El Reino de Marruecos dio ante la Corte Internacional de Justicia un nuevo testimonio de su apoyo al pueblo palestino.
El Rey de Marruecos Mohammed VI ha mantenido a través de los años un compromiso activo en apoyo de la causa palestina. Tal como se ha evidenciado en sus frecuentes discursos e intervenciones en diversos foros y en sus continuos envíos de ayuda humanitaria a Gaza para la situación de la población atrapada por el conflicto bélico entre Hamas e Israel.
Recientemente, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) solicitó al reino magrebí una opinión consultiva sobre las consecuencias jurídicas de las políticas y prácticas de Israel en Territorio Palestino Ocupado, incluida Jerusalén Este brindando en esta forma la ocasión a Marruecos de reiterar su posición inamovible en apoyo de la causa palestina.
Así, Marruecos reiteró su propósito de “trabajar por todos los medios legales a su alcance, para proteger el estatuto jurídico, histórico, político y espiritual de la Ciudad Santa, y preservarla en su vocación única de ciudad de paz y de encuentro para los fieles de todas las religiones monoteístas”.
El Reino reiteró, asimismo, “su compromiso activo en favor del respeto del derecho internacional y de la promoción de la paz en Oriente Medio, que pasa por la aplicación de una solución justa, global y duradera, basada en el principio de los dos Estados: un Estado palestino independiente sobre la base de fronteras del 4 de junio de 1967, con Al-Quds/Jerusalén Este como capital, viviendo al lado del Estado de Israel, en paz y seguridad, de conformidad con la legalidad internacional, las relaciones de las Naciones Unidas y la iniciativa de Paz Árabe.”
El alegato de Marruecos se basó en los principios consagrados en el “Llamamiento Al-Quds/Jerusalén”, firmado el 30 de marzo de 2019 entre Su Majestad el Rey Mohammed VI -Amir Al Muminin- y el papa Francisco I. Este importante documento subraya, en particular, que es “importante preservar la Ciudad Santa de Jerusalén/Al Quds Acharif como patrimonio común de la humanidad y, sobre todo, para los fieles de las tres religiones monoteístas, como lugar de encuentro y símbolo de convivencia pacífica donde se cultivan el respeto mutuo y el diálogo.”
“Para ello, es preciso preservar y promover el carácter multi-religioso específico, a la dimensión espiritual y la identidad particular de Jerusalén/Al-Quds Acharif. Por lo tanto, esperamos que se garantice la plena libertad de acceso a la Ciudad Santa para los fieles de las tras religiones monoteístas y el derecho de cada uno a ejercer su propio culto, para que en Jerusalén/Al-Quds Acharif, los fieles puedan rezar a Dios, Creador de todo, por un futuro de paz y fraternidad en la tierra.”
En esta forma, Marruecos estaba reiterando diplomáticamente su oposición a los intentos de Israel de convertir a Jerusalén/Al-Quds Acharif en la capital de su Estado.
Asimismo, el alegato de Marruecos recordó el “consenso de la comunidad internacional sobre el estatuto jurídico a los asentamientos israelíes en algunas partes del Territorio Palestino Ocupado -incluida Jerusalén/Al-Quds Este-”, subrayando que “constituyen un obstáculo a la paz y amenazan con hacer imposible una solución de dos Estados.”
Marruecos abogó en su respuesta por “la resolución del conflicto israelo-palestino mediante el diálogo y la negociación, en el respeto del marco de negociación de las Naciones Unidas, y en particular de las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad, sigue siendo la piedra angular para una paz y una estabilidad duradera en Oriente Medio.”
“Esta visión estructura el accionar del Reino de Marruecos, tanto a nivel bilateral como multilateral, en el seno de las Naciones Unidas -en el marco de los trabajos de la Asamblea General y de sus seis Comisiones principales, así como de las agrupaciones regionales que representan a la Liga de Estados Árabes y a la Organización de Cooperación Islámica.”
Por último, en su alegato, Marruecos recogió el mensaje de Su Majestad, el Rey Mohammed VI con motivo de la celebración, en noviembre de 2022, del Día Mundial de Solidaridad con el Pueblo Palestino, en el que el Soberano afirmó: “En la misma medida que afirmamos que el estado de impasse que conoce la operación política entre las partes palestina e israelí no favorece la paz que deseamos para la zona, animamos los signos positivos y las laudables iniciativas llevadas a cabo para restaurar la confianza, con el objetivo de lanzar negociaciones serias, capaces de alcanzar una solución justa, global y permanente a la cuestión palestina, conforme a las resoluciones de la legalidad internacional y sobre la base de la solución de los dos Estados, considerada como una opción realista.”
Como puede apreciarse para Marruecos, y muy especialmente para su Rey, el apoyo sostenido al pueblo palestino es una acción prolongada en el tiempo que tiene bases morales, religiosas y de solidaridad con otros pueblos musulmanes. Por lo tanto, no está afectada por otros acuerdos y coincidencias coyunturales de la política internacional.
El Rey Mohammed VI es y será siempre un protector de Jerusalén/Al-Quds Acharif, la ciudad donde los hombres de todas las creencias pueden hablar con Dios.
Discussion about this post