El Rey de Marruecos, Mohammed VI desde su ascenso al trono, en 1999, ha desarrollado una política exterior basada principalmente en dos ejes. Por un lado consolidar la soberanía marroquí sobre su Sáhara y por el otro incrementar las influencia de Marruecos en África, es especial a partir del regreso a la Unión Africana en 2017.
En las últimas dos décadas, Mohammed VI ha realizado más de sesenta viajes de Estado a países africanos. En 2017 el Rey de Marruecos fue designado “Líder de la Unión Africana sobre la cuestión de la Migración. El reino alauí ha realizado dos campañas de regularización masiva de inmigrantes subsaharianos que vivían ilegalmente en Marruecos, en 2013 y 2017.
La Fundación Mohammed VI para los Ulemas y el Instituto Mohammed VI para la Formación de Imanes, Muchidíes y Murchidat capacitan en una versión tolerante del Islam a los religiosos provenientes de diversos países africanos y europeos que estudian becados en Rabat.
Las Fuerzas Armadas Reales aportan 1.865 hombres a las misiones de paz de Naciones Unidas en África. Marruecos ocupa el puesto 18° en el ranking de los países que contribuyen con tropas a escala mundial, el 3° en el mundo árabe y el 8° en el continente africano.
En 2019, antes de la pandemia del coronavirus, estaban estudiando en Marruecos 18.000 estudiantes extranjeros provenientes de 42 países africanos, de los cuales 6.500 becarios.
Marruecos, con 1.700 millones de dólares en inversiones, es el segundo inverso africano en el continente, después de Sudáfrica y aspira a convertirse en el primero.
Esta creciente influencia del Rey Mohammed VI y del Reino de Marruecos constituyen el factor determinante del incremento de la presencia consular de los países africanos en las provincias del sur del Reino.
Este lunes 5 de abril, fue un importante país de la francofonía y del África Occidental, la República de Senegal, quien abrió un consulado general en el puerto pesquero y turístico de Dakhla.
El Consulado de Senegal constituye la décima representación inaugurada en esta ciudad en el último año y la veintiunava legación abierta en el Sáhara marroquí, todo ello pese a la pandemia del coronavirus que ha paralizado en gran medida la economía y la política internacionales.
En la ciudad de Dakhla se han establecido los consulados de Gambia, Guinea, Djibouti, Liberia, Burkina Faso, Guinea Bissau, Guinea Ecuatorial, Haití, la República Democrática del Congo y Senegal.
En la ciudad de El Aaiún, capital de las provincias del Sur, están presentes la representaciones consulares de la Unión de las Comoras, Gabón, República Centroafricana, Santo Tomé y Príncipe, Burundi, Costa de Marfil, Ishwatini, Zambia, Emiratos Árabes Unidos, Bahrain y Jordania.
Como puede apreciarse la presencia diplomática en el Sáhara no se limita a países africanos sino también naciones árabes y americanas.
Cabe recordar que el derecho internacional establece que cuando un país abre una delegación en un territorio esta reconociendo la soberanía del país ante quién acredita a sus diplomáticos en ese lugar.
En otras palabras, veintiuna naciones, entre ellas los Estados Unidos, la principal potencia global y miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, han reconocido expresa y formalmente la soberanía de Marruecos en su Sáhara y, con certeza, en los próximos meses otros países seguirán su ejemplo.
Por otra parte, la formación de una numerosa comunidad diplomática en el Sáhara contribuirá a incentivar el turismo y difundir la realidad de la vida de la población sahariana en paz y prosperidad en su patria, el Reino de Marruecos.
Estos avances que están poniendo fin a más de cuatro décadas de conflicto artificial en el Sáhara. Un conflicto que ha costado muchas vidas y sufrimientos a los marroquíes y ha detenido el progreso en toda la región del Magreb, se deben especialmente a los esfuerzos desplegados incansablemente por su majestad el rey Mohammed VI.