La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura informó en 2019 que más de 821 millones de personas sufren malnutrición en el mundo, de ellos, 155 millones son menores de cinco años con malnutrición crónica, los últimos datos hablan de 2.000 millones de personas con carencias de micronutrientes, lo que se conoce como “hambre oculta”.
La demanda mundial de alimentos en décadas anteriores ha ido aumentando paulatinamente al mismo tiempo que crece la población mundial.
A partir de 2004 los precios de los alimentos fueron aumentando a niveles sin precedentes, debido a ello muchos países impusieron restricciones a la exportación de alimentos, mientras otros compran cereales sin importar el precio para mantener las existencias locales.
Debido a este aumento drástico de precio de los alimentos se estableció un Equipo de Tareas de Alto Nivel sobre la Seguridad Alimentaria Mundial, compuesto por miembros de Naciones Unidas y presidido por el Secretario General, el objetivo principal de dicho equipo es impulsar una respuesta integral y unificada de la comunidad internacional para alcanzar la seguridad alimentaria nutricional en todo el mundo.
El hambre y la malnutrición son el principal riesgo de salud a nivel mundial, incluso mayor que el sida, la malaria y la tuberculosis juntos.
El Reto del Hambre Cero se inició para conseguir un mundo libre de hambre.
Se establecieron las siguientes metas:
- Poner fin al retraso en el crecimiento en niños y niñas menores de dos años;
- Lograr que el 100% de las personas tenga acceso a una alimentación adecuada, durante todo el año;
- Conseguir que todos los sistemas alimentarios sean sostenibles;
- Aumentar un 100% la productividad y el ingreso de los pequeños agricultores;
- Acabar con la pérdida post-cosecha y el despilfarro de alimentos.
Trabajan para la seguridad alimentaria promoviendo acciones conjuntas las siguientes Agencias de Naciones Unidas
PMA (Programa Mundial de Alimentos) brinda asistencia alimentaria a más de 80 millones de personas en diversos países, ayuda a prevenir el hambre futura, implementando programas donde emplean la comida como medio para difundir conocimiento y fomentar comunidades más fuertes y dinámicas para que consigan mayor seguridad alimentaria.
Banco Mundial, tiene como prioridad invertir en agricultura y desarrollo rural para potenciar la producción de alimentos, impulsando técnicas agrícolas y restaurando tierras de cultivo degradadas, promover cultivos más resistentes y nutritivos y mejorar el almacenamiento y abastecimiento para reducir las pérdidas de alimentos.
FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), tiene como objetivo lograr la seguridad alimentaria para todos, asegurando el acceso regular a una cantidad suficiente de alimentos de calidad para todas las personas, que les permita llevar una vida activa y saludable. Tiene tres objetivos principales, erradicación del hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición, eliminación de la pobreza y el avance hacia el progreso económico y social de todos y la gestión y uso sostenible y sustentable de los recursos naturales. Publica, además, el índice de precios de alimentos a nivel internacional de una canasta de alimentos.
FIDA (Fondo Internacional de Desarrollo Agricola), que se centra en la reducción de la pobreza, el hambre y la malnutrición en áreas rurales desfavorecidas.
Actualmente se cuenta con conocimiento y estrategias que antes no teníamos, algunas son:
· Aprovechar el potencial nutritivo y económico de las legumbres que aportan micronutrientes como vitamina A, yodo, hierro y fomentar su cultivo y consumo, también utilizar los alimentos tradicionales propios de cada región.
· Mejorar la eficiencia del sector primario en los países en vías de desarrollo creando una cultura de autoabastecimiento para erradicar el hambre.
· Reducir los residuos alimentarios, implementando técnicas de almacenamiento y conservación de alimentos, en algunas zonas como por ej. el sur de Africa implementar la deshidratación de frutas para tener reservas por varios años.
· Mejorar la fertilidad del suelo incluso en espacios fértiles como en parte de Africa, generalizar el uso de abonos y cultivos cobertura que se siembran con el objetivo de mejorar la fertilidad del suelo y calidad del agua, controlar malezas y plagas e incrementar la biodiversidad del sistema de producción agroecológico, para seguir produciendo alimentos.
· Unir el trabajo propio al de otros para combatir la pobreza y el hambre, invirtiendo tiempo o contribuyendo económicamente.
· Promover la erradicación de medidas arancelarias para productos de países en desarrollo, promover igual de oportunidades entre distintos países.
· Adaptar la agricultura al cambio climático
· Para paliar problemas que producen la mala alimentación en los primeros años de vida se necesitan inversiones en programas que garanticen mujeres embarazadas y niños bien alimentados con suficientes medios e infraestructura como acceso a una alimentación adecuada, agua potable, saneamiento ambiental, sanidad accesible etc.
Africa subsahariana tiene el mayor porcentaje del mundo de niños que viven en la pobreza extrema, 49% aproximadamente, Asia Meridional 36% aproximadamente, siendo los niños menores de cinco años los más perjudicados y en situación de desnutrición crónica y aguda.
Es prioritario invertir en ámbitos como educación, sanidad, infraestructura, agua potable y en aspectos que mejoren el crecimiento de los niños facilitándoles una salida de la pobreza en que se encuentran.
Erradicar el hambre es posible, la alimentación es un derecho humano de todos y es deber de los Estados crear condiciones para que se cumpla.
Hay medidas concretas y eficaces para ayudar a las personas vulnerables a salir de la pobreza extrema y el hambre, aumentar la productividad, mejorar su salud, educación y oportunidades, implementar programas que bien diseñados y ejecutados permiten a las familias tener acceso a mas alimentos de mejor calidad nutricional, reduciendo además el trabajo infantil y ausentismo escolar.
“Hace falta un cambio drástico en la forma de pensar para ayudar a que los más pobres salgan del círculo del hambre, lograr la seguridad alimentaria y una mejor nutrición y promover la agricultura sostenible”.
Es necesario poner fin a los conflictos, aliviar el sufrimiento y reducir las condiciones de riesgo y vulnerabilidad que enfrentan millones de personas, la mayoría de las cuales son pobres y viven en zonas rurales y marginadas de los países en desarrollo.