El Rey de Marruecos demostró su nivel de estadista al implementar con anticipación en el Reino de Marruecos enérgicas medidas para contener la expansión de la pandemia del COVID-19.
Marruecos fue uno de los primeros países, antes que España, Italia o Argelia, en cerrar sus fronteras, cortar vuelos internacionales, interrumpir el turismo y establecer un estricto régimen de aislamiento social, prohibiendo las concentraciones de más de cincuenta personas, el cierre de mezquitas, cines, restaurantes y bares. Las drásticas medidas redujeron considerablemente la expansión de la pandemia.
Paralelamente, el Rey Mohammed VI se dedicó a atender las urgencias que la nueva situación provocaban en la población, el sistema sanitario y en la economía marroquí.
Comenzando por modernizar la infraestructura sanitaria y dotarla de nuevos equipos, material de protección, respiradores, etc. para posibilitar que el Reino dispusiera de los medios necesarios para enfrentar con solvencia el desafío que implica esta pandemia con los recursos materiales necesarios.
Luego siguió la creación de un fondo un monto de mil millones de euros y una donación de otros doscientos millones de euros aportados en forma privada por el Consejo de Administración de Al Mada (el holding de la familia real marroquí).
Recientemente las previsiones reales contemplaron otras cuestiones humanitarias como la situación en que se encuentra la población de riesgo dentro de los establecimientos penitenciarios de rehabilitación.
A los efectos de atender los peligros que generan las circunstancias excepcionales que enfrenta el mundo, el Rey Mohammed VI dispuso, por razones humanitarias, la liberación de 5.654 internos del sistema carcelario marroquí.
Los internos beneficiados de este indulto real fueron seleccionados según criterios de solidaridad y humanidad pero también objetivos, que tomaron en consideración la edad, estado sanitario, tiempo de condena cumplida, así como la conducta que habían evidenciado a lo largo de su detención.
Antes de su liberación los detenidos serán sometidos a exhaustivas pruebas médicas para asegurar que no estén infectados por el virus. Además, al ser liberados deberán igualmente cumplir una cuarentena preventiva para garantizar su seguridad y la del resto de la población marroquí.
La decisión humanitaria del Rey de Marruecos demuestra la preocupación de u Majestad por proteger de la pandemia que asola al mundo a todos los marroquíes aún aquellos que en algún momento de su vida cometieron errores y violaron la ley.