Todos los medio de prensa vienen informando hace años a la opinión pública mundial un tema realmente muy significativo que en general tanto los políticos, empresarios como los ciudadanos comunes les dan poca importancia.
Las agencias de noticias se hacen eco de informes de estudios científicos que nos advierten que en los próximos años, las temperaturas globales podrían elevarse por encima de los niveles de la época preindustrial poniendo en peligro a todos los integrantes vivos del planeta.
Considerando más de un grado, este aumento de temperatura llegaría al primer paso climático en vigencia del actual “Acuerdo Climático de París”. Este es un acuerdo dentro del marco de la “Convención Marco de las Naciones Unidas (ONU) sobre el Cambio Climático” que establece medidas para la reducción de las emisiones de los llamados “Gases de Efecto Invernadero” (GEI), a través de la atenuación y ajuste de los ecosistemas a efectos del Calentamiento Global, su aplicabilidad sería para el año 2020, cuando finaliza la vigencia del “Protocolo de Kioto”. El acuerdo fue negociado durante la XXI Conferencia sobre Cambio Climático XXI (COP 21) por los 195 países miembros, adoptado el 12 de diciembre de 2015 y abierto para su firma el 22 de abril de 2016 celebrando el Día de la Tierra.
Hasta el 3 de noviembre de 2016 este instrumento internacional había sido solo firmado por 96 países más la Unión Europea (UE). Dado el número alcanzado de firmantes se cumplió la condición para la entrada en vigor del acuerdo (Artículo 21.1) al ser ratificado por más de 55 partes o países que reúnen más del 55% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
El Ministro de Asuntos Exteriores de Francia Laurent Fabius, jefe de la Conferencia de París, expresó que este plan es un "punto decisivo histórico" en el objetivo de reducir el calentamiento global.
El presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, el 1° de junio de 2017, anunció la retirada de su país de este acuerdo, fundada en sus promesas de campaña en pro de los intereses económicos de su nación. Todos los demás países del mundo reiteraron su compromiso. Los países latinoamericanos más involucrado en lograr los objetivos fijados en el acuerdo expresaron su preocupación por la reducción de transferencia de tecnología y financiación internacional que supondría la retirada de EE.UU. para su proceso de transición energética.
La ONU de acuerdo a estudios científicos, ya alertó al mundo que la temperatura de la Tierra podría subir entre un 0,3 a 4,8 grados durante el siglo XXI. El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) organismo creado hace 29 años en 1988 bajo el auspicio de la ONU, tiene el objetivo de establecer un diagnostico de la Tierra. Ha considerado que es muy probable que la influencia humana sea la principal causa del calentamiento global relacionándola con las emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera como el dióxido de carbono (CO2) producto del consumo de energías fósiles propio de la era industrial, advirtiendo que ya la temperatura había aumentado cerca de un 0,8 grados desde la época preindustrial.
El IPCC es un grupo creado para facilitar evaluaciones integrales del estado de los conocimientos científicos, técnicos y socioeconómicos sobre el cambio climático, sus causas, posibles repercusiones y estrategias de respuesta. Desde su inicio en ha preparado cinco informes de evaluación. Este grupo y el ex Vicepresidente de los EE.UU., Al Gore, recibieron el premio Nobel de la Paz en 2007 por su labor en materia de Cambio Climático.
El IPCC prevé que el Cambio Climático provoque nuevos fenómenos extremos. Las olas de calor se producirán con más frecuencia y duración, habrá más precipitaciones en las regiones más húmedas y menos en las más secas, con excepciones.
También influyen en el Cambio Climático cuestiones que se originan en la propia naturaleza como por ejemplo el gas metano o “gases de los pantanos” (CH4) que es más ligero que el aire, incoloro e inflamable, si bien es de mayor calentamiento que el CO2 su tiempo de vida es menor alcanzando unos 15 años; o el sistema natural conocido como la Oscilación Inter decadal del Pacífico (IPO): un patrón alternante de la temperatura del océano que cambia periódicamente entre fases cálidas y frías y que impulsa la temperatura y los patrones climáticos alrededor de todo el mundo, etc..
El efecto invernadero es uno de los principales mecanismos naturales responsables del cambio climático, es el papel que desempeña la atmósfera en el calentamiento de la superficie de la tierra.
“National Geographic” realizó un trabajo didáctico sobre las consecuencias del incremento de la temperatura en la tierra, que se llama “Seis grados más” en el cual reproduce seis escenarios futuros cada uno con un grado más en el mundo y sus terribles consecuencias.
El Cambio Climático, es un fenómeno que sus consecuencias de alguna manera se conocen, se han sufrido o se vieron reflejados en los informativos en diferentes lugares del mundo en los últimos años (olas de calor, los incendios forestales, las sequías, las lluvias extremas, inundaciones, etc.). Siendo cambios de las variaciones de temperatura en los océanos en períodos que oscilan entre cálidas y frías provocando los sistemas de los ciclos conocidos con el nombre del “Niño” y de la “Niña”. Lo que ocurriría con el aumento de más de un grado es que se agudizarán estos fenómenos y sus resultados negativos.
Muchos científicos creen que en estos momentos la naturaleza transita hacia una fase positiva o cálida, lo cual podría amplificar, en vez de compensar, el cambio climático causado por el hombre. Es decir que se podría alcanzar un nuevo umbral en la temperatura más rápidamente de lo que lo hubiera sido si el IPO hubiese permanecido en fase negativa. Es la conclusión del nuevo ensayo que escribieron Henley y Andrew King, de la Universidad de Melbourne. Tras proyectar los modelos de calentamiento global en un escenario de circunstancias que permanecen iguales, sugieren que la Tierra alcanzará el límite de los 1,5 ºC tan pronto como en el 2025, mientras que la continuidad de la fase negativa probablemente retrasaría este evento hasta 2030.
Todos los informes relacionados deberían ser esenciales para que los políticos oficialistas y opositores argentinos, empresarios y ciudadanos en general, tomen conciencia de este flagelo y trabajen mancomunados por un lado para alcanzar acuerdos que minimicen este progresivo cambio climático reduciendo sustancialmente y de forma duradera las emisiones de gases de efecto invernadero provocados por el hombre y por otro que reparen con cierta urgencia las actuales consecuencias de las inundaciones, falta de agua, etc. ejecutando obras bien planificadas con visión de futuro, ya que es evidente que estos fenómenos empeoraran.