El peronismo kirchnerista, bajo el sello de Unión por la Patria, competirá en las elecciones presidenciales con la fórmula: Sergio Massa – Agustín Rossi.
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Los cierres de listas de candidatos para las elecciones suelen ser trabajosos e impredecibles. Pero, el peronismo seguramente recordará por mucho tiempo el cierre de listas del 24 de junio de 2023.
A veinticuatro horas del vencimiento del plazo para inscribir listas de candidatos para competir en las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias -PASO-, del 13 de agosto de este año, el peronismo ha montado un sainete dejando trascender un binomio presidencial compuesto por el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro como candidato presidencial y el exjefe de Gabinete de Ministros y actual gobernador de la provincia de Tucumán, el médico Juan Manzur.
Los candidatos incluso filmaron un video de lanzamiento de la fórmula peronista que nunca llegó a emitirse.
Esta fórmula presidencial, que habría sido bendecida por Cristina Kirchner, despertó inmediatamente fuertes críticas.
Wado de Pedro, un abogado de 46 años, cuyo principal mérito político es ser hijo de dos terroristas de la organización Montoneros, muertos en enfrentamientos con la policía y haber participado, en 2006, de la fundación del agrupamiento juvenil kirchnerista conocido como La Cámpora, era cuestionado por los sectores más moderados del peronismo por sus ideas cercanas al castrochavismo y su falta de experiencia política, a pesar de sus cuatro años como intrascendente ministro del Interior del actual gobierno.
En tanto que Juan Manzur, es visto por el kirchnerismo duro -y por el electorado en general, como un rancio sátrapa[i] del interior del país, que para colmo es reconocido como un militante antiaborto, sus fuertes vínculos con el Estado de Israel, con la Iglesia Católica y con los Estados Unidos. En síntesis, un candidato difícil de digerir para el progresismo kirchnerista.
Una reacción combinada tanto de la dirigencia sindical peronista, los gobernadores del interior del país y la amenaza del ministro de Economía, Sergio Massa, de renunciar, desquiciando el precario equilibrio que sostiene a la precaria economía argentina, y de retirar a su partido, el Frente Renovador, de la alianza electoral oficialista Unión por la Patria (UP), terminó por torcerle la mano a Cristina Kirchner.
La fórmula
Para arribar a una lista de unidad, es decir una única lista de candidatos que en la práctica eliminaría las PASO dentro del espacio peronista, aunque igualmente el partido debería concurrir a las urnas, el presidente Alberto Fernández aceptó bajar la candidatura presidencial del actual embajador argentino en Brasil, el motonauta Daniel Scioli, a cambio de designar al candidato a vicepresidente y de lugares preferenciales en la lista de diputados nacionales para los ministros de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz y del ministro de Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero.
Alberto Fernández designó como candidato a vicepresidente al jefe de Gabinete, Agustín Rossi. Lo cual es muy interesante porque circula un Twitter, de 2014, donde Rossi dice: “Massa y Macri son la peor derecha, aunque quieran parecer otra cosa. Son lobos disfrazados de corderos”.[ii]
Massa de 51 años, es abogado desde 2013, cuando después de veinte años como alumno logró concluir sus estudios en la Universidad de Belgrano. Pero, nunca ha trabajado como abogado. Sus únicos trabajos han sido siempre en el sector público como asesor o funcionario.
Comenzó su militancia en la Unión de Centro Democrático (UCeDe), el partido liberal conservador, creado en 1983, por el ingeniero Álvaro Alsogaray. Inmediatamente fue recompensado con un cargo de asesor de un concejal en el municipio de San Martín. Gracias al apoyo del sindicalista Luis Barrionuevo. En esta forma ingreso en “la casta”, la militancia política rentada por el Estado que no dejaría en los treinta años siguientes.
Durante el gobierno de Carlos Menem, cuando la UCeDe se alió al peronismo y fue premiado con un cargo en una subsecretaria del Ministerio del Interior, siempre de la mano de Barrionuevo. Paralelamente, ejerció la presidencia de la Juventud de la UCeDe, entre 1994 y 1996. Luego fue asesor de gabinete del ministro de Desarrollo Social, el cantautor Ramón “Palito” Ortega.
En 1999, subió un escalón en carrera política al obtener, después de dieciséis años de militante rentado su primer cargo electivo, fue elegido diputado en la legislatura de la provincia de Bs. As.
