La prestigiosa revista estadounidense Newsweek acaba de publicar un artículo en apoyo de la soberanía del Reino de Marruecos sobre el Sáhara.
Bajo el reinado de Mohammed VI, Marruecos ha registrado una importante modernización, un relevante crecimiento económico, desarrollo industrial y ha captado importantes inversiones productivas extranjeras.
Desde 1999, el Reino de Marruecos ha suscripto importantes tratados de cooperación económica con actores relevantes: el Acuerdo Euro – Mediterráneo de Asociación Unión Europea – Marruecos (2000); el Acuerdo de Libre Comercio entre Marruecos y Estados Unidos (2006) y el Acuerdo Árabe – Mediterráneo de Libre Comercio entre Marruecos, Egipto, Jordania y Túnez (Acuerdo de Agadir 2001), entre otros. Incluso tiene, desde 2010, con el Mercosur un Acuerdo Marco de Comercio.
Por lo que podría decirse que el Reino cuenta con una economía abierta al mundo y en crecimiento que sirve de apoyo a su política exterior y que permite alcanzar los intereses permanentes del Reino.
Precisamente, en procura de esos intereses permanentes en la región del Sáhara, la hábil diplomacia desarrollada por Mohammed VI ha logrado sumar apoyos claves a la defensa de su soberanía en las provincias del Sur.
En 2020, los Estados Unidos de América reconocieron la soberanía marroquí sobre el Sáhara y, en 2022, España aceptó y decidió apoyar la propuesta marroquí para la Negociación de un Estatuto de Autonomía para la Región del Sáhara que otorgue a los marroquíes de origen saharaui la posibilidad de conformar un gobierno autónomo bajo la soberanía marroquí conforme a sus tradiciones y leyes ancestrales.
España reconoció que esta propuesta es la única solución realista y posible para la solución del conflicto artificial en el Sáhara que mantiene las tensiones en el Norte de África desde hace casi medio siglo.
La propuesta para un Estatuto de Autonomía fue presentada en Naciones Unidas, en 2007, donde tuvo una favorable acogida.
Además, estos apoyos claves, Marruecos también ha recibido el respaldo y la solidaridad de treinta Estados que han abierto oficinas consulares en las ciudades saharianas de Dajla y El Aiún.
El mayor peso internacional de Marruecos es tan evidente que hasta la prestigiosa revista estadounidense Newsweek publicó recientemente un artículo, firmado por el periodista Gordon Chang, destacando los logros de Marruecos en el reconocimiento de su soberanía sobre el Sáhara y repasa los vínculos de fraternidad que desde hace siglos mantiene el Reino Alauí y la hoy mayor potencia del planeta.
Pero, quizá lo más destacado del artículo es que su autor reconoce que el Frente Polisario es un grupo separatista que no defiende los intereses de los saharauis sino de Argelia. También reconoce que no existe ninguna entidad denominada República Árabe Saharaui Democrática.
Al mismo tiempo, señala que mientras Argelia apoya con armas, dinero y protección diplomática al separatismo de algunos marroquíes saharauis, combate duramente, en muchos caos violando los derechos humanos de esa población con el uso de torturas y largas condenas de cárcel, a los bereberes de la Cabilia que a través del Movimiento para la Autodeterminación de la Cabilia (MAK), aspiran desde 2001 a crear un régimen de autonomía para su pueblo.
Es decir, que el gobierno argelino apoya el derecho a la autodeterminación de otros pueblos, pero se niega a reconocerlo cuando se lo pretende aplicar en su propio territorio.
Finalmente, la publicación estadounidense cita la opinión del ex Embajador de los Estados Unidos en Rabat, Thomas Riley, quién afirmó contundentemente: “Marruecos es un país estable, exportador de seguridad, contrariamente a Argelia y al resto de la región, que son particularmente inestables.”
La opinión del diplomático estadounidense es muy acertada. Marruecos es un garante de la paz y del respeto a los derechos humanos no solo en el Norte de África sino en todo el continente africano en donde la figura del Rey Mohammed VI despierta respeto y admiración y su opinión en favor del bienestar de los africanos es ampliamente valorada en toda África.