Actualizado 21/10/2021 a las 20.18 hs.
El exdirector de Inteligencia militar de la República Bolivariana de Venezuela general Hugo Armando Carvajal Barrios detenido en España, donde ingresó con pasaporte falso en agosto de este año, a raíz de un pedido del gobierno de los Estados Unidos que lo busca por los delitos de narcotráfico, lavado de dinero y vínculos con organizaciones terroristas internacionales (como las FARC colombianas y la libanesa Hezbollah) y ha ofrecido una recompensa de diez millones de dólares por su captura; ha formulado impactantes revelaciones que complican a diversos políticos latinoamericanos y europeos por recibir financiamiento ilegal. Entre los políticos mencionados por el prófugo venezolano se encuentran Néstor y Cristina Kirchner.
La defensa de Carvajal presentó un escrito de siete fojas al Juzgado Central de Instrucción N° 6 de la Audiencia Nacional de España, conducido por el juez Manuel García Castellón; detallando la forma en que las dictaduras de Cuba y Venezuela intervenían en los asuntos internos de diversos países latinoamericanos para apoyar la instalación de gobierno populistas que el fueran afines ideológicamente y le permitieran extender su influencia internacional.
En el escrito, publicado inicialmente por el periódico español “Ok Diario”, Carvajal menciona datos concretos de financiamiento clandestino e ilegal a políticos populistas extranjeros entre los que se menciona a Néstor y Cristina Kirchner en Argentina, a Evo Morales en Bolivia, Inacio “Lula” Da Silva en Brasil, Fernando Lugo en Paraguay, Ollanta Humala en Perú, Manuel Zelaya en Honduras, el exterrorista Gustavo Petro en Colombia, el Movimiento Cinco Estrellas en Italia y el partido anticapitalista Podemos de España.
El financiamiento a los políticos populistas -según declaraciones de Carvajal- se llevaba a cabo a través de valijas diplomáticas pertenecientes a las embajadas de Cuba y Venezuela en cada país.
El general Hugo Carvajal, hoy de 61 años, se desempeñó en diversos cargos de la Dirección General de Inteligencia Militar de Venezuela (DGIM) y fue su director entre 2004 y 2012 cuando debió pasar a retiro.
Precisamente, durante su mandato como director de la DGIM, se produjo el affaire de la valija del venezolano Guido Antonini Wilson que puso en evidencia la intervención chavista en las elecciones presidenciales de Argentina en 2007.
El 4 de agosto de 2007 a las 2.40 de la madrugada aterrizó en la Terminal Sur del Aeroparque Jorge Newbery, proveniente del Aeropuerto Internacional de Maiquetía Simón Bolívar, un vuelo privado de la empresa Royal Air que transportaba funcionarios públicos venezolanos y argentinos, algunos de ellos relacionados con el sector energético. En este vuelo, que fue contratado por la Empresa de Energía Argentina S. A. (ENARSA), se encontraban, entre otros, los argentinos Exequiel Espinoza (presidente de ENARSA), Claudio Uberti (Director del Órgano de Control de Concesiones Viales -OCCVI-), Victoria Bereziuk (asistente de Uberti) y el presidente de PDVSA, Uzcategui Matheus, su hijo Daniel Uzcátegui Specht y el empresario venezolano Guido Antonini Wilson. Cuando la agente de la Policía de Seguridad Aeroportuaria María Luján Telpuk ordenó abrir una valija del empresario venezolano Antonini Wilson encontró U$S 790.550.
Los funcionarios de la Aduana Nacional y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria Argentina decomisaron el dinero en base al artículo 978 del Código Aduanero, debido a que los dólares no fueron declarados previamente al control.
Interrogado por las autoridades argentinas, Antonini Wilson manifestó: “La valija era para la campaña presidencial. Yo supuse que era de Uberti y él me dijo que la manejaba el presidente. Yo me baso en lo que Uberti me dijo en Miami, cuando me envió saludos de parte del entonces presidente Néstor Kirchner”.
En medio de la campaña presidencial donde Cristina Kirchner se enfrentaba con Elisa “Lilita” Carrió, el caso de la “valija de Antonini Wilson” se transformó inmediatamente en un grave escándalo político.
