Los intentos del gobierno argelino de manipular a la opinión pública internacional a través de noticias falsas y documentos adulterados despierta indignación y preocupación en las principales cancillerías de la región.
Tal lo ocurrido recientemente con la manipulación informativa efectuada sobre la resolución final de un seminario realizado en Dar-es-Salaam, Tanzania.
El sábado 16 de octubre s llevó a cabo el Seminario Regional sobre “El imperativo de la repercusión del post-Covid: Cómo puede la resolución de la cuestión del Sáhara reforzar la estabilidad y la integración de África”, en Dar-es-Salaam, organizado por dos prestigiosas ONG internacionales el Instituto of Peace and Conflict Studies y la Tanzania Peace Fundation.
El evento congregó a más de cuarenta académicos, expertos en política internacional y políticos provenientes de países africanos: Ruanda, Kenia, Comoras, Burundi, Tanzania, Uganda, Ghana, Marruecos, Mozambique y Sudáfrica entre otros.
El Seminario Internacional concluyó con la formulación de lapidarias recomendaciones sobre el tema del Sáhara Marroquí.
“Argelia -consignan las recomendaciones- asume la responsabilidad histórica en la disputa regional sobre el Sáhara marroquí, dada su probada implicación en la génesis y perpetuación de este conflicto artificial. La implicación de Argelia es muy clara en el frente diplomático, legal, financiero y militar desde el nacimiento de este conflicto regional. Es obvio que el Polisario debe su supervivencia solo a Argelia que lo apoya” […] “La solución de la cuestión del Sáhara marroquí implica necesariamente la expulsión de la Unión Africana de la República Árabe Saharaui Democrática, una entidad títere que es fuente de división e inestabilidad en África”.
Además, durante el transcurso del Seminario diversos expertos expresaron su apoyo a la soberanía Marroquí sobre su Sáhara.
El politólogo ugandés, Abubakar Kateregga, manifestó: “La República Árabe Saharaui Democrática es una entidad separatista no estatal que no dispone de territorio, ni población, ni soberanía que se ejerza a través del poder político. Su expulsión de la Unión Africana se a convertido en una gran prioridad para poner fin a todas las formas de separatismo en África y lograr las prioridades panafricanas, especialmente la integración del continente.”
En forma similar se expidió su colega ruandés, Ismaël Buchanan, profesor de la Universidad de Ruanda, al decir: “La participación de Argelia ha sido manifiesta en los frentes diplomático, jurídico, financiero y militar desde el nacimiento de este conflicto regional. Es evidente que el Polisario sólo debe su supervivencia a Argelia, que lo apoya.”
El exministro de Asuntos Exteriores de las Comoras, Fahmi Saïd Ibrahim, por su parte enfatizó categóricamente: “es necesario expulsar inmediatamente a la RASD, una entidad no estatal y no legítima de la Unión Africana para corregir una injusticia histórica que desacreditó a nuestra organización continental. También hay que procurar que este lamentable precedente no se repita nunca más.”
La repercusión de las recomendaciones de este importante foro internacional y la difusión de las lapidarias declaraciones de algunos de los asistentes era un fuerte revés para la diplomacia argelina y para la imagen internacional del país. Argel se vio sorprendido por la difusión del uniforme rechazo a su política con respecto al Sáhara.
Es así, que para minimizar la condena internacional a su proceder lanzó una fuerte campaña de desinformación basada en “fake news” difundidas a través de la agencia de prensa oficial argelina APS y de las redes sociales.
La campaña de desinformación tomó tal dimensión que hizo necesario que el presidente de la Tanzania Pace Foundation, señor Sadiki Godigodi, denunciase la manipulación de la resolución final y la adulteración de su sello, logo y firma en documentos apócrifos, adulterados y difundidos en las redes sociales por el gobierno de Argelia.
En realidad, la adulteración de la realidad, las exageraciones y mentiras son procedimientos a los cuales recurren habitualmente tanto Argelia como sus subordinados del Frente Polisario.
El gobierno de Argelia se ha embarcado, especialmente en el último año, desde el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara por parte de los Estados Unidos, en una campaña de hostilidad y provocaciones hacia Marruecos que atenta contra la paz y estabilidad del Magreb. El mundo debe seguir con atención esta escalada de hostilidad implementada por Argel para prevenir y garantizar con su accionar diplomático de la seguridad y estabilidad regional, disuadiendo y conteniendo las acciones provocativas de Argelia.