa y con el intendente de La Matanza Fernando Espinoza.
Las ideas de Gutiérrez-Rubí sobre la comunicación política son muy similares a las recomendaciones del ecuatoriano Jaime Durán Barba. Ambos trabajan en base a los datos provenientes de las encuestas y los focus group. El catalán, como el gurú ecuatoriano, rechaza los actos masivos (como el que se realizó la semana pasada en la cancha del club Nueva Chicago y el que se planifica para el próximo 17 de octubre) y apela a las prácticas de la micropolítica.
En esta línea de pensamiento ha recomendado al presidente Alberto Fernández, que es reacio a recibir consejos de asesores profesionales, adoptar un discurso más moderado y menos confrontativo d carácter proactivo basado en afirmaciones. Gutiérrez-Rubí propone adoptar el “SI” (¿…?) y abandonar las críticas al expresidente Mauricio Macri.
El catalán también es responsable de la patética imagen del presidente sentado con papel y lápiz tomando nota de las quejas y reclamos de los vecinos bonaerenses, después de tantos años haciendo política, de cinco años como Jefe de Gabinete y dos como Presidente de la Nación.
Realmente cuesta imaginar a Perón o a Cristina Kirchner abandonar sus discursos por la cadena oficial y las movilizaciones en la Plaza de Mayo para consultar la opinión de un reducido grupo de vecinos.
Recurrir a la “micropolítica” para revertir en treinta días una gran derrota electoral no parece la mejor idea. Especialmente cuando se tienen a disposición todos los recursos comunicacionales del Estado y se cuenta con una amplia red de periodistas, intelectuales y artistas adictos en los medios públicos para difundir su propuesta. La micropolítica es un recurso habitualmente empleado por candidatos opositores, con pobre conocimiento por la opinión pública y escasos recursos. No obstante, ese fue el consejo del gurú catalán.
El otro “cerebro” que el kirchnerismo ha importado de la Cataluña separatista e izquierdista es el economista Alfredo Serrano Mancilla.
El dictador Nicolás Maduro ha llamado a Serrano Macilla “el Jesucristo de la economía” y todo el mundo sabe lo bien que funciona la economía venezolana…
Este doctor en economía por la Universidad Autónoma de Barcelona es fundador y director ejecutivo del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG). Un think tank populista cuyo Consejo Ejecutivo esta compuesto por ocho investigadores y académicos entre los que figuran el expresidente ecuatoriano Rafael Correa, el exvicepresidente boliviano Álvaro García Linera, el subsecretario para América Latina de la Secretaría de Relaciones Exteriores del gobierno de México, Guillermo Reyes, el politólogo español Juan Carlos Monedero y el filósofo brasileño Emir Sader.
El CELAG difunde informes y artículos donde se describe “la devastación” que produce el neoliberalismo, el lawfare y atacan a los “poderes concentrados, en especial a los medios de prensa donde trabajan y publican algunos de sus miembros.
Precisamente, Serrano Mancilla es columnista de diarios como Página 12, La Jornada de México, Público de España o Russia Today, entre otros. También ha escrito diversos libros sobre la realidad latinoamericana, entre los que se destaca “El pensamiento económico de Chávez”.
Serrano Mancilla tiene una estrecha relación con el exlíder de Podemos y el vicepresidente de gobierno español, Pablo Iglesias, hoy en el ostracismo político y trabajando también como periodista y consultor.
También mantiene vínculos estrechos con el Instituto Patria y fue uno de encuestadores que asesoró al Frente de Todos en la campaña presidencial de 2019. Es el encuestador favorito de Cristina Kirchner.
El consultor español es autor de un informe muy optimista que estima que el Frente de Todos puede revertir los resultados de las PASO si convoca a los electores que no votaron (33%) o votaron en blanco (4%) el 12 de septiembre.
Estas conclusiones son difíciles de compartir porque Serrano Mancilla pasa por alto que la concurrencia normal no es del 100% sino de entre el 82 y 84% del padrón en tiempos normales lo que reduce el electorado a captar a un 11%. El porcentaje de ausentes se incrementará seguramente por los 115.000 muertos durante la pandemia y los argentinos que diariamente parten para radicarse en el exterior.
Además, tampoco considera que en noviembre votaran 385.000 argentinos residentes en el exterior que habitualmente votan mayoritariamente contra el Frente de Todos.
Por otra parte, muchos de aquellos que no fueron a votar o votaron en blanco lo hicieron por repudio a los políticos en general a quienes responsabilizan por los muertos durante la pandemia, la prolongada cuarentena, la interrupción de las clases, el 42% de la pobreza, la inflación galopante que erosiona el poder de compra de los salarios, la liberación de presos, la desocupación crónica, el saqueo de las jubilaciones, los vacunatorios vip, la frivolidad de los festejos en Olivos, la soberbia y la falta de empatía de la clase política con la población en general.
Es difícil cambiar esa percepción en la sociedad en tan sólo treinta días con publicidad y repartos de dinero.
El principal problema que enfrentan los gurúes electorales para revertir los resultados adversos de las PASO no es ni su diagnóstico equivocado ni sus disparatadas propuestas. Los consultores se enfrentan, por un lado, que asesoran al partido gobernante de un país en crisis, conducido por una coalición electoral profundamente dividida por las pujas de poder y las ambiciones personales, sin un plan para gobernar los dos años de mandato que le restan.
Por otro lado, los catalanes chocan con las resistencias de los asesorados a aceptar e implementar sus recomendaciones. Porque, no lo olvidemos, ya Jorge Luis Borges había advertido que los peronistas no son buenos, ni malos, son incorregibles.
Por suerte, para los consultores catalanes ellos no arriesgan nada el 14 de noviembre. Cualquiera sea el resultado de las urnas, ellos cobrarán sus abultados honorarios e irán con sus consejos en busca de nuevos clientes.