Las elecciones argentinas terminan con una sorprendente victoria del candidato kirchnerista, el ministro de Economía Sergio Massa que deberá dirimir el ballotage con el economista liberal Javier Milei.
Sorprendentemente los argentinos han votado a un candidato que en poco más de un año ha logrado triplicar la inflación, llevar el valor del dólar blue o paralelo de $276 a $1.100, y sumir en la pobreza al 40% de la población argentina, en un país donde no hay ni insumos médicos importados para tratamientos complejos.
Sergio Massa. con una campaña electoral basada en distribuir distintos beneficios económicos a los sectores más necesitados de la sociedad: supresión del impuesto a las ganancias, eliminación del IVA a los productos de primera necesidad, etc., ha logrado remontar del tercer puesto que obtuvo en las PASO con 27,8% de los votos, para terminar imponiéndose con 36,52% de los sufragios, en las elecciones de este domingo.
Mientras que el economista liberal Javier Milei logró mantener el 30% de los votos que obtuvo en las PASO, pero esta vez quedando en segunda posición, seis puntos por debajo de Massa. Sin embargo, logró 35 bancas en la Cámara de Diputados de la Nación donde el bloque de La Libertad Avanza pasó 3 a 38 bancas controlando así el quorum para que sesione la cámara. Mientras que el Senado de la Nación obtuvo ocho bancas. Todo un logro para un partido que no existía en 2021.
De todas formas, la segunda vuelta electoral que tendrá lugar el 19 de noviembre será entre Massa y Milei.
La gran perdedora de los comicios fue Patricia Bullrich, la candidata de Juntos por el Cambio, que descendió del 28% de los votos obtenidos en las PASO a un lamentable 23,82% en esta elección. En parte por su pobre desempeño en los debates presidenciales, pero también por su incapacidad de retener a los votantes de su rival en la interna, el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta.
Con este pobre desempeño, todos los analistas auguran que la alianza de Juntos por el Cambio podría fracturarse entre los partidarios del PRO de Mauricio Macri y la Unión Cívica Radical (UCR) que tiene muchas afinidades con Massa.
Seguramente, el ala liberal del PRO (Mauricio Macri, Patricia Bullrich, Ricardo López Murphy y otros) inmediatamente comenzará un acercamiento a Milei y a La Libertad Avanza con vistas al ballotage y a la posible conformación de un nuevo gobierno liberal.
En sus discursos, al conocerse los resultados de los comicios, tanto Patricia Bullrich como Javier Milei anunciaron la necesidad de formar un frente común para impedir un nuevo gobierno kirchnerista.
La incógnita es que hará Horacio Rodríguez Larreta un dirigente enfrentado desde hace tiempo con Milei y mucho más cercano a Sergio Massa.
También algunos dirigentes de la UCR (Gerardo Morales, Martín Loustau, Emiliano Giacobitti, Enrique “Coti” Nosiglia y otros) mantienen desde hace tiempo conversaciones con Massa con vistas a la integración de un gobierno de “unidad nacional”.
Otros grandes derrotados son Cristina Kirchner, su hijo Máximo y los dirigentes de la agrupación kirchnerista La Cámpora, quienes aceptaron la candidatura presidencial de Massa como el mal menor ante la posibilidad de quedar afuera del ballotage.
Sergio Massa y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof fueron los grandes vencedores de la jornada. Ambos están distanciados de Cristina Kirchner y los sectores del kirchnerismo duro. Ambos parecen dispuestos a jubilar políticamente a Cristina.
Massa sabe que Cristina intentará hacer con él algo similar a lo que ha hecho con Alberto Fernández, un desgaste progresivo y un bloqueo continuo de sus decisiones hasta provocar el fracaso de su gobierno. Lo sabe y no parece dispuesto a permitirlo. Para sostenerse deberá forjar una alianza con los gobernadores peronistas del interior del país y buscar el apoyo internacional de los Estados Unidos para negociar con el FMI.
Gane o pierda el ballotage, Sergio Massa intentará liderar al peronismo y separar de él a los kirchneristas y a Cristina Kirchner.
Incluso Axel Kicillof, quien alguna vez fue el hijo putativo que Cristina hubiera querido tener, hoy está distanciado de ella y aspira a controlar La Cámpora y liderar al espacio kirchnerista con una propuesta ideológica de izquierda, sin la influencia de Cristina ni de su hijo.
Una vez más las encuestas electorales estuvieron absolutamente erradas y ninguna anunciaba una victoria del oficialismo.
A priori el ballotage se presenta como un duelo entre el populismo de izquierda de Sergio Massa y el centro derecha liberal de Javier Milei.
Por lo tanto, los veintiocho días que restan hasta el 19 e noviembre sin duda serán muy agitados e interesantes en Argentina.