La Gendarmería Saharaui que responde al Frente Polisario ha reprimido violentamente a los manifestantes que reclamaban por la libertad de los presos políticos en los campamentos de Tinduf
Los terroristas separatistas del Frente Polisario retienen desde hace casi cincuenta años a un número indeterminado de marroquíes de origen étnico saharaui en infames campamentos en la región desértica de Tinduf, el extremo sur de Argelia.
Decimos un “número indeterminado” porque nunca el Frente Polisario ha permitido a Naciones Unidas realizar un censo de la población confinada en esos campamentos.
Mantener en una cifra incierta la cantidad de habitantes residentes en Tinduf permite a los dirigentes del Polisario solicitar un monto mayor de ayuda humanitaria del que requiere la supervivencia de los infortunados allí confinados por generaciones.
En esta forma, los productos sobrantes de la ayuda humanitaria recibida pueden ser ilegalmente comercializados en los mercados informales del Sahel.
Las abultades ganancias arroja el tráfico ilegal de ayuda humanitaria sostiene las operaciones internacionales del Frente Polisario y llena los insaciables bolsillos de los dirigentes separatistas y de sus socios argelinos.
No obstante, los líderes del Frente Polisario no se conforman con enriquecerse a costa del hambre y los sufrimientos de los marroquíes saharauis, también persiguen con saña cualquier queja o manifestación de la disidencia dentro de Tinduf.
No solo los descontentos y disidentes son perseguidos y hostigados sin piedad, también sus familiares sufren sanciones (tales como la reducción de las cuotas alimenticias que reciben semanalmente para su supervivencia) y persecuciones.
Así ha ocurrido, por ejemplo, con familiares de Hach Ahmed Bericalla, presidente del Movimiento Saharaui por la Paz, una agrupación constituida, en 2020, por elementos disidentes del Frente Polisario que demandaban mayores libertades y democracia dentro del grupo separatista y la implementación de una política más realista con respecto a Marruecos.
Familiares de Hach Ahmed fueron hostigados, golpeados y encarcelados para intentar intimidar al dirigente disidente.
Hace unos días los dirigentes del Frente Polisario cometieron un nuevo atropello a las libertades esenciales de protesta pacífica y peticionar a las autoridades al reprimir la Gendarmería Saharaui con dureza inusitada una manifestación realizada por los familiares del preso político saharaui Mohamed Salem Maa El Ainin Asweed para pedir su liberación, frente a la oficina privada del secretario general del Frente, el terrorista Ibrahim Ghali.
El brutal ataque de la Gendarmería Saharaui provoco golpes y heridas en algunas mujeres que reclamaban pacíficamente. Luego fueron detenidos y remitidos a la prisión de Dheibiya los siguientes manifestantes: Didi Mohamed Souid, Mohamed Malaainine Souid, Abdelhay Limam Jouli, Banna Ould Bougrine, Ould Zobeir Ould Maatala, Ould Abrier, Khalihenna Ould Jouli Ould Nane, Hossein Ould Sidi Musa, Moulay Ould Malaainine Sould y Hmetou Ould Maatala.
Las organizaciones humanitarias y defensoras de los derechos humanos en la Europa comunitaria y en los Estados Unidos, que suelen apoyar y financiar al Frente Polisario, tienen ahora la responsabilidad moral de demandar a Brahim Ghali y sus secuaces la inmediata libertad de todos los presos políticos encarcelados en Tinduf, por el único delito de reclamar mayores libertades y una auténtica democracia en los campamentos argelinos.
También el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, debe inmediatamente solicitar a la dirigencia del Frente Polisario que cese la brutal represión que ha desatado en Tinduf y la urgente liberación de los detenidos.
Hoy los ojos del mundo observan la política criminal que el Frente Polisario está aplicando sobre la población retenida por la fuerza en los campamentos de Tinduf.
También el presidente Abdelmadjid Tebboune y los militares que son el real poder en Argelia deben recordar que por ser el país anfitrión de los campamentos de Tinduf y el principal sostén del Frente Polisario son internacionalmente responsables de las violaciones a los derechos humanos que allí se cometan.