CONTENIDO
El grooming de niños por Internet es un nuevo tipo de delito que atenta a la seguridad de los menores en Internet, consistente en acciones deliberadas por parte de un adulto de cara a establecer lazos de amistad con un niño o niña en Internet, con el objetivo de obtener una satisfacción sexual mediante imágenes eróticas o pornográficas del menor o incluso como
EL PROCESO DE GROOMING
El grooming es un proceso que comúnmente puede durar semanas o incluso meses, variando el tiempo según la victima y que suele pasar por las siguientes fases, de manera más o menos rápida según diversas circunstancias:
- El adulto procede a elaborar lazos emocionales (de amistad) con el menor, normalmente simulando ser otro niño o niña.
- El adulto va obteniendo datos personales y de contacto del menor.
- Utilizando tácticas como la seducción, la provocación, el envío de imágenes de contenido pornográfico, consigue finalmente que el menor se desnude o realice actos de naturaleza sexual frente a la webcam o envíe fotografías de igual tipo.
- Entonces se inicia el ciberacoso, chantajeando a la víctima para obtener cada vez más material pornográfico o tener un encuentro físico con el menor para abusar sexualmente de él.
La masificación de las tecnologías, el mayor tiempo de los chicos ante Internet, especialmente en estos momentos por el encierro generado por la pandemia y la brecha generacional que se produce cuando los niños manejan las computadoras mucho mejor que los padres, hacen que este delito sea más recurrente .
Sólo uno de cada cuatro padres parece estar al corriente de las amenazas que se ciernen sobre los menores cuando: facilitan datos personales; difunden imágenes de un tercer menor; cuando graban y difunden imágenes propias.
La globalización agrava el problema, no sólo por la facilidad de enviar fotos y videos a todas partes del mundo, sino también porque las legislaciones de los diferentes países no son necesariamente compatibles entre sí.
Por ejemplo, una imagen que es ilegal en Estados Unidos podría no serlo en Alemania.
Muchos factores contribuyen a que los menores estén más expuestos a situaciones riesgosas. Las cámaras fotográficas digitales, los celulares con cámara incorporada, los mensajes de texto, las salas de chat, y los sitios de redes sociales como Facebook, MySpace, Hi5, Messenger,nInstagram, Tick Tock, Twitter, entre otros, permiten a los niños acceder a comunidades virtuales donde no existe claridad respecto de la identidad de las personas con quienes conversan o relacionan. Es ahí donde conviven sin restricciones posibles víctimas y victimarios y se genera un ambiente propicio para el anonimato y el encubrimiento de los abusadores.
MODO DE ACTUAR DE ABUSADORES SEXUALES
Los mecanismos más frecuente empleados para el desarrollo de este tipo de comunidades incluyen:
a. Contactos vía Chat.
b. Invitación a unirse a una comunidad Virtual.
c. Oferta de Venta de Pornografía Infantil, venta de menores, intercambios, etc.
El victimario ingresa a los fotolog, Facebook, (sitio web en el que los usuarios suben fotografías y arman sus propios blogs, donde muestran sus perfiles -nombre, edad, gustos, hobbies-, y se comunican con sus pares-).
Una vez que eligió a su víctima entabla una relación hasta ganarse su confianza de manera tal que puedan comunicarse mediante el Messenger, WhatsApp, Zoom, Meet y otros programas.
Una vez que el delincuente informático consiguió que el adolescente lo acepte en su lista de contactos, comienza a insertar contenidos sexuales en las conversaciones hasta que el menor accede a realizar ciertos “juegos” con prendas que comprometen cada vez la intimidad del acosado.
Según los profesionales, uno de los más comunes es cuando el victimario le propone al chico un juego de preguntas y respuestas en el que por cada contestación fallida deberá realizar una prenda. De esta manera, el abusador va accediendo paulatinamente a la parte física del adolescente hasta lograr de manera encubierta que el chico se saque una prenda de vestir delante de la webcam.
Para proteger a nuestros niños se recomienda lo siguiente:
• Ubique el computador en un lugar de tránsito, desde donde pueda ver las actividades que se realizan en él. Dentro de lo posible, evite colocarlo en la pieza de su hijo.
• No abra archivos que sean enviados por desconocidos o que le parezcan sospechoso. Pueden contener algún virus que luego revele las claves al agresor.
• No active una webcam en el computador o, si lo hace, restrinja su uso con una clave.
• Enseñe a sus hijos los peligros de la Red y a no revelar datos personales a quienes hayan conocido por Internet.
• Sepa quiénes son los contactos de sus hijos en la Red.
• No permita que los niños descarguen archivos de usuarios que no conocen.
• Evite que ellos llenen formularios por Internet o que entreguen datos personales o familiares.
• Evite que chateen (conversen en Internet) pasadas las 22:00 horas.
• Aprenda a manejar las nuevas tecnologías para saber qué hace su hijo cuando está conectado y cuáles son los riesgos a que están sujetos. Así, todos harán un mejor uso de esta herramienta.
• Fortalezca su computador con algún software de seguridad y no deje de actualizarlo permanentemente.
La pedofilia, la atracción sexual por los niños, existió siempre. Pero Internet la potenció. Las cámaras de fotos digitales hicieron que cualquiera pueda producir pornografía: la traba de tener que llevar las fotos a revelar desapareció y el problema se multiplicó.
A las complicaciones técnicas para encontrar a los productores y distribuidores de pornografía infantil se suma el grave vacío legal que hay en nuestro país.
Los números esconden espantosos dramas infantiles. Los pedófilos forman comunidades, se apoyan psicológicamente, se dan excusas para no sentir culpas y así producen el intercambio de imágenes.
Suelen tener trabajos donde se relacionan con chicos, como la docencia, a los que seducen para relacionarse y sacarles fotos. Quien las consume es una bomba de tiempo: en cuanto asume su perversión, se transforma en abusador".
El pedófilo se engaña y trata de engañar a los demás con la creencia de que no hace mal a los chicos. Pero tan sólo con consumir fotos se hace un daño: alguien, en algún lugar, corrompió a un menor para fotografiarlo. Algo irreparable.
Los padres tienen que hacer un esfuerzo y estar inquietos con esto, porque cuando un chico ve que el padre está al tanto de lo que tiene que ver con Internet, es una forma de compartirlo” y superar la soledad de los chicos ante la brecha digital.
Los adultos tenemos que estar regulando lo que hacen los chicos, porque si no se van quedando aislados.
Es difícil identificar a un pedófilo desde la familia o la relación en pareja. Y esto se dificulta mayormente cuando el sujeto nunca ha consumado un acto de pederastia, pero esto no implica que pueda llevarlo a cabo si se le presenta para oportunidad para consumarlo con impunidad. Por lo tanto, los padres deben estar muy atentos y “patrullar” con frecuencia las computadoras y teléfonos inteligentes de sus hijos.