En 2002, el presidente peronista Eduardo Duhalde lo designó presidente de la Administración de la Seguridad Social (ANSES), una de las más importante “cajas negras” con que se financia ilegalmente la política argentina.
El presidente Néstor Kirchner lo mantuvo en el cargo hasta 2007 cuando fue elegido intendente del Municipio de Tigre, uno de los municipios más prósperos y ricos de la provincia de Bs. As.
En julio de 2008, dejó la intendencia de Tigre para asumir como jefe de Gabinete de Cristina Fernández de Kirchner, luego de la crisis con el campo, por la polémica Resolución 125 que incrementaba las retenciones a las exportaciones agrícolas, en reemplazo del renunciante Alberto Fernández.
Permaneció en ese cargo doce meses y se alejó del kirchnerismo después de un enfrentamiento (casi físico) con el expresidente Néstor Kirchner. Retornó a la intendencia de Tigre.
En las elecciones legislativas de agosto de 2013, el Frente Renovador obtuvo el 44% de los votos sepultando así las aspiraciones de la presidente Cristina Kirchner de impulsar una reforma constitucional que le permitiera ser reelecta indefinidamente en el cargo.
En 2015, compitió por la presidencia en el Frente Unidos por una Nueva Alternativa. En la primera vuelta obtuvo el 21,39% quedando tercero.
Entre 2013 y 2017 fue diputado nacional cargo al que retornó en 2019, cuando una nueva alianza política lo llevó a incorporarse con partido al Frente de Todos, después de haber jurado que nunca volvería a aliarse con el kirchnerismo y que de ser presidente encarcelaría a los corruptos, especialmente a los militantes rentados de La Cámpora.
Sergio Massa llega a la candidatura presidencial de Unidos por la Patria, entre otras razones por el apoyo constante de un grupo de empresarios y banqueros conocido como “El círculo rojo”. Se trata de grandes empresarios que han incrementado su riqueza haciendo negocios con el Estado y que cuentan con inversiones en sectores financieros, energético, construcciones y medios de comunicación.
El Círculo Rojo parece temer que un agravamiento de la crisis e incluso la renuncia del presidente Fernández sumerja al país en un espiral de violencia que afecte no solo al país sino especialmente a sus negocios y propiedades. Según el canal La Nación Más, estos empresarios son al menos los siguientes:
Jorge Pablo Brito: Propietario del Banco Macro y del Banco de Tucumán, presidente de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA), presidente del club de futbol River Plate, de la Estancia Aike, de la firma de inversiones Macro Securites y de la empresa de energías renovables Helfort.
José Luis Manzano / Daniel Vila: Multimedios Grupo 1 (América TV, América 24, Diario El Cronista, canales de televisión, radios y diarios del interior del país), Andes Energía, Edenor. De bajo perfil, el empresario peronista José Luis Manzano, ex ministro de Interior de Carlos Menem (1991 – 1992), se convirtió en el “principal jugador” del negocio del litio local. Integra Capital es la nave insignia de Manzano. A través de este grupo económico, que fundó dos años después de su renuncia como funcionario de Menem, posee acciones en empresas centrales en energía y medios de comunicación.
El tercer gran rubro de los negocios de Manzano es la minería, a través de Integra Recursos Naturales, que engloba a compañías especializadas del grupo: Integra Lithium e Integra Cobre, por ejemplo. Integra Capital también es dueña de Minera Aguilar, principal productora de estaño, plomo y plata de Argentina; y de Minera Álamo Gordo, compañía de exploración en uranio.
Actualmente, Integra Lithium asegura ser “el jugador privado más grande de Argentina en litio”, con activos por 243.000 hectáreas en salares y roca en las provincias de Jujuy y Catamarca.
Las principales inversiones de Manzano en litio se encuentran en Catamarca, pero el proyecto más avanzado es el de Jujuy donde la compañía de Manzano interviene en el Salar de Jama, ubicado a unos 150 kilómetros de la ciudad de San Salvador de Jujuy, donde obtuvo permisos de la provincia para explorar litio en unas 14.000 hectáreas, a 40 años. El 9% del proyecto es de la empresa estatal de la provincia, Jemse. Las proyecciones de Integra Lithium es que la tonelada de litio cotizará entre US$6.000 y US$13.000, según un informe de la compañía a sus inversores. Sólo en Jujuy, la proyección más austera arrojaría una ganancia bruta de US$120.000.000 anuales.
