La coalición oficialista Juntos por el Cambio (PRO, UCR y Coalición Cívica) que impulsa la reelección del presidente Mauricio Macri ha llevado a cabo una multitudinaria concentración en la zona del Obelisco porteño como parte de una activa campaña electoral destinada a cambiar el resultado de las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias que dieron una amplia ventaja al opositor populista Frente de Todos.
El objetivo de la fórmula oficialista es replicar el acto de cierre de campaña de Raúl Alfonsín, el 26 de octubre de 1983, que congregó a un millón de personas. En esa ocasión Alfonsín logró lo que se consideraba imposible: derrotar al peronismo en una elección sin proscripciones.
La manifestación oficialista se trató de un acto de masas protagonizado por la clase media. Los asistentes concurrieron en grupos familiares, en muchos casos con niños, en perfecto orden, portando banderas celestes y blancas en un clima festivo y de gran optimismo.
Durante el último mes Mauricio Macri ha realizado una intensa y activa campaña proselitista recorriendo diversas ciudades del interior del país. En todos los actos el presidente congregó una numerosa y optimista asistencia buscando recuperar el voto de clase media que le permitió llegar a la presidencia en 2015 y que en los últimos tiempos se distanció del gobierno debido al impacto de la crisis económica.
El optimismo de los votantes de Juntos por el Cambio se ha visto reforzada en los triunfos de candidatos macristas en las provincias de Mendoza y Salta.
Todos los observadores reconocen que el oficialismo ha incrementado sus apoyos pero dudan si este crecimiento será lo suficientemente importante como para llevar a una segunda vuelta electoral.
Más que el crecimiento de Macri es necesario que la fórmula Alberto Fernández – Cristina Fernández de Kirchner pierda al menos tres puntos porcentuales y se sitúe por debajo del 45% de los votos para que se llegue a esa segunda vuelta electoral.
El acto en el obelisco se replicó en diversos países: España (en la plaza de la Puerta del Sol en Madrid y en La Rambla de Barcelona), en los Estados Unidos (en Miami y Houston), en Francia (París), Canadá, México e Israel. En todos estos lugares residentes argentinos en el exterior se congregaron en algún lugar público para cantar el Himno Nacional, agitar banderas argentinas y expresar su apoyo al presidente.
A las 18.14 horas, arribó al palco del Obelisco el presidente Mauricio Macri acompañado del vicepresidente Miguel Pichetto y la primera dama Juliana Awada, saludando a la concurrencia.
Fue brevemente presentado por el jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta e inmediatamente comenzó un discurso que se prolongó hasta las 19.00 horas.
El presidente apostó a un discurso basado en el sentimiento y la emoción destinado a alentar la esperanza de sus seguidores. No realizó ninguna autocrítica, tampoco formuló propuestas, anuncios o promesas de ningún tipo.
Se limitó en insistir en que la elección aún no ha tenido lugar y que es posible dar vuelta los resultados de las PASO. Para ello convocó a lograr una mayor asistencia a los comicios, una “asistencia histórica” la denominó el presidente.
Convocó también a no aceptar prepotencias en las mesas electorales y a fiscalizar correctamente y hasta último momento la votación.
Aseguró que “se viene una etapa de crecimiento, de mejor trabajo y de alivio para los argentinos” y exhortó a no dejarnos robar el futuro. “Lo que se define el domingo es mucho más que un gobierno, se define como vamos a vivir”, dijo Macri.
El candidato de Juntos por el Cambio también dedicó algunas palabras para los venezolanos que viven en Argentina, lamentando que hayan perdido la libertad en su país.
Por último, también dedicó algunas líneas a la oposición sin nombrarla al decir: “No caigamos en espejismos […] No aceptemos que con el dedo en alto nos digan que ellos son los que saben”.
En todo momento, Macri apunto a mantener vivo el entusiasmo y la energía de sus votantes insistiendo en que sí se puede revertir el resultado del 11 de agosto pasado.
Al acto asistieron los principales candidatos de Juntos por el Cambio y figuras del actual gobierno: Martín Loustau, Hernán Lombardi, Fernando de Andreís, María Eugenia Vidal, Patricia Bullrich, Marcos Peña, etc.
Ahora comenzará el debate sobre cuál fue el número real de asistentes al acto y si fueron más o menos que los reunidos por Raúl Alfonsín. Pero, la magnitud del acto del Obelisco seguramente tendrá su impacto sobre el clima del próximo debate televisado de los candidatos presidenciales del domingo 20 a las 21.00 horas.
Lo sustancial, por el momento, es que Mauricio Macri pese a lo que dicen las encuestas está demostrando que mantiene un alto nivel de apoyo del electorado y de que nada está realmente decidido en Argentina hasta las 18.00 horas del próximo domingo 27 de octubre.