FRUSTRACIÓN Y REVANCHA
Dicen que la venganza es un plato que se come frío. Pero Hillary Clinton no ha dejado que los hechos se enfríen demasiado para ajustar cuentas con quienes considera responsables de su derrota en las elecciones presidenciales de 2016.
El mecanismo elegido por la ex secretaria de Estado para su venganza fue hacer un libro de memorias para relatar lo acontecido en esa campaña.
Es evidente que a lo largo de su vida Hillary Clinton albergó la idea de que ella sería la primera mujer en alcanzar la presidencia de los Estados Unidos. Posiblemente a ello se deba que le sea tan difícil aceptar el rechazo del electorado estadounidense y busque otras explicaciones, como imaginar conspiraciones o causar a otros de sus propios defectos y errores.
Es evidente que Hillary tiene muy bajo nivel de tolerancia a la frustración. Tal como ella misma termina por reconocer.
Superar la depresión que le ocasionó su derrota demando de varias clases de yoga, largas caminatas, intensas conversaciones con Bill, muchas botellas de buen vino chardonnay y hasta un par de capítulos de la serie “The good wife”.
Realmente para una mujer que fue una exitosa abogada, esposa de un gobernador, primera dama, senadora y secretaria de Estado debe ser duro verse frustrada en sus intentos por ser la primer mujer presidente de los Estados Unidos, primero por un senador negro con aspecto de jugador de básquet y, luego, por un millonario desarrollador inmobiliario, de pelo teñido, conductas lujuriosas y discurso histriónico, carente de toda experiencia política.
Más duro aún es aceptar que tu pueblo finalmente no te quiere. Es por ello por lo que, para superar definitivamente su frustración, Hillary resolvió escribir un libro, de tan sólo 469 páginas, que la mantenga en el centro de la agenda política, le permita justificarse ante la historia y de paso reembolsarse unos buenos dólares que nunca vienen mal.
“What Happened” (Qué pasó) fue editado por Simon & Schuster, editorial con quien la ex candidata mantiene una larga relación, debido a que publicó sus otros libros. Este nuevo texto es menos elaborado y más interesante que otras obras de la ex Primera Dama.
Tiene algo de autocrítica, aunque no mucha ni muy sincera, combinada con intimidades de la campaña, la descripción de sus momentos de frustración y furia, además de muy destiladas gotas de un rencor venenoso.
Hillary vuelca el odio hacia importantes dirigentes, tanto republicanos como demócratas. Lógicamente su blanco principal es el presidente Donald Trump a quien no duda en calificarlo de “asqueroso”, “odioso” y un “fraude”. Demostrando que no le perdona por haberla derrotado en la contienda presidencial.
Pero la lista de personas atacadas en el libro es muy larga: comprende al presidente de Rusia, Vladimir Putin, al ex vicepresidente de Barack Obama, Joe Biden, el senador demócrata por Vermont, Bernie Sanders, quién compitió contra ella en las primarias del Partido Demócrata.
Un lugar destacado en esa lista lo ocupa James Comey, quien fue director del FBI desde 2013 y a quién el presidente Donald Trump despidió sin mayor consideración el pasado 9 de mayo. Comey, el 28 de octubre de 2016, sólo diez días antes de los comicios, envió una carta al Senado para informarle al Senado, que debido a contar con nueva información reabriría una investigación sobre el desvío de e-mails conteniendo documentos oficiales al servidor de correo persona de Hillary cuando se desempeñaba como secretaria de Estado.
Según Hillary esta notificación cambió a último momento las preferencias del electorado haciéndole perder la presidencia y “cambiando la historia”.
También incluyó en el ajuste de cuentas a Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, a quién considera responsable de filtrar los documentos que hackers rusos obtuvieron de varios ordenadores del centro de campaña del Partido Demócrata.
Hillary Clinton dice de Assange en el libro: “Creo que es un nihilista, un anarquista, un exhibicionista y una oportunista que o bien trabaja para el Kremlin, o bien apoya su propaganda debido a su resentimiento contra los Estados Unidos y Europa.”
Nadie escapó a su odio, ni siquiera figuras menores de la política, como ex congresista republicano Ryan Zinke, actual secretario del Interior de la Administración Trump, quién durante la campaña dijo de ella era “anticristo”.
DE CARA A LA HISTORIA
A través de “What Happened”, Hillary Clinton intenta justificar su derrota en los comicios como resultado de tendencias irreversibles en el electorado estadounidense que ella no pudo modificar.
Entre estas tendencias menciona el hecho de que, en la era moderna, sólo en dos ocasiones uno de los grandes partidos logró controlar la Casa Blanca por más de dos períodos presidenciales. La primera vez fue cuando el demócrata Franklin D. Roosevelt fue electo cuatro veces consecutivas: en 1932, 1936, 1940 y 1944. La segunda fue en 1989, cuando el vicepresidente republicano George H. W. Bush logró ser electo para suceder a su jefe el presidente Ronald Reagan.
Además, la derrotada candidata demócrata pretende atribuir su fracaso al predominio de prejuicios de género en el electorado estadounidense. Algo difícil de creer en un mundo en que las mujeres cada vez más se convierten en jefes de Estado, tanto en América Latina, Europa y Asia.
También es difícil creer a la autora cuando dice que sufrió enormemente por las acusaciones de no ser confiable o ser poco sincera únicamente por su condición de mujer, especialmente porque ni siquiera en el libro, donde varias manos deber realizado correcciones y controlado sus argumentos, logra abandonar su soberbia.
“En las encuestas, muchos americanos decían que yo no les gustaba, y cuestionaban mi autenticidad y la confianza que ofrezco. Sí, ha cometido errores y me he resistido a pedir perdón a veces, pero como la mayoría de los hombres en política. De hecho, uno de ellos (en alusión a Richard Nixon) llegó a presidente con la estrategia de no pedir nunca excusas y en caso de error, atacar más fuerte”, escribió.
UN NEGOCIO LUCRATIVO
Tan sólo en la primera semana (el libro se presentó el 12 de septiembre) “What Happened” se situó en Amazon.com como uno de los grandes best-seller del año.
Se ignora cuál fue el arreglo económico que Hillary alcanzó con la editorial Simon & Schuster pero se descuenta que ha sido varias veces millonario.
Además, la presentación del libro se realizó en la ciudad de Washington, donde en las pasadas elecciones más del 90% de sus residentes votaron por ella. Las entradas para el evento se agotaron de inmediato, pese a que el lugar elegido para presentación, el Warner Theatre, contaba con 1.847 localidades.
El costo de las entradas iba de los 70 a los 2.375 dólares que era el costo del “vip platinum ticket” que permitía a sus compradores un asiento en primera fila en el acto de presentación, una fotografía con la autora y la firma personal del libro a cargo de Hillary.
La promoción del libro comprende una gira de presentación por quince ciudades de los Estados Unidos y Canadá. En todos estos eventos se venderán las entradas.
Si algo no se puede discutir a los Clinton es su capacidad para recaudar dinero a través de presentaciones personales. Recordemos las promocionadas visitas de Bill Clinton para dar conferencias en eventos empresariales y para sacarse fotos (a un arancel de U$S 5.000.- por foto) en Argentina. También los abultados honorarios que Hillary le facturó a Goldman Sachs y otras empresas de Wall Street por sus conferencias.
Por el momento, Hillary Clinton se ha retirado de la política, pero, este libro además de un buen negocio y un intento de justificarse de cara a la historia es también una buena forma de generar un hecho político de envergadura, estar presente en los medios internacionales y evaluar como la considera el pueblo estadounidense un año después de su derrota.