El pasado jueves 17 de febrero, en la ciudad belga de Bruselas, comenzaron los trabajos de la VIª Cumbre de la Unión Africana con la Unión Europea.
El evento que recoge las representaciones diplomáticas de 81 países a ambos lados del Mediterráneo para analizar, discutir y fijar posiciones sobre problemas comunes se realiza en esta ocasión con dos años de atraso debido a la pandemia del COVID 19 que azotó al mundo.
El objetivo de la VIª Cumbre es establecer una agenda común entre los países de África y la Europa comunitaria de cara al año 2030 y definir el destino de los fondos del denominado “Global Getaway Investment Package”, una partida de ciento cincuenta millones de euros en inversiones de carácter público y privado que se realizarán a lo largo y ancho de todo el continente africano para impulsar el crecimiento económico y el desarrollo científico.
Con este abultado paquete de inversiones la Unión Europea pretende contrarrestar la influencia económica y política que adquirido en los últimos años China en el África.
Determinar en qué, donde y cuando invertir esos fondos en de transcendental importancia para los asistentes a la Cumbre de allí la importancia que se otorgó al concreto y definitorio mensaje del Rey de Marruecos Mohammed VI, quién adelanto cuatro aspectos centrales que debe contemplar la agenda bilateral en los próximos años, a saber: “La educación, la cultura, la formación profesional, la movilidad y la migración.”
En su mensaje el monarca alauí puso especial énfasis en la necesidad de atender la educación en un continente dónde la mitad de la población tiene menos de veinte años y donde la pandemia dejó un saldo “de 1.800 millones de horas perdidas de aprendizaje”.
Es por ello que “nuestras escuelas, universidades y centros de formación profesional -señaló Mohammed VI- necesitan, al igual que nuestras respectivas economías, una recuperación robusta…”
Seguidamente, el Rey Mohammed VI, quien como Líder de la Unión Africana para la Cuestión de la Migración siempre ha expresado en los foros internacionales una visión positiva y solidaria en las cuestiones vinculadas con ella, en esta oportunidad ha indicado en la misma línea que “los migrantes no atentan contra la economía, incluso producen un efecto positivo, para los países de acogida -donde, a menudo, son trabajadores esenciales- y para sus países de origen” donde suelen aportar cuantiosas remesas.
Por eso concluyó con visión de estadista Mohammed VI: “debemos entender la cuestión de la migración tal como es, no solo como un desafío, sino como un compendio de oportunidades.”
Nuevamente, la acertada voz de Mohammed VI marca un claro rumbo para que se forje un “compromiso por la paz, la estabilidad y la prosperidad compartida, o sea, por el futuro de todos los ciudadanos africanos y europeos.”