La inocultable declinación internacional del Frente Polisario que pierde apoyos día a día ha llevado a los diplomáticos argelinos a implementar burdas maniobras para intentar dar un poco de aire al alicaído movimiento separatista.
En muchas ocasiones desde esta columna hemos expuesto los reveses internacionales del Frente Polisario y su creciente aislamiento diplomático. Hechos recientes han confirmado nuestras apreciaciones.
Recientemente, la IX Cumbre de la Conferencia Internacional de Tokio sobre el Desarrollo Africano -TICAD-, celebrada en Tokio fue escenario de una nueva maniobra escandalosa llevada a cabo por diplomáticos argelinos en favor de los separatistas polisarios.
Con la asistencia de diplomáticos argelinos un “representante” del Polisario, portando documentos apócrifos que lo acreditaban como parte de la delegación de Argelia, entró en la sala donde se llevaban a cabo las deliberaciones de la Cumbre portando un voluminoso portafolios. Inmediatamente extrajo de él una pancarta que decía “Saharaui Republic” y seguidamente procedió a sentarse simulando ser el miembro de una delegación invitada y reconocida por las autoridades de la TICAD.
Los medios de comunicación argelino, como parte de la maniobra fraudulenta, se apresuraron a fotografiarlo y difundir las imágenes, en una clara “fake news”, destinada a engañar al público haciéndole creer que la RASD era reconocida en la Cumbre como una representación estatal invitada.
La inmediata reacción de la delegación marroquí puso fin a la burda maniobra no sin que antes se generara un incidente nada diplomático.
A las conferencias del TICA, Japón invita únicamente a los Estados miembros de las Naciones Unidas. Después del incidente el ministerio de Relaciones Exteriores de Japón ha declarado que no había invitado a la RASD ni al Frente Polisario a la reunión y que nunca reconocerá a la falsa RASD.
El gobierno de Japón ha liderado la Conferencia Internacional de Tokio sobre el Desarrollo Africano, desde 1993, copatrocinada por las Naciones Unidas, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Banco Mundial y la Comisión de la Unión Africana.
La TICAD tiene un largo historial de colaboración para mejorar las condiciones sociales y económicas de África, principalmente brindando subvenciones y asistencia técnica a los países del continente.
El fracaso de esta insólita maniobra de Argelia y el Frente Polisario en la Cumbre de Tokio de la TICAD se suma a la reciente decisión de la Unión Africana de excluir a la RASD de las cumbres de la organización africana.
La exclusión de la RASD de las cumbres de Unión Africana puede interpretarse como un esfuerzo de la organización internacional para mantener la unidad y la coherencia en las relaciones con países de todo el mundo, evitando así divisiones y tensiones entre los países miembros.
Esta decisión constituye un grave revés, que marca la declinación del prestigio internacional de Argelia en el continente africano y un golpe demoledor para las ilusorias aspiraciones de los separatistas del Frente Polisario.
También es una prueba innegable de la creciente influencia internacional del Reino de Marruecos bajo la dirección del Rey Mohammed VI
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