Entre el 11 y el 14 de julio, la vicepresidente argentina Gabriela Michetti realizará una visita de trabajo a Marruecos donde se reunirá con responsables gubernamentales, parlamentarios, así como con representantes de la Confederación General de Empresas de Marruecos y del Consejo Nacional de Derechos Humanos.
La presencia de la vicepresidente y presidente del Senado de la Nación en Marruecos evidencia la intención explicitada en diversas ocasiones por el gobierno de Mauricio Macri de romper con más de una década de aislamiento internacional del país y buscar nuevos socios y mercados para el desarrollo de la Argentina.
En este campo, África con 54 estados y un mercado potencial de más de mil millones de consumidores constituye un escenario geopolítico donde la Argentina no debe estar ausente.
En tal sentido, no existe mejor puerta para ingresar en el continente que reforzar los tradicionales vínculos de amistad con el Reino de Marruecos y proyectarlos al campo económico.
Especialmente tomando en consideración que Marruecos es el país con mayor gobernabilidad de África y el motor económico del Magreb.
Además, la diplomacia marroquí ha demostrado la creciente importancia internacional del país al reincorporarse a la Unión Africana, restablecer vínculos diplomáticos con Cuba e iniciar el proceso de cambio de estatus dentro de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO). Recordemos que, desde 2009, la República Argentina es un país observador dentro de la Unión Africana.
Precisamente, la CEDEAO es un importante foro económico y político regional, integrado por quince estados -próximamente dieciséis-, del que ni el MERCOSUR, en general, ni la Argentina en particular deberían estar ausente debido a que comparten con las naciones que la integran el espacio geopolítico del Atlántico Sur y economías que fácilmente pueden resultar complementarias.
Marruecos que está a punto de convertirse en miembro de pleno derecho de la CEDEAO -actualmente la integra, pero en calidad de observador- y mantiene fluidos vínculos con todos los Estados que la integran y puede facilitar y apoyar la incorporación de Argentina como país observador.
Pero, este no es el único ámbito en que ambos países tienen intereses en común que expandir.
Argentina y Marruecos comparten una común preocupación por la preservación del hogar común: la Tierra y, por tanto, en la lucha contra el calentamiento global.
En tal sentido, Marruecos cuenta con una invalorable experiencia en el aprovechamiento de las energías limpias y renovables, especialmente solar y eólica, que la Argentina podría utilizar debido a que cuenta con ecosistemas en el norte del país y en la Patagonia ideales para la producción de este tipo de energías.
Al mismo tiempo, Argentina puede ser un interesante socio para que Marruecos amplíe su ya importante presencia en América Latina. En especial, tomando en consideración la constante preocupación del rey Mohamed VI por expandir la cooperación Sur – Sur.
Argentina valora especialmente los permanentes esfuerzos evidenciados por Marruecos para encontrar una solución realista y negociada al conflicto en el Sáhara y colabora desde hace años con personal militar para integrar la MINURSO.
Desde la asunción de la Administración Macri, la presencia marroquí en el Río de la Plata se ha ampliado con la asistencia de la banda de música de las Fuerzas Armadas Reales en los tradicionales desfiles militares que conmemoran festividades patrias como el 25 de mayo o el 9 de julio.
Esta nueva visita de un alto funcionario argentino al reino marroquí, sin lugar a duda, ampliará los vínculos comunes extendiendo los intereses compartidos, potenciando la cooperación bilateral y posibilitando una mejor comprensión de la diversidad cultural entre dos países tradicionalmente amigos.
Es el momento oportuno para que la Argentina comience a interesarse por África y si este viaje de la vicepresidente Michetti contribuye en alguna medida a este propósito, enhorabuena.