CONTENIDO
En este artículo quiero presentar al público argentino al periodista y escritor anticomunista español Federico Jiménez Losantos. A quien a priori podríamos comparar por su estilo de periodismo al conductor televisivo Ángel “Baby” Etchecopar o el empresario, periodista y candidato a diputado por el Partido Popular, Santiago Cúneo, por su marcado uso de la sátira, la ironía y la crítica dura, así como su tendencia a denominar con sobrenombres, muchas veces ofensivos e insultos a los diversos personajes de la actualidad política. Este particular estilo periodístico ha llevado al Jiménez Losantos numerosas veces ante los tribunales por juicios de calumnias.
Aunque resulta necesario señalar que Jiménez Losantos posee una formación intelectual y un talento como escritor muy superior que se evidencia en sus artículos y libros.
EL AUTOR
Federico Jorge Jiménez Losantos nació en Orihuela del Tremedal, Teruel, el 15 de septiembre de 1951 en tiempos de la dura posguerra española en pleno franquismo, cuando el país intentaba recuperarse de la Guerra Civil y del aislamiento diplomático a que lo sometieran los vencedores de la Segunda Guerra Mundial.
Pertenecía a una familia humilde su padre era zapatero y su madre y sus abuelos maternos eran maestros. A los diez años obtuvo una beca rural que mantuvo a través de los años y que le permitió completar sus estudios elementales y secundarios graduándose de bachiller en el Instituto de Enseñanza Media de San Pablo en Teruel. Estudio Filosofía y Letras en la Universidad de Zaragoza y en 1971 se trasladó para cursar la especialidad de Filología Española en la Universidad de Barcelona donde se licenció con una tesina sobre las acotaciones a los esperpentos de Valle-Inclán, dirigida por Joaquín Marcó.
Durante sus primeros años como graduado, residiendo en Barcelona, ejerció como docente de enseñanza media hasta que gradualmente fue pasando del campo literario y cultural al periodismo político.
Algo similar ocurrió con su militancia política que transitó desde la extrema izquierda maoísta hasta la derecha alternativa española pero siempre defendiendo la unidad de España oponiéndose a los nacionalismos separatistas.
Comenzó su militancia en los años finales del régimen franquista formando parte de la Organización Comunista de España – Bandera Roja, de ideología maoísta y luego en el Partido Socialista Unificado de Cataluña, de ideología comunista.
Un viaje a la República Popular China en los años finales de la Revolución Cultural (1976) lo desencantó de las bondades del comunismo por el resto de su vida.
Durante los años de la “Transición Española” militó en diversas expresiones del socialismo español pero siempre enfrentado con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), (integró sucesivamente el Partido Socialista de Aragón y el Partido Socialista de Andalucía). Por la adhesión que el PSOE al nacionalismo catalán y su abandono de los españoles residentes en Cataluña que hablaban en castellano.
En 1980, dejó de colaborar con el diario El País (vinculado al PSOE) y se incorporó al Diario 16. Este medio publicó, el 25 de enero de 1981, el Manifiesto por la Igualdad de Derechos Lingüísticos en Cataluña -también conocido como Manifiesto de los 2.300-. Jiménez Losantos era uno de los intelectuales españoles que vivían en Cataluña y firmaron el documento.
El 21 de mayo de 1981, fue secuestrado por miembros de la organización terrorista y separatista catalana “Terra Lliure”. Durante su cautiverio recibió un disparo en la rodilla efectuado por el terrorista Pere Bascompte Carbonell que le provocó una visible renguera permanente.
Los terroristas dejaron a Jiménez Losantos atado a un árbol y sangrando en inmediaciones de Santa Coloma de Gramanet donde finalmente lo halló la policía. Hoy Pere Bascompte Carbonell es uno de los dirigentes del partido separatista Ezquerra Republicana de Catalunya.
Después del secuestro y atentado, Jiménez Losantos y otros firmantes del Manifiesto de los 2.300 abandonaron Cataluña.
Instalado en Madrid retomó la docencia dictando clases en el Instituto Lope de Vega y el periodismo en Diario 16.
En 1986, ascendió a Jefe de la Sección Opinión en dicho diario, fue columnista de la revista Cambio 16. En 1987, comenzó como columnista del diario conservador ABC, el decano de la prensa madrileña.
A comienzos de la década de los noventa comenzó a colaborar en la cadena de radio Antena 3. Con la aparición de la televisión privada en España comenzó a colaborar con Antena 3 Televisión dirigiendo programas culturales. Fue comentarista político del noticiero de Luis Herrero y, más tarde, de la sección “Fuego Cruzado”, de Informativos Telecinco. Fue también panelista fijo en programas nocturnos de radio como “Hora Cero” de José Luis Balbín y, posteriormente, en “La Linterna” de Luis Herrero, en la Cadena de Ondas Populares de España (COPE) organización de medios ligados al Partido Popular.
En 1998, se convirtió en editor de la revista “La ilustración liberal” y se hizo cargo del programa nocturno de la COPE, “La linterna”.