Sebastián Eskenazy: Grupo Petersen, Haras El Capricho.
Claudio Belocopitt: Swiss Medical Group. Clínica y Maternidad Suizo Argentina, Sanatorio Los Arcos, Sanatorio Agote, Clínica Olivos, SMG Seguros y 40% de América TV.
Mauricio Filiberti: conocido como “El rey del Cloro”, titular del Grupo Transclor, principal proveedor de AySA, la empresa estatal de agua dirigida por Malena Galmarini la esposa de Sergio Masa. Socio de Manzano y Vila en Edenor.
Marcos Marcelo Mindlin: Grupo Emes y Pampa Energía S.A. (transporte y producción de gas). Miembro del Consejo Ejecutivo Internacional del Council of The Americas. Sobrino de periodista y dueños de medios Jacobo Timerman. Presidente del Museo del Holocausto en Argentina. Presidente de la Fundación Benéfica Tzedaka.
Alejandro Bulgheroni: Pan American Energy, Bodega Garzón y emprendimientos gastronómicos.
Massa mantiene una fluida relación con los integrantes de una de las fórmulas presidenciales de Juntos por el Cambio que integran Horacio Rodríguez Larreta, el jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de su vice, el gobernador radical de Jujuy, Gerardo Morales.
Massa no cuenta con la simpatía de los movimientos sociales (piqueteros). Al conocerse la fórmula Sergio Massa – Agustín Rossi, Juan Grabois, el líder del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y del partido Patria Grande integrante de Unión por la Patria, Juan Grabois, dio marcha atrás con la declinación de su postulación y anunció que competiría como precandidato a presidente en las PASO. El referente piquetero había bajado su aspiración en favor de Eduardo “Wado” de Pedro, quien había lanzado su candidatura este jueves. “No se confundan. Yo cumplo mi palabra. Vamos a las PASO. Voy a ser candidato. Tenemos el derecho constitucional”, afirmó en Twitter. Grabois ha cuestionado al ministro de Economía en reiteradas oportunidades.
Finalmente, así lo hizo inscribiendo a último momento una fórmula kirchnerista alternativa: Juan Grabois – Paula Abal Medina, una docente e investigadora del CONICET que porta uno de los apellidos más ilustres del peronismo de izquierda y que además es hija de la exministra de Cristina Kirchner, Nilda Garré.
El candidato a vicepresidente de Unión por la Patria es el ingeniero civil Agustín Rossi, quien a los 64 años es desde marzo de 2023 jefe de gabinete de Ministros de la Nación. Fue concejal de la ciudad de Rosario, entre 1987 y 1991, y entre 2002 y 2005, fue ministro de Defensa (2013 – 2015 y 2019 – 2021), diputado nacional (2005 – 2013 y 2017 – 2019), Interventor de la Agencia Federal de Inteligencia (2022 – 2023) cargo que abandonó para asumir como jefe de Gabinete.
Intentó infructuosamente ser electo gobernador de su provincia en 2011. Es amigo personal de Alberto Fernández y se enemistó con Cristina Kirchner quién exigió su renuncia como ministro de Defensa en 2011 y hasta último momento intentó vetar su postulación.
Vencedores y Vencidos
El proceso de construir una fórmula presidencial de consenso en Unidos por la Patria ha dejado un tendal triunfadores y derrotados.
Los principales beneficiados son sin lugar a duda quienes han sido designados integrantes de la fórmula presidencial: Massa y Rossi.
Massa logra de esta forma su segunda postulación presidencial, solo que en esta ocasión el panorama electoral no es nada esperanzador.
El tigrense, que desde hace once meses es ministro de Economía, tiene una imagen negativa del 64% y positiva de tan solo 15%. Gran parte del electorado lo considera un “panqueque” que se da vuelta en el aire y no olvida que en la campaña electoral de 2015 decía: “Voy a barrer a los ñoquis de La Cámpora” y que, en 2019, pegó el salto se integró al Frente de Todos junto a Cristina Kirchner y los “ñoquis de La Cámpora”.
En medio políticos incluso circula una frase lapidaria atribuida al expresidente Néstor Kirchner: “Ese (Massa) es tan hijo de puta como yo”.
