En el marco de la “Asociación Estratégica Más Profunda”, establecida en marzo de 2016 entre el rey Mohammed VI y el presidente de la Federación de Rusia, Vladimir Putin, el monarca alauí otorgó al canciller ruso Serguei Lavrov una audiencia especial para conversar sobre temas bilaterales y de interés internacional entre los que se encuentran la situación en Libia y el conflicto en Siria.
El ministro de Relaciones Exteriores ruso visitó el país magrebí en una corta visita de 24 horas, acompañado de una delegación del más alto nivel de la diplomacia de su país.
Marruecos y Rusia tienen relaciones diplomáticas desde hace más de sesenta años. El intercambio comercial entre ambos países ha totalizado, en 2018, 900 millones de dólares y se ha incrementado un 10% en los últimos cuatro años y especialmente desde que el Rey de Marruecos suscribió la “Asociación Estratégica Más Profunda”.
El principal rubro de intercambio bilateral son los productos agrícolas (75%) y entre ellos las exportaciones de cítricos, frutas y hortalizas.
Ambos estados apuestan a esta “Asociación Estratégica” para implementar nuevos proyectos en campos tales como la pesca, energía, industria y turismo.
Mohammed VI aprovecho la reunión con el ministro Lavrov para reiterarle la buena disposición del gobierno marroquí para acoger la visita del presidente ruso Vladimir Putin en fecha próxima, aunque por el momento no trascendió cuando se realizaría la misma.
El ministro ruso estaba interesado en conocer la opinión del monarca marroquí sobre la evolución de la situación en Libia y las perspectivas de que Siria se reincorpore a la Liga Árabe como un factor que reforzara la estabilidad y gobernabilidad en la región MENA y la cuenca del Mediterráneo.
En referencia al tema de la soberanía marroquí sobre sus provincias del sur, el ministro ruso Lavrov señalo la necesidad de una “solución consensuada” conforme a las resoluciones del Consejo de Seguridad y con la implicación de todas las partes involucradas, agregando Seguey Lavrov: “Compartimos la misma visión de nuestros amigos marroquíes”.
Con esta visita, el jefe de la diplomacia rusa ha querido reforzar sus lazos con el rey Mohammed VI, un actor regional cada día con mayor influencia en el continente africano, en un momento en que Rusia tiene diversos frentes conflictivos abiertos al mismo tiempo: Ucrania, Siria, Venezuela y cuando sus relaciones con los países de la OTAN y Estados Unidos a traviesan por un notorio enfriamiento.
En este contexto, una acercamiento al país de mayor peso estratégico y político del Norte de África no deja de resultar atractivo para el Kremlin.
Por su parte, Mohammed VI ha aprovechado la oportunidad para ampliar su influencia internacional y estrechar vínculos con las grandes potencias, en especial con Rusia, un país que se ha caracterizado en el pasado por ser sólido aliado de Argelia.