Por el Dr. Adalberto C. Agozino
El gran desempeño del seleccionado marroquí al llegar a semifinales en el Mundial de Futbol Qatar 2022 convierte al reino magrebí en la gran potencia futbolística de África y del mundo árabe capaz de competir de igual a igual con los mejores seleccionados del planeta.
El éxito del seleccionado marroquí, “los leones del Atlas”, que es el primer conjunto africano y también del mundo árabe en disputar un encuentro de semifinales en un mundial de futbol, no es un hecho fortuito, es el producto de un esfuerzo nacional planificado y sostenido en el tiempo por la Federación Marroquí de Futbol, con el decidido apoyo del Rey Mohammed VI.
El monarca alauí, entre otras iniciativas, financió la Academia Mohammed VI de Futbol, ubicada en un predio de 30 hectáreas, en Salé Al Jadida (cerca de Rabat), demandó una inversión de 140 millones de euros y cuenta con instalaciones y equipamientos homologados por la FIFA.
La Academia Mohammed VI de Futbol es una de las instalaciones de este tipo más grandes y modernas del mundo.
El complejo de entrenamiento dispone de cuatro hoteles de cinco estrellas, ocho canchas aprobadas por la FIFA -una de ellas cubierta y climatizada- y un centro médico que incluye servicio odontológico.
Actualmente, la Academia cuenta con 97 futbolistas adolescentes de entre 13 y 18 años. Los jóvenes son reclutados a los 13 años entre futbolistas que demuestran habilidades especiales y reciben en el complejo una educación integral además de la preparación física.
El objetivo de la Academia es liberar a Marruecos de la dependencia de futbolistas marroquíes formados en los clubes europeos. Actualmente, 14 jugadores del seleccionado marroquí han pasado por la Academia, entre ellos Ounahi, centrocampista del Angers de Francia, En-Nesiry, el central Nayef Aguerd del West Ham y el arquero suplente Ahmed Tagnaouti.
Claro está que los jóvenes preparados por esta institución luego pueden continuar su carrera en clubes del extranjero.
La inversión de la última década en materia de futbol ha dado sus frutos. Por primera vez en la historia, los clubes marroquíes son campeones de la Liga de Campeones Africanos tanto masculina como femenina, así como de la Copa Confederaciones masculina, la Liga Europea Africana.
Marruecos también es el campeón del Campeonato Africano de Naciones, un torneo continental en que las naciones presentan equipos formados exclusivamente por jugadores que compiten en el país.
El equipo femenino marroquí quedó segundo en la Copa Africana Femenina de Naciones a principios de este año y se clasificó para su primera Copa Femenina del Mundo. Marruecos es actualmente el único país del mundo que cuenta con dos categorías de futbol femenino totalmente profesionales.
Al igual que la selección argentina, el seleccionado marroquí cuenta con figuras que compiten en las ligas más importantes de Europa: Yassine Bounou es arquero del Sevilla de España; Nordin Amrabat es volante del Fiorentina de Italia, Achraf Hakimi es lateral del Paris Saint Germain de Francia, Hakim Ziyech es volante del Chelsea del Reino Unido y Youssef En-Nesyi en delantero del Sevilla.
El director técnico del seleccionado, en un marroquí nacido en Francia, Walid Regragui, con gran experiencia dirigiendo equipos árabes y se hizo cargo del plantel tan solo cien días antes del comienzo del mundial.
Esto demuestra que el éxito de los Leones del Atlas no es producto de circunstancias afortunadas sino del trabajo constante y la preparación llevada acabo por el deporte marroquí durante más de una década.
Esfuerzo que no podría haberse materializado de no ser por el apoyo irrestricto que le brindó el Rey Mohammed VI, que ha priorizado al deporte como un medio de mostrar al mundo el crecimiento y desarrollo de Marruecos y su creciente importancia internacional.