En 1999, Jiménez Losantos fue el inspirador y fundador del Grupo Libertad Digital, del cual es uno de los accionistas mayoritarios y presidente, y comenzó a escribir en el diario exclusivamente electrónico “Libertad Digital” desde su aparición en marzo de 2000.
También en 1999, abandonó tras una década la redacción de ABC y pasó a colaborar con el diario El Mundo, donde sigue publicando lunes, miércoles y viernes la columna “Comentarios Liberales”.
En 2003 pasó a dirigir el programa matinal que pasó a ser uno de los programas con mayor audiencia de España. En 2009, debido a presiones de un sector del Partido Popular, dejó la COPE y junto con los periodistas César Vidal y Luis Herrero pasaron a la emisora “esRadio”, del Grupo Libertad Digital, donde desde entonces conduce “La mañana de Federico”, que los interesados pueden seguir por Youtube.
Federico Jiménez Losantos podría ser considerado desde el punto de vista ideológico como el máximo exponente intelectual de la “derecha alternativa”, o más precisamente del “liberalismo alternativo” en España.
Un liberalismo alternativo que pretende frenar el avance del comunismo. Es particularmente crítico de los partidos populistas de izquierda que terminan implantando dictaduras estatistas que van erosionando gradualmente las libertades civiles y el espacio de la libre empresa y la propiedad privada.
También es un crítico feroz de las organizaciones terroristas como la ETA y de los partidos separatistas catalanes, vascos, catalanes o canarios.
Jiménez Losantos es un pertinaz censor de aquellos políticos que por mantener “la corrección política” aceptan con indiferencia, hechos que en su opinión, atentan contra el espíritu de la constitución española de 1978 y la integridad territorial española, como el Estatuto de Autonomía de Cataluña. Es por lo que percibe a los partidos separatistas como cómplices de ETA, “anticonstitucionales” y “enemigos de España”.
Es también uno de los exponentes más destacados de las teorías conspirativas en torno del atentado del 11 de marzo de 2004 (11-M) en las estaciones de trenes de cercanías en Madrid por la organización Al Qaeda y en el que murieron 193 personas y dos mil resultaron heridas.
Las teorías conspirativas sobre el 11-M ponen en duda la instrucción judicial y consideran que el atentado que se llevó a cabo tres días antes de las elecciones generales para desalojar al Partido Popular del gobierno y cambiar radicalmente la historia de España.
EL LIBRO
“La vuelta del comunismo” fue publicado en una prolija edición de tapa dura y con fotografías de calidad en noviembre de 2020. El ejemplar que hemos empleado para realizar la reseña pertenece a la cuarta edición de fecha diciembre de 2020 lo cual indica el interés que el libro y su autor han despertado especialmente a los lectores españoles durante el primer año de la pandemia.
El texto de 425 páginas está dividido en siete capítulos, más un prólogo y un breve epílogo y bibliografía de referencia. Algunas afirmaciones están respaldadas con citas al pie. Aunque no tienen todas las citas bibliográficas necesarias.
Hubiera sido conveniente que el autor incluyera un índice de siglas que no siempre están explicadas en el texto. Especialmente para el lector no español. Aunque es evidente que el autor, como buen periodista que es, parece haber escrito su libro para el público español posiblemente olvidando que el mundo es cada día más global y que la política española también interesa a los lectores e investigadores que no viven en la Península.
La lectura es ágil y amena al punto de ser apto para una entretenida lectura de verano. Lo único que demora un poco la lectura son los juegos de palabras que emplea Jiménez Losantos para referirse a algunos personajes. Al ex líder de Podemos, Pablo Iglesias, por ejemplo, lo denomina “Pablenin”, uniendo los nombres de “Pablo” y “Lenin”.
El primer capítulo detalla las negociaciones y conflictos entre los líderes políticos españoles que dio por resultado la formación de una coalición electoral entre el PSOE y Unidos Podemos acompañados por partidos separatistas para llevar a La Moncloa a Pedro Sánchez.
El segundo capítulo describe la trama secreta o al menos frecuentemente ocultada de las luchas armadas (con empleo de artillería y aviones) en Madrid entre los partidos del Frente Popular. Los republicanos liberales, socialistas y anarquistas que, en 1939, impulsaban la rendición ante las fuerzas franquistas para evitar prolongar inútilmente el final de la guerra y aumentar el número de víctimas fatales, por un lado.
Por el otro estaban el PSOE y los comunistas que respondían a las directivas de Josif Stalin intentaban continuar la lucha en España a la espera de que estallara la Segunda Guerra Mundial. Contienda sumamente sangrienta que se resolvió a favor de los primeros.
El capítulo tercero describe el proceso separatista en Cataluña destacando la oportuna reacción del rey Felipe VI en defensa de la integridad territorial de España. También se ocupa de la forma en que el gobierno de izquierda gestionó la pandemia del Covid 19.
