LA CONTRACUMBRE
La reunión de los jefes de Estado y de Gobierno del G-20, futuro 30 de noviembre y 1° de diciembre, como en otras ocasiones, servirá de escusa a los más diversos grupos antiglobalización y anticapitalistas del planeta para expresar su rechazo violento a la cumbre mundialista con vandalismo y protestas callejeras en Buenos Aires.
Usualmente, las Cumbres del G-20 son precedidas por una “Contracumbre” donde figuras políticas de izquierda, feministas, indigenistas y activistas profesionales concurren al país sede para llevar a cabo diversas expresiones de resistencia social que van desde conferencias y simposios donde se debaten los perjuicios ocasionados por el sistema capitalista, la globalización de la economía y el deterioro del medio ambiente hasta la implementación de medidas de acción directa contra las fuerzas de seguridad que suelen dejar un elevado número de heridos y grandes destrozos en las calles.
Las “Contracumbres” también se implementan con la solidaridad de los grupos afines locales. El financiamiento de estas costosas (que implican pasajes de avión, alojamiento, alquiler de locales para los eventos, publicidad, etc.) actividades políticas de agitación suele provenir de ONG e incluso gobierno afines a este tipo de activismo.
En 2017, por ejemplo, la “Contracumbre de Hamburgo” convocó a unos cien mil manifestantes antisistema que asolaron la ciudad alemana dejando un saldo de 143 activistas encarcelados y doscientos policías hospitalizados.
Para la Cumbre del G-20 en Buenos Aires, esta prevista una “Semana de Acción Global contra el G-20” que comenzará el 25 de noviembre y finalizará el 1° de diciembre, que incluirá desde protestas frente a embajadas argentinas en Europa y otros países hasta la realización de una “Cumbre de los Pueblos”, el 29 de noviembre en la Plaza de los Dos Congresos, frente al parlamento argentino.
Entre las personalidades internacionales convocadas para la “Contracumbre” se cuentan la ex mandatarias Cristina Fernández de Kirchner y Dilma Rousseff (que curiosamente en el pasado tomaron parte de Cumbres del G-20), el expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica, el vicepresidente boliviano Álvaro García Linera, el expresidente colombiano Ernesto Samper, el ex alcalde de Ciudad de México Cuauhtémoc Cárdenas, el intelectual fundador de la revista Le Monde Diplomatique, Ignacio Ramonet, el diputado líder de la agrupación española Podemos, el propagandista de Irán, Pablo Iglesias, el ex gobernador de Río de Janeiro y ex candidato presidencial brasileño Fernando Haddad.
Entre las organizaciones extranjeras que organizan la cumbre disidente figuran: el Encuentro Sindical Nuestra América (una confluencia sindical de gremios de América Latina y el Caribe con representación de Uruguay, Brasil, Argentina -CTA Autónoma-, Cuba y México-; la Confederación Latinoamericana de Trabajadores del Estado (CLATE), el Foro Feminista Frente al Libre Comercio, Unión de Trabajadores Sin Tierra y el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), el presidente de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales, monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, un hombre cercano al Papa Francisco y por último los terribles activistas anarquistas del Black Bloc.
Entre las organizaciones políticas y sindicales de Argentina que han adherido a la protesta deben consignarse políticos de izquierda y peronistas kirchneristas como: el activista Juan Grabois, del Frente Patria Grande, el exgobernador bonaerense y diputado Felipe Solá, el diputado Axel Kicillof, Taty Almeyda y Victoria Donda. Organizaciones piqueteras como la Corriente Clasista Combativa (CCC), Movimiento Patriótico Revolucionario Quebracho y el Movimiento Barrios de Pie. Miembros de entidades defensoras de derechos humanos como Estela De Carlotto de Abuelas de Plaza de Mayo, las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y el ex Premio Nobel y dirigente del Servicio de Paz y Justicia -SERPAJ-. Organizaciones y dirigentes sindicales como: CTA Autónoma que lidera Pablo Micheli, la Multisectorial 21F que lidera Hugo Moyano, SMATA y el Frente Sindical por un Movimiento Nacional.
ACCIONES DISTRACTORIAS
Como acción preparatoria, distintos grupos de izquierda han llevado a cabo acciones de protesta en el interior del país para forzar a las autoridades argentinas a mantener una cantidad importante de fuerzas de seguridad distribuidas en el interior del país en previsión de mayores incidentes.
Un claro ejemplo de ello fue el atentado incendiario llevado a cabo por el grupo separatista Resistencia Ancestral Mapuche -RAM- en la provincia de Río Negro.
El pasado jueves 8 de noviembre, en el paraje denominado “El Hoyo”, cercano a Lago Puelo, sobre la Ruta Nacional N° 40, al norte de la comunidad mapuche Cushamen, donde las empresas Contreras Hermanos y Víctor Contreras realizan tareas destinadas a la construcción del Gasoducto Cordillerano, una obra que brindará servicios a unos 22.000 usuarios en veinticinco poblaciones de las provincias argentinas de Chubut, Río Negro y Neuquén, a un costo aproximado de veinticinco millones de dólares, los terroristas de la RAM incendiaron una motoniveladora Caterpillar y una retroexcavadora Komatsu, provocando pérdidas por un valor aproximado de 500.000 dólares.
Debido a que la maquinaria no estaba vigilada no se produjeron víctimas. En el lugar quedaron las usuales pintadas en aerosol donde la RAM se adjudicó el hecho.
En sintonía con este hecho, el “Encuentro Nacional de Mujeres”, llevó a cabo un simposio contra el G-20 la localidad patagónica de Rawson.
Todas estas actividades forzarán a las autoridades argentinas a implementar un fuerte y costoso dispositivo de seguridad para proteger no sólo a los jefes de Estado y Gobierno presentes, sino también a las ocho mil personas que conforman las delegaciones oficiales de todo el mundo y a los dos mil quinientos periodistas que llegarán al país para cubrir el evento.
Además, las fuerzas de aplicación de ley deberán cubrir los tres centros principales donde se llevarán a cabo las reuniones oficiales: el Hotel Hilton de Puerto Madero, el Centro Cultural Kirchner y el Centro de Exposiciones.
Para ello disponen de 7.500 hombres de la Policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los que se sumaran un número no precisado de efectivos de la Gendarmería Nacional, Prefectura Nacional, Policía Federal, Policía de Seguridad Aeroportuaria, el Servicio Penitenciario Federal y la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
CONCLUSIONES:
Al aproximarse los días 30 de noviembre y 1° de diciembre en que tendrán lugar las deliberaciones de la Cumbre del G-20 en Buenos Aires, crecerá el activismo de la izquierda radicalizada.
Este activismo se desarrollará en dos planos. Por un lado, actividades culturales y de proselitismo político e ideológico en locales cerrados, en especial en la Universidad Nacional de Buenos Aires.
Por el otro lado, se llevarán a cabo acciones de agitación y violencia callejera en todo el país. No debe descartarse, la comisión de atentados, saqueos a supermercados y huelgas violentas en el interior del país para distraer efectivos de seguridad necesarios para proteger a las delegaciones oficiales en Buenos Aires.
El evento, servirá a los sectores opositores al gobierno de Mauricio Macri para brindar la imagen de un país anarquizado y de un gobierno que no es capaz de controlar ni su propia ciudad capital.