LOS COMICIOS
El domingo 2 de diciembre, los andaluces concurrirán a las urnas para elegir a los 109 diputados que constituirán la XI° Legislatura del parlamento autonómico.
La Comunidad Autónoma de Andalucía esta gobernada desde hace cuarenta años por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), mientras la representación legislativa estuvo restringida a cinco partidos: el PSOE, Partido Popular, Unidos Podemos, Ciudadanos y la coalición IU-LV-CA (Izquierda Unida, Los Verdes y Convocatoria por Andalucía).
El 8 de octubre pasado, la presidente de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, imposibilitada de lograr el apoyo del PP y de Ciudadanos para aprobar el presupuesto 2019, decretó la disolución de la legislatura estableciendo elecciones autonómicas para el próximo domingo.
Según las últimas encuestas preelectorales el PSOE se impondría nuevamente en los comicios manteniendo o disminuyendo levemente su representación parlamentaria.
En ese caso, Susana Díaz debería establecer un acuerdo con otras formaciones de izquierda, posiblemente con la coalición “Adelante Andalucía” que integran los partidos antisistema de Podemos, Izquierda Unida, Los Verdes y Convocatoria por Andalucía.
Aun uniéndose, los partidos de centro derecha: Partido Popular, Ciudadanos y VOX quedarían a siete u ocho legisladores de alcanzar la mayoría necesaria para formar gobierno.
Pero, la verdadera incógnita en estas elecciones es el caudal electoral, y por ende la representación parlamentaria, que podría alcanzar el partido de derecha VOX.
Las mismas encuestas que auguran el triunfo de los socialistas señalan también que VOX incrementaría su caudal electoral, que en las elecciones de 2015 fue de 0,45% hasta un 6,8% de los votos obteniendo un mínimo de cuatro escaños.
LA NUEVA DERECHA
En esta forma, VOX, un partido que levanta la bandera de la unidad de España se convertirá en la pieza clave para la formación de una coalición de gobierno de centro derecha en las futuras elecciones generales de España.
Pese a que la prensa suele catalogar a VOX entre las fuerzas políticas de ultraderecha y aún entre los movimientos neonazis, sus dirigentes insisten en que su formación constituye un partido político democrático que rechaza a la extrema derecha: “Somos antifascistas y anticomunistas”, proclama su líder Santiago Abascal, con “un mismo programa en toda España”. “Extrema decencia” y “extrema necesidad”, reiteran sus dirigentes.
VOX se formó en 2013, con un grupo de dirigentes y militantes, entre los que se encontraban Santiago Abascal, el ex funcionario de prisiones y víctima de ETA José Antonio Ortega Lara, José Luis González Quirós e Ignacio Camiñas, que se alejaron del Partido Popular en desacuerdo con la forma en que actuó la cúpula dirigente del partido frente a los casos de corrupción que lo involucró (Caso Gürtel), con la política antiterrorista implementada por el gobierno de Mariano Rajoy con respecto del grupo terrorista ETA y del Partido Popular del País Vasco (por ejemplo la excarcelación del etarra Josu Uribetxeberria Bolinga que fue juzgado y condenado a 178 años de cárcel por el asesinato de tres guardias civiles, a 14 años por secuestrar durante 116 días al empresario Julio Iglesias Zamora en junio de 1993,? y a 32 años por el secuestro de Ortega Lara en enero de 1996, ? a quien mantuvo encerrado en un pozo durante 532 días.) y con la política de tolerancia frente a los nacionalismos separatistas de los vascos y catalanes. Los disidentes acusaban a Rajoy de traicionar el ideario del PP.
En las elecciones generales de 2016, VOX obtuvo tan solo un 0,2% de los votos, pero desde entonces el partido ha dejado de incrementar sus afiliados (de 3.000 a 7.000 desde que Mariano Rajoy abandonó el gobierno y dejó el liderazgo del PP en manos de Pablo Casado).
Según esos mismos encuestadores, el perfil del votante de VOX hasta ahora sería el de un varón heterosexual, de mediana edad, trabajador formal, con estudios universitarios y urbano, que hasta ahora habría votado al PP y en mucha menor medida a Ciudadanos.
Los críticos acusan a VOX de inspirarse en partidos de ultraderecha europeos como Alternativa para Alemania (AfD) o el Partido Popular Austríaco (ÖUP) de Sebastian Kurz y de seguir las ideas de la derecha alternativa que orienta en el mundo el ex asesor del presidente Donald Trump, el ideólogo estadounidense Steve Bannon.