Los capítulos cuarto y quinto están dedicados a reseñar la vida política de la familia de Pablo Iglesias cuyo abuelo y padre tuvieron curiosas relaciones de militancia comunista y al mismo tiempo fueron funcionarios del régimen franquista.
El tema le la oportunidad a Jiménez Losantos para describir los distintos grupos comunistas que llevaban adelante la lucha armada, sin ningún apoyo de masas, contra el régimen franquista en la década de los sesenta. Así nos habla en detalle del Partido Comunista Español Marxista Leninista [PCE (M-L)], la Unión de Combatientes Española, el Movimiento por la Tercera República, Organización Marxista Leninista Española, PCE ® / GRAPO, Frente Revolucionario Antifascista y Patriótico (FRAP), Comisiones Obreras y otros.
El capítulo sexto describe las actividades del exjuez Baltasar Garzón, a quién el autor denomina “el juez Campeador”. Allí menciona entre otros muchos datos describe como el magistrado perdió su cargo en febrero de 2012 condenado por prevaricación (es decir, por dictar a sabiendas sentencias injustas) en el denominado “Caso Gürtel” y las escuchas ilegales a los presos.
También explica como a partir de ser apartado de la justicia el exjuez, actuando como abogado particular, se transformó en defensor de narcotraficantes y terroristas. Entre otros casos Garzón fue defensor del traficante de armas sirio Monser Al Kassar al que logró liberar por “falta de pruebas” en el juicio que se seguía por su participación en el secuestro, el 7 de octubre de 1985, por cuatro integrantes del Frente de Liberación de Palestina, cuando navegaba en aguas del Mediterráneo, frente a las costas de Egipto. Recordemos que en ese hecho los terroristas ultimaron al pasajero discapacitado judío – estadounidense León Klinghoffer y arrojaron su cuerpo en silla de ruedas por la borda.
También defendió al político y magnate italiano Silvio Berlusconi en el “Caso Telecinco” y es también defensor del testaferro del dictador venezolano Nicolás Maduro, Alex Saab, detenido el 12 de junio de 2020, cuando su avión hizo escala en el Aeropuerto Internacional Amílcar Cabral de la isla caboverdiana de Sal, y es reclamado por los Estados Unidos acusado de legalizar 350 millones de dólares empleando el sistema financiero estadounidense. Sobre Saab pesa una circular roja de Interpol pedida por la justicia americana.
Cabe destacar sobre Baltasar Garzón, que en 2012, cuando perdió su cargo de juez en España, fue contratado por la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner como Asesor Internacional en materia de Derechos Humanos con un sueldo aproximado de siete mil dólares mensuales y otorgó la residencia permanente en el país.
El último capítulo está dedicado a describir la confrontación actual (que algunos autores como el coronel español Jorge Baños o el economista liberal Javier Milei militarizan como “combate” o “guerra cultural”) entre teorías, movimientos y organizaciones de izquierda que defienden las políticas de género, el derecho al aborto, el control de armas en poder de los civiles, la protección del medio ambiente, el veganismo y hasta la pedofilia o se oponen al racismo. Tales como el Movimiento Me Too, la Teoría Queer o el Movimiento Black Lives Mateer, los movimientos feministas.
En el bando opuesto se sitúan los partidos y organizaciones que defienden valores religiosos, que se oponen a la legalización del aborto en nombre del derecho a la vida, el derecho a tener y portar armas por parte de los civiles, la eliminación de los cupos reservados por sexo o raza, etc.
Jiménez Losantos analiza críticamente el accionar de estos movimientos en el mundo y particularmente en España. En especial ataca duramente la Ley de Violencia de Género, la Ley de Libertad Sexual y hasta la Ley de Memoria Histórica, sancionadas en España por gobierno del PSOE.
Sobre esta última ley, el autor acusa a la izquierda española de pretender instalar una idea de la historia española parcial e inexacta. En este punto es imposible no comparar la deformación que la izquierda pretende realizar con la historia española con el “relato kirchnerista” sobre la violencia política en la Argentina de los años setenta.
El autor también condena duramente el traslado de los restos del general Francisco Franco de su tumba en el Valle de los Caídos, afirmando que estas acciones no han hecho más que restaurar los odios de la Guerra Civil, y que son contrarias al espíritu de reconciliación que orientó la transición a la democracia en España y sólo han logrado que renaciera el franquismo y se creara una grieta entre los españoles.
RECOMENDACIÓN FINAL
¿Por qué deben leer un libro de política española los argentinos? Podría decir que por muchos motivos.
El primer motivo son los vínculos entre Pablo Iglesias y Cristina Fernández de Kirchner, entre Podemos y el PSOE y el kirchnerismo. También porque Jiménez Losantos consigna muchos datos sobre Venezuela, Cuba y hasta de Argentina que son de interés también para el lector argentino.
Después porque es otra mirada de la realidad que no teme en abandonar el discurso e interpretación de la política a través de lo que la izquierda pretende imponer como políticamente correcto.
Por último, lo recomiendo porque he pasado un buen rato al leerlo.