La agricultura es el mayor usuario de todos los recursos hídricos tomados en su conjunto, la lluvia (llamada agua verde) y el agua en los ríos, lagos y acuíferos (llamada agua azul), absorbe alrededor del 70 % del consumo mundial, el uso doméstico un 10 % y los usos industriales un 21%
Cuando se debate sobre recursos hídricos y seguridad alimentaria en el mundo, el uso del agua con fines agrícolas es un tema fundamental.
Más de 330 millones de hectáreas cuentan con instalaciones de riego para la agricultura, lo que representa el 20 % del total de la superficie cultivada y aporta el 40 % de la producción total de alimentos en todo el mundo.
Según la Organización de las Naciones Unidas, el agua es un elemento esencial para el desarrollo sostenible. No solo es necesaria para garantizar la salud humana, sino que es clave en la sostenibilidad medio ambiental y la prosperidad económica.
Con el aumento de la población, la urbanización, la industrialización y el cambio climático, será necesario una mejora de la eficiencia en el uso del agua.
Las regiones con estrés hídrico necesitaran reasignación del agua, se estima que la misma provendrá de la agricultura ya que su consumo de agua es elevado, los desplazamientos iniciales serán de aguas superficiales y subterráneas, además del traspaso de las ventas de agua de usuarios agrícolas a usuarios urbanos, ambientales e industriales, así también se desplazara a medida que la producción de alimentos, bienes y servicios con alto consumo de agua se concentre en lugares con abundancia hídrica y los productos se vendan en sitios con escasez de agua.
La agricultura de riego es clave para amortiguar el aumento de la variabilidad climática y permite diversificación de cultivos más seguros, es fundamental para la seguridad alimentaria y nutricional del mundo
Para evitar la escasez del agua, se requiere la implementación de herramientas y tecnología que faciliten y optimicen el uso del agua en la agricultura y de esta manera sea sostenible. El agua, aunque no se pierde, es un recurso finito, aunque renovable mediante el ciclo del agua, si el consumo es excesivo, la gestión es inadecuada o la contaminación la degrada, el equilibrio se rompe y el agua comienza a escasear, debido a ello muchas veces la agricultura es, al mismo tiempo, causa y víctima de la escasez de agua.
”La creciente escasez de agua es hoy uno de los desafíos principales para el desarrollo sostenible, y ese problema aumentará a medida que la población mundial siga creciendo y se intensifique el cambio climático”, dijo el Director General de la FAO, José Graziano da Silva, durante el Foro Global para la Alimentación y la Agricultura, celebrado en Berlín en 2017.
Para hacer frente al desafío del agua, y como muestra de la enorme importancia que está cobrando la escasez en nuestros días, los Estados miembros de las Naciones Unidas que firmaron en 2015 la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible decidieron incluir entre los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) uno específico sobre el manejo del agua, el número 6, que reza: “Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos”.
Se prevé un incremento del 60% en la demanda de alimentos para 2050. En este contexto, agricultores y empresas del sector agroalimentario precisan de soluciones innovadoras para gestionar el agua de forma responsable, mejorado la eficiencia y sostenibilidad de sus producciones en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Invertir en agua es rentable desde una perspectiva económica, social y ambiental.
“Exhorto a todos los interesados a que redoblen las medidas climáticas e inviertan en sólidas medidas de adaptación para la sostenibilidad del agua. Si se limita el calentamiento global a 1,5 grados centígrados, el mundo estará mejor plantado para gestionar y resolver la crisis del agua que todos enfrentamos” (Antonio Guterres)
Los datos disponibles sugieren que, si continúan los patrones de consumo actuales, dos tercios de la población mundial podrían estar viviendo en países con estrés hídrico para el año 2025.
La escasez de agua se intensificará como resultado del cambio climático, está previsto un aumento de las temperaturas en todo el mundo lo que provocará sequias más frecuentes y graves que afectarán la producción agrícola. Se incrementará la demanda de agua para los cultivos.
Para mejorar la eficiencia del uso del agua y evitar hambrunas y trastornos socioeconómicos. hay que tomar medidas, entre otras el uso seguro de aguas residuales.
Para lograr un mundo con “Hambre Cero” para 2030, es fundamental y vital la transformación de la agricultura y de nuestros sistemas alimentarios para proteger este recurso natural en un clima en constante cambio.
Desperdiciar alimentos también equivale a desperdiciar agua, Cuando desechamos alimentos, también estamos desperdiciando los recursos que se destinaron a su producción. Cada año, un tercio de todos los alimentos producidos se pierde o se desperdicia. Todos podemos hacer pequeños cambios en nuestra vida diaria para reducir el desperdicio de alimentos.
Garantizar que el uso del agua en la agricultura sea más eficiente, productivo, equitativo y respetuoso del medio ambiente, implicará producir más alimentos con menos agua y aplicar tecnologías limpias que protejan el medio ambiente.
El volumen de agua que se requiere para cubrir la demanda de alimentos, energía y otros usos humanos produce grandes incertidumbres, es incierto predecir la demanda de agua para la agricultura ya que eso dependerá del número de personas que necesiten ser alimentadas y la cantidad de alimentos que consumirán
El principal desafío para la ONU, es producir más alimentos y aumentar su disponibilidad, esto implica disminuir las pérdidas de alimentos, innovaciones tecnológicas para mejorar la productividad de los cultivos.
La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, señala en su informe anual de 2020 que los abastecimientos de agua dulce en el mundo amenazan la seguridad alimentaria y nutricional de gran parte de la humanidad, Las políticas agrícolas a nivel mundial desempeñaran un papel muy importante en la sostenibilidad del agua.
.