El pasado 7 de octubre, VOX realizó un acto de masas en el Palacio de Vistalegre de Madrid donde 12.000 simpatizantes abarrotaron las instalaciones al grito de “España pide elecciones” y “Viva España, viva la Policía Nacional, Viva la Guardia Civil” o “Viva el Rey”, para escuchar la palabra de Santiago Abascal.
El partido afirma que se financia con el aporte de sus afiliados (9 euros por mes), donaciones y recaudaciones de fondos a través de internet. “Nos financian los españoles a través de los medios que tienen y creemos que esto debe ser así. Los partidos políticos que los paguen sus simpatizantes” ha afirmado Abascal.
VOX impulsa la acción popular en el juicio que se sigue a los exfuncionarios catalanes que intentaron declarar la independencia y la secesión de Cataluña. El partido de Abascal pide 74 años de cárcel por dos delitos de rebelión y uno de organización criminal para el ex presidente de la Generalitat, Oriol Junqueras y los cinco exconsellers Joaquim Forn, Raúl Romeva, Jordi Turull, Josep Rull y Dolors Bassa.
En el caso de la expresidenta del Parlament Carme Forcadell; del ex presidente de la Asamblea Nacional Catalana, Jordi Sánchez y del líder de Ómnium Cultural, Jordi Cuixart, pide 52 años de prisión como autores de dos delitos de rebelión y alternativamente, de dos de sedición, y uno de organización criminal.
VOX también propone endurecer la política migratoria española, terminando con la migración irregular y expulsando a los migrantes que sean reincidentes en la comisión de delitos o faltas graves, posición que difunde con consignas como: “Aquí no cabe todo el mundo” o “Sin papeles, fronteras cerradas”.
Abascal suele burlarse del líder de Podemos, Pablo Iglesias, llamándolo “Pablo Mezquitas” porque Irán lo financia a él y a su partido.
UN NUEVO LÍDER
Santiago Abascal Conde, nació en Bilbao, el 14 d abril de 1976, en una familia franquista que participó de la fundación del Partido Popular y que vivió en el país vasco bajo el acoso y las amenazas de ETA.
Se graduó de Licenciado en Sociología en la Universidad de Deusto, en 2003. Ha trabajado en periodismo en diversos medios y publicado seis libros de ensayo político donde defiende sus puntos de vista sobre diversos temas.
Se incorporó al PP a los 18 años desempeñando diversos cargos partidarios y electivos.
En 1999, con tan sólo 23 años se convirtió en Concejal en el ayuntamiento de Llodio (Álava). En 2004 se convirtió en diputado del Parlamento Vasco, cargo que mantuvo hasta 2009.
En 2006 creó la Fundación para la Defensa de la Nación Española (DENAES) que presidió hasta 2014, año en que dejó la presidencia para poder dedicarse exclusivamente a VOX.
Abascal contrajo matrimonio, por primera vez, en 2002 pero esta unión se disolvió, en buenos términos, en 2010, quedando dos hijos que hoy tienen 14 y 12 años respectivamente.
En junio de 2018, después de cinco años de relación contrajo matrimonio con Lidia Bedman (33) una alicantina, bloguera e influencer, con quién tiene otros dos hijos: Jimena (4) y Santiago (2).
Habrá que esperar hasta el domingo para saber si VOX y su líder Santiago Abascal Conde logran el suficiente apoyo de los valencianos para que la derecha adquiera un mayor protagonismo que modifique el panorama electoral español.
Hasta el momento, VOX tiene representación en algunos ayuntamientos -en las elecciones locales de 2015 obtuvo 63.345 votos traducidos en 22 concejales y dos pequeñas alcaidías (Cardeñuela Ríopico en Burgos y Barruelo del Valle en Valladolid). En los comicios autonómicos de aquel año logró apenas 75.000 votos y no entró en ningún parlamento regional. Si el domingo VOX logra al menos un escaño, será la primera vez en la historia de la democracia española que un partido de derecha logra representación parlamentaria y quedaría excelentemente posicionado para el superdomingo de mayo de 2019 (cuando se celebrarán elecciones europeas, municipales y autonómicas) o en el caso de un posible adelanto de los comicios generales.
Por ahora el principal efecto que está provocando VOX, con su discurso nacionalista y anti migratorio, es la radicalización de las fuerzas de centroderecha. Recientemente, Pablo Casado, por ejemplo, dijo en Granada: “Aquí no hay ablación de clítoris, aquí no se matan los corderos en casa y aquí no hay problemas de seguridad ciudadana”, todo un cambio.