Hoy Argentina vivirá la décima movilización opositora contra el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner desde que asumieran sus cargos el pasado 10 de diciembre de 2019 y la primera de este año.
Aunque el detonante de la convocatoria fue el manejo discrecional que el gobierno kirchnerista realizó de las vacunas contra el Covid 19, inmunizando a jóvenes funcionarios, militantes de la organización juvenil La Cámpora y a artistas e intelectuales orgánicos del oficialismo, otros factores contribuyeron a incrementar el descontento de la población.
El desmanejo económico del gobierno kirchnerista agudizó la crítica situación económica recibida de la administración de Mauricio Macri y el cese de actividades impuesto por la pandemia terminaron de completar la actual crisis económica de Argentina.
En el último año, la recesión provocó un descenso del 10% en el PBI (cifra similar a la de la crisis de 2001), la inflación oficial del 36.1% (que los analistas privados elevan al 45%) en el año 2020 y del 4% en enero de 2021, la notoria pérdida de poder adquisitivo de salarios y jubilaciones y con el 52% de la población por debajo de la línea de la pobreza, el descontento de la población crece día a día.
Además, durante 2020, los argentinos soportaron una prolongada cuarentena con aislamiento y cese de actividades. Ahora, la sociedad ve como otros países de la región avanzan en la vacunación de la población mientras que, pese a las reiteradas promesas del gobierno, las tan ansiadas vacunas no llegan al país.
En ese crítico contexto la confesión del periodista Horacio Verbitzky, habitual vocero extraoficial de Cristina Kirchner, de que se había inoculado en un vacunatorio VIP donde concurrían figuras notorias del oficialismo en la sede del ministerio de Salud, que conducía el doctor Ginés González García.
Entre los vacunados de privilegio en el Ministerio de Salud y en los hospitales Posadas y Abete de la provincia de Buenos Aires figuran el ministro de Economía, Martín Guzmán de 33 años, y buena parte de su staff, el embajador argentino en Brasil Daniel Scioli, el procurador del Tesoro, Carlos Zannini, el expresidente Eduardo Duhalde, su esposa e hijas, el senador Jorge Taiana, el diputado Eduardo Valdés, el secretario general del Sindicato de Camioneros, Hugo Moyano, su esposa y uno de sus hijos y la titular de Abuenas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.
La difusión de la nómina de los vacunados de privilegio escandalizó a la población e impulsó la movilización de hoy que presenta dos características innovadoras. Por un lado, una mayor presencia de partidos políticos y dirigentes opositores y por el otro el cambio de escenario para la realización de la convocatoria que pasó de la zona del Obelisco (Corrientes y 9 de Julio) a la emblemática Plaza de Mayo un espacio que el peronismo considera su territorio exclusivo.
En el interior del país los manifestantes se congregaran en las plazas de las principales ciudades y en las rotondas de los pueblos en el área rural.
Entre quienes han confirmado su asistencia figuran: la presidenta del Partido Pro, Patricia Bullrich, quien asistirá a título personal, al igual que los diputados Fernando Iglesias y Waldo Wolff y Silvia Lospennato también del PRO, el diputado radical Álvaro Lamadrid, la dirigente evangelista Cynthia Hotton y Alejandro Fargosi, ambos del espacio Valores para mi país, el ex diputado y actor Luis Brandoni, Juan José Gómez Centurión líder del partido NOS, el economista José Luis Espert del Partido Libertario, Elisa Carrió y Maximiliano Ferraro de la Coalición Cívica, el exfiscal federal Pablo Lanusse, el exministro de Agricultura Luis Miguel Etchevehere y muchos otros más.
También se descuenta el apoyo por twitter del expresidente Mauricio Macri.
Todos parece indicar que el “Vacunagate” fue el disparo de largada para la campaña electoral de las elecciones legislativas de octubre de 2021, claves para definir las candidaturas presidenciales de 2023.