El condición de salud del presidente electo Alberto Fernández se ha convertido en un auténtico secreto de Estado motivo de todo tipo de especulaciones.
El tema detonó el pasado martes 3 de junio de 2019 cuando el recientemente nominado precandidato del Frente de Todos, Alberto Fernández debió ser internado por la noche de urgencia en el Sanatorio Otamendi de la ciudad de Buenos Aires, aquejado de una persistente tos durante los últimos quince días.
Las causas de la internación nunca fueron debidamente aclaradas. En esa ocasión el comunicado del centro de salud firmado por la Dra. Marisa Lanfranconi, directora médica de la citada clínica, mencionaba tan solo que Fernández “se le detectó una inflamación pleural que podría corresponder a una obstrucción arterial subsegmentaria”.
Muy poca información concreta sobre las causas de la internación. Sus allegados dejaron trascender que era tan solo un “pico de estrés” provocado por la actividad de campaña.
Pero, según el diario Perfil, habían circulado rumores que indicaban que el precandidato Fernández había sufrido una “tromboembolia” (la acción de un coágulo) que le habría generado un virtual “infarto pulmonar”. La versión nunca pudo ser confirmada.
Inmediatamente circularon todo tipo de rumores y versiones. Entre ellas, una muy disparatada que señalaba que luego de triunfar en la elección presidencial, Alberto Fernández renunciaría aduciendo problemas de salud para dejar en la presidencia a Cristina Fernández de Kirchner.
A falta de confirmación sobre el estado de salud de Fernández el tema pronto fue olvidado.
El martes 29, los rumores sobre el estado de salud del hoy candidato electo volvieron a resurgir cuando circuló una fotografía (en realidad una infortunada selfi o autofoto) que mostraba en el fondo a Fernández derrumbado en una silla durante el acto de asunción del gobernador Juan Manzur en la ciudad de San Miguel de Tucumán.
Originariamente la fotografía que ilustra esta nota y la noticia sobre este hecho fue dada a conocer por el medio digital Mendoza Post (https://www.mendozapost.com/nota/134714-alberto-fernández-se-descompuso-en-tucuman-la-foto-que-se-viralizo). Ninguna fuente del Frente de Todos hizo comentarios sobre la misma.
La difusión de esta fotografía desató una nueva ola de versiones. Incluso aquella de que el mandatario electo en realidad padece de una enfermedad maligna en el pulmón.
Por su parte, la agencia digital de noticias TotalNews.com.ar difundió en el día de hoy la versión de que el domingo 27, mientras esperaba el resultado de los comicios Fernández debió ser atendido por un pico de presión arterial.
Pero ninguna de estas versiones pudo ser confirmada o tiene mayor sustento. Sin embargo resulta evidente que el mandatario electo tiene problemas para manejar los esfuerzos que le demanda una intensa actividad.
El tema es particularmente sensible porque Alberto Fernández es visto como un político más moderado que su vicepresidente y eventual reemplazo la populista Cristina Fernández de Kirchner. Además, Alberto Fernández expresa al peronismo histórico vinculado a los gobernadores de las provincias del interior del país y al sindicalismo peronista.
Cristina Fernández de Kirchner por el contrario sostiene un ideario de “socialismo del siglo XXI” con claras simpatías hacia la Venezuela de Nicolás Maduro y la Bolivia Multinacional de Evo Morales y un claro sesgo anticapitalista.
Es por ello, que los argentinos seguimos con particular preocupación cualquier noticia sobre la salud de nuestro próximo presidente.