Después de una exitosa campaña de vacunación en la cual Marruecos ha inmunizado con dos dosis de vacuna anticovid al 12% de su población y aplicado más del 90% del total de las dosis que han llegado a África, siguiendo las expresas directivas de Su Majestad el Rey Mohammed VI, el Reino Magrebí se enfoca en una segunda fase de lucha contra la pandemia. En ella a corto plazo Marruecos producirá cinco millones de dosis de vacunas anticovid por mes.
La base para este desarrollo biotecnológico es la firma de un acuerdo multifactorial estratégico, político, estatal entre el Estado marroquí y el Grupo Farmacéutico Nacional de China (Sinopharm).
El acuerdo, que involucra una inversión de quinientos millones de dólares contempla el empleo de las instalaciones de llenado aséptico de la Société de Thérapeutique Marocaine (SOTHEMA) para el fraccionado y llenado de vacunas chinas bajo el sistema “fill & finish”.
El sistema “fill & finish” (acabado y rellenado) es al mismo que emplean Argentina y México para la producción de vacunas de la farmacéutica AstraZeneca mediante el acondicionamiento primario (llenado aséptico) y acondicionamiento secundario de su producto terminado en condiciones especiales de temperatura.
También España realiza el “fill and finish” de la vacuna Janssen, farmacéutica propiedad de la empresa Johnson & Johnson. La materia prima es producida en Holanda y el completado y envasado en la fábrica Reig Jofre de San Joan Despí en Barcelona.
En una segunda etapa, Marruecos que ya produce insumos médicos (barbijos y respiradores para terapia intensiva, entre otros elementos) recibirá transferencia tecnológica para llevar a cabo todo el ciclo de producción de vacunas en el Reino.
Hasta el momento, Marruecos cuenta con un importante desarrollo en el Tecno parque de Casablanca y unas quince universidades con infraestructura especializada y programas en macha para el desarrollo biotecnológico. Antes de la pandemia, las actividades de biotecnología en Marruecos estaban orientadas a la investigación y producción de tejidos para la producción agrícola. Pero, esa experiencia y el personal altamente capacitado con que cuenta Marruecos en este campo le permitirán rápidamente adaptarse a la producción farmacológica.
Cabe destacar, que este avance ha sido posible por la hábil diplomacia desarrollada por el Rey Mohammed VI y su rapidez de reflejos. El Rey ha logrado en fecha tan temprana como el 31 de agosto de 2020, el apoyo y la solidaridad del presidente chino Xi Jing para superar la crisis provocada por la pandemia. La producción de vacunas chinas en Marruecos es uno de los resultados positivos de la gestión de Su Majestad.
En esta forma, el Reino de Marruecos se incorpora al selecto club de los países con capacidad biotecnológica para producir vacunas. Un hecho que favorecerá a los países más pobres de África a quienes tanto el Rey Mohammed VI como el pueblo marroquí en su conjunto siempre están dispuestos a socorrer en las emergencias y desgracias.
Al desarrollar Marruecos sus propias vacunas hay muchas más posibilidades de que pueda donar vacunas a sus hermanos africanos.
Este acontecimiento marca una nueva y notable diferencia entre Marruecos y su rival geopolítico regional Argelia. La República Argelina democrática y Popular invierte sus recursos en armamentos mientras que es incapaz de tratar a su propio presidente de covid y debió enviarlo a Alemania para su curación. Incluso el criminal separatista polisario Brahim Ghali debió ser internado clandestinamente en España por la misma razón.