Hungría, un importante país de Europa Oriental, también se une al más de un centenar de Estados que han formalizado su apoyo al Plan de Autonomía, presentado por Marruecos en 2007, para solucionar de forma realista, justa y honorable el diferendo del Sáhara.
En el marco de una relación histórica y estratégica, Marruecos y Hungría han reafirmado su compromiso de reforzar la cooperación bilateral y ampliar los horizontes de colaboración en áreas clave. Este entendimiento fue el eje central del encuentro entre Nasser Bourita, ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, y Péter Szijjártó, su homólogo húngaro, celebrado esta semana en Rabat.
El encuentro se produce en un momento crucial para ambas naciones. Hungría ostenta la presidencia del Consejo de la Unión Europea hasta finales de diciembre, una posición desde la cual ha destacado su apoyo constante al fortalecimiento de la asociación estratégica entre Marruecos y la Unión Europea.
Un Socio Clave en el Contexto Europeo
Durante la reunión, el ministro Szijjártó reafirmó la postura de su país, comprometiéndose a trabajar por una colaboración más estrecha en diversos ámbitos. Esta asociación estratégica se extiende a sectores como la agricultura, la industria alimentaria, las energías renovables, la automoción, la educación y el turismo. Asimismo, ambos países firmaron un Memorando de Entendimiento en el ámbito de la salud, destacando la cooperación en investigación e innovación científica.
En este contexto, Marruecos celebró los logros de la presidencia húngara del Consejo de la Unión Europea, en especial la adopción de la Declaración de Budapest sobre el nuevo acuerdo europeo de competitividad, un documento esencial para el desarrollo económico en la región.
Un Puente entre Europa y África
Marruecos, liderado por el Rey Mohammed VI, continúa posicionándose como un polo de estabilidad y desarrollo en África. Iniciativas como la facilitación del acceso de los países del Sahel al Océano Atlántico, lanzada en 2023, han reforzado su papel como mediador regional. En este contexto, Hungría expresó su apoyo a estas medidas, subrayando la importancia de Marruecos en la estabilidad del Norte de África.
Ambos países también exploraron la posibilidad de establecer asociaciones tripartitas con otros socios africanos. Estas colaboraciones tienen el potencial de abordar desafíos globales como la seguridad, la migración y el desarrollo sostenible.
Convergencia Estratégica en el Conflicto del Sáhara
El diferendo del Sáhara fue otro tema destacado durante la reunión. Hungría ha reconocido expresamente que Marruecos, con su propuesta de un Plan de Autonomía para la región, ha buscado soluciones pragmáticas y sostenibles que han encontrado apoyo en importantes actores internacionales a los cuales ahora se suma Hungría. Este respaldo fortalece la posición de Marruecos como interlocutor clave en el panorama internacional.
En esta forma Hungría, un importante actor internacional en Europa Oriental, se suma al más de un centenar de Naciones de todo los rincones del mundo que apoyan la propuesta marroquí a la que ven como la única solución, posible, realista, justa y honorable para poner fin a un conflicto de cincuenta años que se ha prolongado por la intransigencia de los dirigentes del Frente Polisario y sus patrocinadores argelinos.
El 65º aniversario de las relaciones diplomáticas entre Marruecos y Hungría marca un hito en su asociación, que ha evolucionado hacia una cooperación multidimensional y estratégica. Este vínculo no solo beneficia a ambas naciones, sino que también refuerza la capacidad de la Unión Europea para abordar los retos en regiones estratégicas como el norte de África y el Sahel.
Con una visión compartida de estabilidad, desarrollo y cooperación, Marruecos y Hungría consolidan una alianza que promete rendir frutos significativos tanto para sus ciudadanos como para la comunidad internacional.
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