Marruecos y España comparten una milenaria relación forjada por la geografía, la historia y la cultura de tal forma que la historia de uno de estos reinos no puede ser cabalmente comprendida sin tomar en consideración la existencia del otro.
Hoy Marruecos y España son socios estratégicos que tienen intereses en común en diversos campos. Los datos estadísticos de la economía marcan la verdadera dimensión de esta asociación estratégica que es objetivamente concreta y no meramente retórica.
España es le mayor inversor en el reino magrebí. En tanto que Marruecos es un actor clave en temas de migraciones y seguridad que afectan directamente a España y a la Unión Europea.
El Acuerdo Pesquero entre Marruecos y la Unión Europea, aprobado esta semana por el Parlamento Europeo, favorece especialmente a 90 barcos pesqueros españoles que podrán, durante los próximos cinco años, faenar en las aguas de la zona económica exclusiva de Marruecos, en la región del Sáhara, ricas en recursos ictícolas.
Los intereses comerciales marroquíes – españoles se incrementaron significativamente entre 2010 y 2017, creciendo un 11,5%. En 2018, la balanza comercial bilateral alcanzó los 14.000 millones de euros y aunque aún es favorable para España tiende año a año a ser cada vez más equilibrada.
España es el primer cliente de Marruecos y absorbe el 23,7% de las exportaciones marroquíes. Mientras que Marruecos adquiere en la Península el 16,8% de sus importaciones, lo que convierte a España en el principal proveedor de Rabat.
Para España, Marruecos es el 11° proveedor y el 9° cliente global, pero es el segundo mercado fuera de la Unión Europea, después de Estados Unidos, y el primer destino de inversión española en África, con un stock acumulado de más de 4.500 millones de euros.
Entre las más de mil empresas españolas asentadas en Marruecos, que dan empleo a 18.000 marroquíes, muchas de ellas trabajan para la fábrica Renault en TángerMed y otras abastecen a grandes cadenas de la moda, como Sara, El Corte Inglés o Inditex.
Las relaciones bilaterales no se limitan al terreno económico. En España residen un millón de marroquíes que envían a su país quinientos millones de euros anuales en remesas. Los turistas que visitan cada año Marruecos procedentes de España suman dos millones (la mitad de ellos son de origen marroquí), mientras que los turistas marroquíes en España alcanzan ya los 900.000 por año. En Marruecos está la segunda red mundial del Instituto Cervantes (con seis centros y seis sucursales) y cinco mil alumnos estudian en colegios españoles.
La buena relación entre ambos reinos se ha cimentado en acciones en común y en la buena sintonía personal entre ambos monarcas. Tal como lo destacó la embajadora de Marruecos en Madrid, Karina Benyaich: “Su Majestad el Rey Mohammed VI y Su Majestad el Rey Felipe VI comparten una visión estratégica y la misma determinación de erigir la relación entre ambos países vecinos en un ejemplo de una asociación norte – sur sólida e innovadora a favor del bienestar de ambos países, contribuyendo así a la paz, a la estabilidad y a la prosperidad en la cuenca mediterránea y en la costa atlántica”.
El papel de los monarcas cobra mayor importancia cuando la integridad territorial de la Nación es cuestionada por los delirios de los separatistas o la gobernabilidad del Estado es amenazada por la intensificación de las pujas ideológicas y políticas de los partidos.
La presente visita de 36 horas, realizada esta semana por don Felipe VI y doña Letizia a Rabat, donde fueron recibidos por el rey Mohammed VI, el príncipe heredero Moulay El Hassan y el resto de la familia real marroquí, es la segunda que la pareja real española realiza al país magrebí.
La delegación española que acompañó a la pareja real incluyó a cinco ministros y a un secretario de Estado del gobierno socialista de Pedro Sánchez. Fueron los titulares de Exteriores, Josep Borrell; de Interior, Fernando Grande-Marlaska; Cultura, José Guirao; Agricultura, Luis Planas e Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, junto al secretario de Estado de Energía, José Domínguez Abascal.
La visita ha servido tanto para cimentar la relación entre ambas casas reales como para la firma de once convenios bilaterales de cooperación que incrementarán aún más la asociación estratégica entre ambos reinos.
Los acuerdos suscriptos comprenden una diversidad de temas que hacen a la asociación estratégica multidimensional entre ambos reinos. Entre ellos se destacan los energéticos, migraciones, transporte aéreo, interconexión eléctrica, seguridad y lucha contra el crimen organizado, culturales, flujos comerciales y de pasajeros, mercados de capitales, etc.
Esta segunda visita del Rey de España, en los últimos cinco años, indica la importancia que La Moncloa otorga a su relación con Marruecos como socio y como base de operaciones para proyectar sus intereses geopolíticos en el continente africanos.
Es por lo que, España está siempre atenta al creciente protagonismo de Mohammed VI en la política africana y en el mundo árabe, además del papel moderador que el rey alauí cumple en la umma al-islam, como Comendador de los Creyentes, al proponer una interpretación del islam más tolerante y solidaria.
Mohammed VI, es cada día más, visto por Occidente como el estadista más importante para la mantener la estabilidad y el progreso sostenible en el Magreb y en toda África.