Respondiendo a una invitación del Rey Mohammed VI, el presidente francés visitó Marruecos para lanzar la “asociación de excepción reforzada” entre ambos Estados y reiterar su apoyo a la marroquidad del Sáhara y al Plan de Autonomía presentado por el reino alauí en 2007 como la única solución política, justa, duradera y posible para poner fin a cinco décadas de un estéril conflicto.
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El presidente de Francia, Emmanuel Macron y su esposa Brigitte Macron, arribaron el lunes en horas de la tarde a Rabat, para realizar una visita de Estado a Marruecos, por invitación del Rey Mohammed VI y abrir de ese modo una nueva y prometedora etapa en las relaciones bilaterales entre ambas naciones.
Marruecos y Francia mantienen una histórica relación después de la instalación colonial de un protectorado galo entre 1912 y 1956, además el país galo alberga una numerosa e influyente comunidad marroquí, estimada en un millón y medio de personas, dentro de su territorio. Cabe destacar que Marruecos forma la francofonía, una comunidad idiomática y cultural que cuenta con 320 millones de miembros y que podría incrementarse a 500 millones en 2050. Rabat ocupa el segundo lugar, después de El Líbano, en cuanto a la mayor red de educación francesa fuera de Francia.
Actualmente, Francia es el segundo inversor en Marruecos, después de España, y los acuerdos suscriptos en esta visita potenciaran aún más la relaciones económicas, políticas y culturales entre ambos Estados. Más de mil empresas francesas están presentes en Marruecos y Rabat es para Francia su primer socio económico.
Durante la visita del presidente galo se suscribieron 22 nuevos acuerdos que comprenden diversidad de temas, desde el transporte, a la energía y las migraciones, hasta la cooperación cultural.
Entre estos acuerdos destaca un pacto entre la ONCF y ALSTOM sobre el suministro de trenes de alta velocidad, un memorando entre el Grupo OCP y la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) con 350 millones de euros en el ámbito de la descarbonización o un acuerdo entre el Gobierno del Reino de Marruecos y la Sociedad SAFRAN para la creación de instalaciones de mantenimiento y reparación de motores de aviones con un importe de inversión de casi 130 millones de euros.
Frente al Parlamento
En la segunda jornada de su visita, el presidente Macron tuvo la oportunidad de pronunciar un discurso ante el Parlamente marroquí.
En su alocución el ilustre visitante volvió a señalar que el presente y el futuro del Sáhara se inscriben en el marco de la soberanía de Marruecos sobre un territorio que le ha pertenecido históricamente como parte de sus provincias del Sur, comprometiéndose a apoyar los derechos innegables del Reino de Marruecos en los foros internacionales.
En esta forma, Francia ratifica una vez más su adhesión a los postulados marroquíes sobre su Sáhara sumándose a otras importantes naciones como los Estados Unidos, Alemania, Emiratos Árabes Unidos, Israel, España y más de cien Estados de todo el mundo. Cabe señalar que de los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad con derecho a veto, dos apoyan decididamente la soberanía marroquí del Sáhara y el Plan de Autonomía.
El mandatario galo también hizo referencia a las críticas contra Marruecos por parte de los partidarios del Frente Polisario, incluido el régimen de Argelia, que retiró a su embajador en París tan pronto como Francia anunció su decisión de reconocer la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental.
Emmanuel Macron señaló ante los parlamentarios que la posición de Francia “no es hostil hacia nadie”y añadió que la nueva postura francesa sobre el Sáhara tiene raíces históricas y es respetuosa con la realidad.
En su alocución el mandatario francés calificó al Sáhara Marroquí como “una zona de inversión para las empresas francesas”.
El Sáhara marroquí cuenta con vastos recursos pesqueros, energéticos solares y eólicos, constituyen una zona estratégica para el crecimiento económico de Marruecos y del Norte de África, que avanza hacia las energías renovables y espera encontrar un lugar en el mercado del hidrógeno verde.
Empresas francesas y marroquíes han comenzado a trabajar en el Sáhara marroquí, entre ellas el grupo energético francés Engie, que actualmente construye una planta desalinizadora de agua de mar en Dajla, en colaboración con la empresa marroquí Nareva.
Paralelamente, el ministro francés para Europa y Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot, anuncio en rueda de prensa que su ministerio decidió modificar la imagen del mapa de Marruecos en su sitio web oficial para incluir el territorio del Sáhara como parte del reino marroquí. “Hemos respaldado estas palabras -señaló el ministro del presidente Macron- con acciones y me complace anunciar que el mapa de Marruecos ha sido actualizado en el sitio web del ministerio de Europa y de Asuntos Exteriores.”
Por último, el presidente Emmanuel Macron clausuró con un discurso el Encuentro Empresarial Marruecos – Francia donde calificó como un error la decisión de ciertas empresas francesas de abandonar el continente africano en los últimos años, ratificando que la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) seguirá financiando proyectos en el Reino Alauí, incluidos los realizados por empresas francesas en el Sáhara. Esta decisión del presidente galo constituye un desconocimiento y desafío a la reciente insólita y desacertada decisión del Tribunal General de Justicia de la Unión Europea con respecto a los convenios pesqueros y agrícolas suscriptos con Marruecos.
Cena de Honor
La culminación de la visita del presidente Frances fue una cena de gala en honor del presidente Emmanuel Macron y su esposa Brigitte, como muestra de la convergencia amistosa surgida entre ambos líderes.
De la misma, junto al rey Mohammed VI, participaron los miembros de la familia real: el príncipe heredero Moulay El Hassan, el príncipe Moulay Rachid y las princesas Laiia Khadija, Laiia Meryem, Laiia Asmaa y Laiia Hasnaa. Además, asistieron los ministros del Gabinete Real e integrantes de la delegación oficial francesa.
La histórica visita del presidente de Francia Emmanuel que ha culminado hoy, se enmarca en la estrategia del Rey Mohammed VI de conformar una sólida red de alianzas internacionales que refuerzos sus derechos en el Sáhara, además de constituir un sólido primer paso muy prometedor para el desarrollo del Norte de África.
Por último la asociación de Excepción Reforzada entre Rabat y Paris consolida definitivamente la posición del Reino de Marruecos como la gran potencia regional de África.
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