CONSECUENCIAS PARA LA SEGURIDAD ALIMENTARIA
Se estima que el 60% de la humanidad consume pescado para alimentarse, esto hace importante poner la atención en la contaminación de los mares y océanos, la sobreexplotación y pesca ilegal, el cambio climático y la falta de voluntad política para priorizar estos temas.
Si no se toman medidas serias para proteger estos recursos, la seguridad alimentaria del ser humano se verá amenazada.
Debido al calentamiento de los mares y océanos producido por el cambio climático, un 50% de los arrecifes de coral para la mitad del siglo habrán desaparecido si no se toman medidas urgentes.
Los océanos han sufrido la contaminación de manos del hombre durante muchos años, actualmente hay estudios que demuestran que la degradación, especialmente en zonas costeras, se ha acelerado y han aumentado los vertidos industriales y la escorrentía procedente de explotaciones agrarias y ciudades costeras.
Declarar áreas marinas protegidas no sirve de nada si los ríos van llevando contaminantes hacia el océano.
Algunos de los contaminantes son plaguicidas, herbicidas, fertilizantes químicos, detergentes, plásticos, aguas residuales, hidrocarburos y otros, la mayoría se acumula en las profundidades del océano.
Las contaminaciones químicas procedentes de áreas urbanas hacen de los mares un gran “basurero”, contaminando y destruyendo las especies que nos sirven de alimento, los peces llegan a nuestra mesa afectados por los químicos siendo un peligro para la salud.
El 80% de los contaminantes son plásticos y no son biodegradables por lo cual se acumulan, las zonas más contaminadas son las costas de Francia, España e Italia, Indonesia, Mar Caribe, Mar Celta y Mar del Norte junto con el Golfo de Vizcaya y Golfo de León que le siguen en la lista de contaminación a nivel mundial.
También se acumulan en el fondo del mar los contaminantes radioactivos.
Además, algunos científicos han descubierto que los medicamentos que se ingieren y no llegan a ser procesados completamente por el organismo aparecen en los pescados que comemos.
Por otro lado, los vertidos de petróleo producen catástrofes naturales que pueden provocar la destrucción y muerte de millones de animales y plantas, esta es una contaminación muy difícil de limpiar ya que generalmente son cantidades importantes derramadas, esto repercute también en la calidad de los alimentos de origen marino que comemos.
En su Programa para el Medio Ambiente (PNUMA), la ONU indica que la contaminación plástica está fuertemente presente en muchos lugares, desde las playas de Indonesia hasta en el fondo del océano en el Polo Norte y está llegando por la cadena alimentaria a nuestras mesas, el 2 de mayo del corriente año ha dicho que para 2050 habrá más plásticos que peces en los océanos a menos que se dejen de utilizar artículos elaborados con ese material, como por ejemplo bolsas y botellas, también redes de pesca abandonadas que permanecen a la deriva o en el fondo del mar durante años y hacen que muchos peces queden atrapados en ellas.
Peter Malvik, Oficial de Comunicaciones del PNAM dijo, “Según algunas estimaciones, el 99% de todas las aves marinas habrán ingerido algún tipo de plástico a mediados del siglo".
La ONU ha lanzado la campaña “MARESLIMPIOS” durante la Cumbre Mundial del Océano que organizó en Bali The Economist a principio de este año, con el objetivo de erradicar el plástico de los mares, teniendo en cuenta que más de 8 millones de toneladas de plástico terminan en los océanos cada año.
La campaña “Mares Limpios” ya ha logrado importantes victorias para los océanos, pero el trabajo está lejos de terminar. Para 2022, pretendemos alcanzar la prohibición global de las micro perlas en los productos de cuidado personal y los cosméticos y una drástica reducción en la producción y uso de plástico de un solo uso, dijo Malvik.
En algunos lugares como el archipiélago de Ecuador, se han logrado recuperar el equilibrio de algunas especies, pero otras siguen amenazadas, para lograr algunos resultados se han establecido internacionalmente penalizaciones importantes.
Indonesia se comprometió a eliminar su basura marina en un 70 por ciento para 2025; Uruguay anunció que impondrá impuestos a las bolsas plásticas de un solo uso y Kenia acordó eliminarlas por completo.
Petri Suuronen (FAO), afirmó que los llamados micro plásticos a menudo transportan contaminantes tóxicos y representan un riesgo real para la seguridad alimentaria y la salud humana si entran en la cadena alimentaria a través de los peces que ingerimos, dijo además que “Con una población planetaria estimada en 9.700 millones de personas en 2050, la amenaza de las poblaciones de peces contaminados con micro plásticos y sus toxinas asociadas sería muy grande”
Sin acuerdos internacionales no se resolverá el problema de la contaminación plástica, a principios de junio, en Nueva York se realizó la Conferencia Oceánica, uno de los puntos fue un llamado a la acción para establecer el rumbo a seguir para hacer más sostenible la vida de las especies en los océanos y mares del mundo. Resolver el problema de la contaminación plástica requerirá más acuerdos internacionales.
El tema central de la conferencia fue la discusión sobre cómo alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 14, que busca aliviar la pobreza y la desigualdad, preservando al mismo tiempo al planeta, llamando a redoblar los esfuerzos para conservar y utilizar de manera sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos.
"La Conferencia Mundial de la ONU sobre los Océanos debe dar los primeros pasos para revertir la creciente maldición de la contaminación plástica marina. Todos tenemos responsabilidad en este asunto y todos debemos trabajar en sus soluciones”, subrayó Thompson, presidente de la Asamblea General de la ONU.
En el IV Congreso Mundial sobre Áreas Marinas Protegidas, se establecieron pautas para proteger por lo menos un 30% de los mares.
La acuicultura es un importante suministro de alimentos, es una de las principales contribuciones a la seguridad alimentaria, produce más de una cuarta parte de la pesca total mundial.
Los mares, océanos y zonas costeras ofrecen múltiples bienes y servicios medioambientales y culturales para el bienestar humano, la seguridad alimentaria y la nutrición del mundo. Son un componente esencial del ecosistema Tierra y son fundamentales para el desarrollo sostenible, ofrecen muchas oportunidades para reducir el hambre y la pobreza, generando crecimiento económico.
FAO, en su Código de Conducta para la Pesca Responsable, establece principios para la promoción de la pesca y la acuicultura sostenibles.
“La contaminación de los mares es un problema de todos y entre todos debemos solucionarlo”.