Los países de América Latina conforman la región del planeta que con crecimiento económico más lento. Todos los países, menos Argentina en recesión en los últimos 10 meses. Curiosamente, Paraguay es uno de los países con mayor crecimiento.
Según el banco de inversión estadounidense JP Morgan Chase & Co (JPM) la región tendrá un crecimiento del 1,6%, algo similar al año pasado. Un crecimiento muy inferior al de África en el mismo período que alcanzó un 3,4% según el informe Africa’s Pulse del Banco Mundial.
Esta es una tendencia sostenida en el tiempo, en 2023, América Latina creció un 2%, mientras que África lo hizo al 2,6%.
Pero si se excluyera a la Argentina, América Latina alcanzaría el 2% de crecimiento este año. El JPM estima una caída de -3,6% para la economía argentina en 2004.
Según JP Morgan las grandes economías de América Latina han crecido en la siguiente forma:
- Brasil: +2,2%
- Chile; +2,7%
- Costa Rica: +4,5%
- Colombia: +1,7%
- Ecuador: +0,6%
- México: +2,1%
- Perú: +2,8%
- Paraguay: +4,6%
- R. Dominicana +6,4%
- Uruguay: +2,7%
El problema argentino
Mientras el resto de América Latina crece, lentamente, pero crece, la Argentina se debate en una aguda recesión que ya lleva diez meses continuados y que se ha agudizado por las políticas implementadas por el gobierno de Javier Milei destinadas a lograr superávit fiscal.
De hecho, el último Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) consignó que en el primer trimestre del año 2024 la economía argentina se contrajo un 5,3%: La retracción de marzo fue la quinta consecutiva, tras malos resultados medidos en noviembre (-0,9%), diciembre (-4.5%), enero (-4,1%) y febrero (-3%). El último resultado positivo se dio en octubre pasado, cuando el EMAE mostró una variación del 1% a favor.
El INDEC relevó dieciséis actividades económicas, todas ellas presentaron resultados negativos y algunas sufrieron descensos superiores al 30%, en el cuarto mes del año en curso. De igual manera, todos los sectores cerraron el primer cuatrimestre con balance negativo.
La industria de la construcción, según el INDEC, cayó un 37,2% en el mes de abril. También en los datos asociados al consumo se aprecia con claridad el efecto de la recesión. En marzo pasado, las ventas de los supermercados sufrieron una crisis interanual del 9,3%, mientras que los centros de compras registraron un descenso del 11,3% en sus ventas.
Según algunas estimaciones la recesión podría llegar este año al 6% situándose como la sexta recesión más profunda de la historia argentina contemporánea según el economista argentino Federico Poli.
El modelo de crecimiento de Paraguay
Mientras argentina es el país de América Latina que menos crece, o mejor dicho que desciende en sus niveles, económicos, el país del cono sur de América que más crece es Paraguay. Una nación mediterránea de 6,7 millones de habitantes, que ha creado un singular modelo de desarrollo basado en la estabilidad política, impuestos mínimos, facilidades para atraer inversiones extranjeras y exportación de ciudadanos paraguayos pobres.
En Argentina, por ejemplo, hay, según datos del INDEC, 522.598 residentes paraguayos legales y una población total de inmigrantes paraguayos de 916.136 habitantes, de los cuales aproximadamente 778.700 viven en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense.
Si bien, la colectividad paraguaya es muy laboriosa y contribuye con su trabajo especialmente a la industria de la construcción, muchos de estos inmigrantes paraguayos reciben educación, medicina y asistencia alimentaria gratuitas, además de pagos en efectivo a través de planes asistenciales y de vivienda del gobierno argentino.
Según fuentes paraguayas, el 25% de la población paraguaya vive fuera de su país. Esto tiene un importantes rédito económico. Por un lado, el gobierno tiene menor gasto social y por el otro algunos inmigrantes paraguayos envían remesas en dinero a sus familiares en Paraguay que contribuyen al fortalecimiento de la economía paraguaya.
Por último, en la última década, Paraguay, que tiene una fuerte asociación económica con Taiwán, se ha convertido en un polo de atracción de inversiones extranjeras, en especial agropecuarias provenientes de Argentina y Brasil, atraídas por la baja carga impositiva del país.
Los países de América Latina deberían seguir su ejemplo e implementar programas de atracción de inversiones que potencien su crecimiento económico. Sin embargo, la existencia de gobierno populistas, que implementan políticas de expansión del Estado y dan prioridad a las empresas estatales sobre el capital privado, aún cuando muchas de estas empresas son deficitarias, tecnológicamente atrasadas y con un gerenciamiento poco profesional, constituye un impedimento para atraer inversiones productivas.
Por lo tanto, es poco probable, al menos por el momento, que América Latina dinamice su economía e incremente el ritmo de su crecimiento.
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