Fuentes usualmente bien informadas, tanto del Instituto Patria como del entorno presidencia en Olivos, han confiado a Alternative Press Agency la creciente preocupación en el kirchnerismo por lo que consideran competencia desleal por parte del Presidente del Gobierno español Pedro Sánchez en materia de papelones, furcios, mentiras y exageraciones.
En agosto de 2018, por ejemplo, Pedro Sánchez de gira por los países de América Latina, dijo en Chile que se había hecho socialista al conocer la muerte del presidente Salvador Allende resistiendo el golpe de Estado de Augusto Pinochet.
Como el golpe de Estado fue el 11 de septiembre de 1973 y Pedro Sánchez nació el 29 de febrero de 1972, resulta evidente que el Presidente de Gobierno Español se convirtió al socialismo antes de ingresar a la “salita de cuatro años”.
Esta exageración supera sin lugar a duda el gafe de Alberto Fernández sobre la canción de Lito Nebia en que denigra a los mexicanos y brasileños de la semana pasada.
Incansable, Pedro Sánchez no solo compite exitosamente con el presidente Fernández en calentar las redes sociales sino que se la anima a la misma “Jefa Espiritual del Kirchnerismo”.
En 2009, la entonces presidenta Cristina Kirchner intentó forzar un encuentro bilateral con su consiguiente foto, con el presidente Barak Obama par lo cual no tuvo mejor idea que montar una “emboscada” en la Cumbre del G-20, en Londres, situándose a su paso en un pasillo.
Con lo que no contaba Cristina Kirchner es que el presidente estadounidense la ignoraría dejándola en ridículo con la mano tendida frente a las cámaras.
Ayer Pedro Sánchez superó ampliamente la performance alcanzada por Cristina Kirchner al emitir un comunicado oficial tras un breve encuentro de pasillo durante la Cumbre de la Otan, en Bruselas, de ayer que duró exactamente 29 segundos con el presidente Joe Biden, calificando el encuentro de “reunión bilateral”.
Posteriormente, el gobierno socialista dio a conocer un comunicado oficial de lo tratado entre ambos presidentes en esos 29 segundos afirmando que conversaron sobre como “reforzar los lazos militares entre los Estados Unidos y España” actualizando “el acuerdo bilateral de defensa”.
Además, Sánchez afirma que analizó con el mandatario estadounidense “la situación en Latinoamérica” y que “he trasladado mi preocupación por la situación migratoria y económica que tiene esa región como consecuencia de la pandemia” y que también ha felicitado al presidente Biden por su “agenda progresista”.
Es que Pedro Sánchez, visita la Argentina y no consigue ser recibido por Cristina Kirchner que es quien toma las decisiones, pese a sus esfuerzos tampoco obtiene las ansiadas reuniones con el presidente estadounidense Joe Biden o el rey Mohammed VI.
Si el Presidente de Gobierno español quiere resolver las urgencias diplomáticas de España debe escoger mejor las causas que decide apoyar. Debe dejar de patrocinar a la dictadura chavista de Nicolás Maduro en Venezuela y a los terroristas del Frente Polisario que le han declarado la guerra a Marruecos.
Pero, al parecer, el presidente Sánchez tiene demasiadas ataduras ideológicas y ha hecho muchas promesas a quienes lo apoyaron para llegar a La Moncloa y ahora estas le impiden atender los problemas que enfrenta España e incluso asegurar su integridad territorial.
Por lo tanto, resulta evidente que tanto a Nicolás Maduro, que habla con el alma de Hugo Chávez encarnado en un pajarito, como a Alberto Fernández que ve a los mexicanos venir de los indios y a los brasileños salir de la selva, les ha surgido en el viejo continente un serio competidor por el título de primer mandatario más improvisado, poco serio y propenso a las exageraciones.