En un contexto preocupante debido a las continuas e injustificadas hostilidades de Argelia, la serena voz de Su Majestad el Rey Mohammed VI, en el tradicional discurso d conmemoración de la Marcha Verde de 1975 transmitió al pueblo marroquí y a la comunidad internacional la firme resolución del Reino de defender su soberanía sobre el territorio sahariano en todo momento y ante cualquier enemigo.
Como todos los años al conmemorarse un nuevo aniversario del momento en que el rey Hassan II movilizó a su pueblo para llevar a cabo la gloriosa gesta de poner fin a la presencia colonial en Marruecos recuperando su soberanía sobre las provincias del Sur su hijo y heredero, Mohammed VI, actualiza su legado refiriéndose al estado de la soberanía en esa región y los planes de desarrollo para la misma.
Este año, la celebración cobra un especial interés debido a las agresiones que el Reino ha estado soportando desde el momento en que el Departamento de Estado de los Estados Unidos reconoció la soberanía total e integridad territorial de Marruecos sobre su Sáhara dando así un gran paso para la superación de un conflicto artificial que se remonta a los tiempos del fin de colonialismo y es una remora de la Guerra Fría.
“Para Marruecos, el Sáhara no puede ser objeto de negociación. Además, la marroquidad del Sáhara jamás se planteó ni se planteará algún día sobre la mesa de las negociaciones”, dijo clara y terminantemente el monarca alauí.
Sin embargo, el Rey Mohammed VI también reiteró “el compromiso para con la opción pacífica, el cese al fuego y la continuación de la coordinación y cooperación de la delegación de la MINURSO en el marco de sus estrictas atribuciones”. También señaló el “apoyo total” a los esfuerzos del Secretario General de Naciones Unidas Sr. Antonio Guterres por encontrar una solución al diferendo.
El Rey Mohammed VI aprovecho también la oportunidad para enviar un mensaje claro y fuerte a la Comunidad Europea y especialmente a España con respecto a la vigencia de los acuerdos económicos internacionales que involucran a Sáhara marroquí.
“En este contexto -señaló el Rey-, queremos expresar nuestra consideración a los países y agrupamientos con los que Marruecos tiene establecidos acuerdos y asociaciones, y para los cuales nuestras Provincias del Sur son parte indivisible de nuestro territorio nacional.”
Luego agregó, especialmente para La Moncloa, “queremos decir a aquellos que sostienen posturas indefinidas o dobles, que Marruecos no dará con ellos ningún paso económico o comercial que no abarque el Sáhara marroquí.”
Con estas palabras Mohammed VI dejó en claro la posición del Reino, si España, el mayor inversor en Marruecos quiere seguir con sus lucrativos negocios deben aceptar la soberanía marroquí sobre su Sáhara y poner fin a las ambigüedades y coqueteos con los separatistas del Frente Polisario y sus mentores argelinos.
En momentos de tensión y hostilidad, donde sobrevuelan las amenazas, Marruecos demanda saber sin lugar a duda quienes son sus amigos y aliados de confianza.
Así lo precisó el Rey Mohammed VI: “estamos en nuestro derecho de esperar de nuestros socios posturas más atrevidas y claras con relación a la cuestión de la integridad territorial del Reino.”
Un discurso claro, moderado pero absolutamente firme.
El Rey Mohammed VI dejó establecido en este discurso que Marruecos pretende continuar con su camino de crecimiento económico y mayor bienestar para su pueblo en paz y asociación con sus vecinos, sin ningún tipo de aspiraciones hegemónicas.
Marruecos está dispuesto a aceptar el derecho a la autonomía, a la diversidad cultural y a las tradiciones de las minorías, pero no tolerará por más tiempo que se cuestione su soberanía integridad territorial en el Sáhara.