Desde que asumió como ministro la inflación se ha duplicado hasta situarse en torno al 135% anual o el 8% mensual. La moneda nacional se ha depreciado con respecto al dólar un ciento por ciento, situándose el “dólar blue” paralelo o ilegal, pero el único al que tienen acceso los argentinos; pasó de $60, en diciembre de 2019, a $500 por dólar el día de hoy.
Como candidato presidencial, Massa debe pedir confianza y el voto en nombre de un gobierno que ha acumulado 470% de inflación en casi cuatro años, ha llevado a la pobreza al 39,4% de los argentinos, ha generado 130.000 muertos por el manejo irresponsable de la pandemia del Covid. La gente moría sin que sus familiares pudieran despedirlos correctamente, mientras se hacían fiestas en Olivos y los amigos concurrían a algún vacunatorio VIP para inocularse antes que el resto de la población.
Un país que sufre un fuerte aislamiento internacional después de ofrecerse a Putin para ser la puerta de Rusia en América Latina una semana antes de la invasión a Ucrania y con un presidente que dice públicamente que los brasileños salieron de la selva y que han mejorado los derechos humanos en Nicaragua y Venezuela. Para no mencionar que ha duplicado el endeudamiento externo en menos de cuatro años.
Si después de considerar todo esto los argentinos votan nuevamente por Sergio Massa y por los mismos políticos peronistas que han llevado al país a esta situación bien merecido tienen lo que ocurra en el futuro.
Otro vencedor es, sin lugar a duda, el presidente Alberto Fernández que cuando nadie le adjudicaba el menor poder ni capacidad de influir en las futuras candidaturas fue capaz de jugar un rol decisivo y situar a sus incondicionales en posiciones de importancia que le permitirán conservar cierta influencia luego de dejar Balcarce 50, el próximo 10 de diciembre.
También el peronismo histórico, representado por los gobernadores y los sindicalistas de la CGT salieron fortalecidos porque han roto su dependencia de las decisiones de Cristina Kirchner.
Un impensado ganador de último momento es también Juan Grabois quien ha logrado introducir una lista de candidatos en la interna de Unidos por la Patria. Si es capaz de captar al menos una parte del voto kirchnerista ultra disconforme con la candidatura de Massa aparecerá como un dirigente político de una mayor estatura a la que tiene. Nada mal para un dirigente que ha crecido empleando como bandera su amistad con el papa Francisco I y haciendo estentóreas declaraciones públicas.
En cuanto a los derrotados, los principales son aquellos dirigentes que ya se probaban el traje de candidatos y han debido resignar sus aspiraciones presidenciales: Eduardo Wado de Pedro, Juan Manzur y Daniel Scioli. De Pedro deberá conformarse con el premio consuelo de ser el primer candidato a senador nacional por la provincia de Buenos Aires.
Sin lugar a duda, la gran derrotada es Cristina Kirchner que ha perdido el poder absoluto dentro del peronismo. Es que nada dura para siempre y ella debe pagar el precio por haber elegido a Alberto Fernández como presidente y luego, por haberle impedido gobernar por todos los medios posibles hasta que el gobierno del Frente de Todos se convirtió en la peor gestión presidencial de la historia argentina.
Ahora, a Cristina y sus acólitos solo les queda tratar de retener el gobierno de la provincia de Buenos Aires para mantener una cuota de poder considerable y resistir desde allí los futuros embates de Sergio Massa que no solo va por la presidencia sino también por la conducción real del peronismo.
Aunque quizá, Cristina Kirchner tenga un premio consuelo: ver como Sergio Massa sufre una gran debacle en las elecciones y el “gran panqueque” se convierte en el “mariscal de la derrota”. Una derrota tan grande que el peronismo termine tercero y no pueda competir en la segunda vuelta presidencial. Pero, eso recién lo sabremos en octubre.
[i] SÁTRAPA: Término que viene del griego en donde significa “protector de la tierra”, era el título de los gobernadores de las provincias de los gobernadores de las provincias de los antiguos imperios medos y persas. También: persona que gobierna despótica y arbitrariamente y que hace ostentación del poder.
[ii] https://twitter.com/madorni/status/1672413726769545216?t=Yn2rLBiugEsWHCyMzLtRw&s=08