El Departamento de Estado de los Estados Unidos ratificó que el reconocimiento a la soberanía marroquí sobre su territorio sahariano es una política de Estado permanente.
La política exterior de Marruecos, diseñada muy hábilmente por Su Majestad el Rey Mohammed VI durante décadas, ha consistido en forjar un sólido y diversificado sistema de alianzas con otros Estados destinado a cumplir diversos propósitos, entre los que cabe mencionar: atraer inversiones productivas al Reino y abrir nuevos mercados a las exportaciones marroquíes, incrementar la presencia marroquí en África y Medio Oriente; y muy especialmente consolidar el apoyo internacional al reconocimiento de las soberanía marroquí sobre su Sáhara.
Esa red de alianzas involucra a los países hermanos árabes y de África, como así también a las principales naciones occidentales, evitando hábilmente caer bajo el hegemonismo o en las esferas de influencia de otras potencias regionales.
En el corazón de ese sistema de alianzas, se sitúan las relaciones entre Marruecos y los Estados Unidos.
La importancia de los Estados Unidos radica, especialmente, en que este país ha sido el primero en reconocer la plena y absoluta soberanía de las provincias del Sur y en considerar a esa región en una parte más del territorio marroquí, en diciembre de 2020.
Esa declaración también reconoció a la Iniciativa para la Negociación de un Estatuto de Autonomía para la Región del Sáhara, presentado por el Reino de Marruecos, ante la Organización de Naciones Unidas, en 2007, como “la única solución seria, creíble, realista y posible” para la solución del diferendo artificial que mantienen los separatistas del Frente Polisario con el apoyo de Argelia.
Esta declaración acaba de ser ratificada por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, en vísperas de la visita que esta semana realizó el Subsecretario de Estados Unidos para África del Norte, Joshua Harris a Rabat, quien reiteró que no hay cambios en la posición clara y constante de los Estados Unidos.
Esta reiteración tuvo por objeto despejar toda duda e interpretación maliciosa, es por ello que, el gobierno de los Estados Unidos ratificó que su posición en lo que respecta a soberanía marroquí sobre el Sáhara es una política de Estado que mantienen y respaldan las sucesivas administraciones estadounidenses.
Durante la visita, el subsecretario también abordó el fortalecimiento de los vínculos bilaterales en materia de cooperación en cuestiones de seguridad para potenciar la estabilidad en las zonas más conflictivas del Norte de África y el Sahel. Temáticas en las cuales Marruecos es un sólido aliado de los Estados Unidos.
La visita del alto funcionario estadounidense, la declaración del Departamento de Estado que le precedió y el arribo a Marruecos de los primeros 162 vehículos blindados de combate Abrahams M1A2SepV3 constituyen nuevas e inocultables evidencias del apoyo estadounidense al Reino Magrebí y de la exitosa política internacional implementada por el Rey Mohammed VI.