El empresario Guido Antonini Wilson un día después y tras participar de un acto en la Casa Rosada abandonó la Argentina con destino a Uruguay, sin reclamar el dinero que le había sido incautado, desde allí se trasladó a los Estados Unidos nunca retornó a Venezuela o la Argentina.
Para reducir la presión ante la opinión pública el gobierno kirchnerista buscó un “chivo expiatorio”. El ministro de Planificación, arquitecto Julio de Vido, declaró que el director de OCCV, Claudio Uberti era el “responsable político” del vuelo. Uberti era hasta entonces el hombre de confianza del ministro de Vido y operador de todos negocios con Venezuela. Uberti se reunió con el entonces jefe de Gabinete, Alberto Fernández acordando los términos de su renuncia que se hizo efectiva el 9 de agosto de 2007.
Guido Antonini Wilson fue acusado en Argentina por contrabando. El juez federal Diego Zysman a pedido de la fiscal María Luz Rivas Diez, pidió la captura internacional de Antonini Wilson, pero a esas alturas el venezolano era un colaborador del FBI y los Estados Unidos no estaban dispuestos a extraditarlo.
A comienzos de diciembre de 2007, los venezolanos Moisés Maionica, Franklin Durán y Carlos Kauffman y el uruguayo Rodolfo Wanseele fueron arrestados en Miami por el FBI y posteriormente fueron acusados por el fiscal federal Thomas Mulvihil de ser “agentes de la República Bolivariana de Venezuela”. Franklin Durán y Carlos Kauffman son los actuales propietarios de Venoco, empresa fabricante de lubricantes automotrices, en la cual Antonini Wilson se desempeñó como asesor. Según el FBI, Guido Antonini Wilson había sido presionado en una serie de reuniones por los supuestos agentes para que aceptara dos millones de dólares a cambio de no revelar el origen ni el destino del maletín de ochocientos mil dólares. La seguridad de las hijas de Antonini Wilson habría sido amenazada por los supuestos agentes venezolanos.
Antonini Wilson había estado colaborando con el FBI desde su llegada a los Estados Unidos en agosto y abría grabado las reuniones.
De acuerdo con el fiscal Mulvihil, el FBI tenía numerosas grabaciones que probarían que los gobiernos chavistas de Venezuela y kirchnerista de Argentina habrían acordado ocultar la fuente y el destino del dinero decomisado a Antonini Wilson, siempre y cuando este colaborara.
El 13 d diciembre de 2007, la entonces flamante presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, acusó al gobierno estadounidense por implementar una “operación basura”. Poco después, el 18 de diciembre, el dictador venezolano Hugo Chávez, negó que los acusados fueron agentes venezolanos y calificó al proceso judicial estadounidense como un intento del “Imperio” de dañar a Venezuela y Argentina.
En junio de 2018, el juez en lo Penal Económico Pablo Yadarola, que se negó a procesar al exfuncionario Claudio Uberti, y el fiscal Pablo Turano, fueron los encargados de cerrar la causa. El caso prescribió finalmente, tras la indagatoria de Claudio Uberti que se mantuvo con bajo perfil, mientras que Antonini Wilson no se presentó, el expediente pasó por tres jueces de primera instancia y llegó hasta la Corte Suprema, no se produjo ninguna condena ni se procesó a Uberti, la fiscalía no reunió las pruebas suficientes.
La fiscal María Luz Rivas Diez declaró: “Luchamos contra todo el poder político que protegió a Uberti porque temían que abriera la boca. Fue luchar contra molinos de viento. Aún así, es increíble que la causa no haya llegado a una condena y ni lográramos que lo procesaran a Uberti, y es una vergüenza que ya pisando este gobierno no se haya podido avanzar sobre él.”
En diciembre de 2018, el mismo juez Yadarola proceso al ministro de Planificación Julio de Vido, a Claudio Uberti, al extitular de la AFIP Ricardo Echegaray, a Victoria Bereziuk, al extitular de ENARSA Ezequiel Espinosa y a otras personas involucradas. A todos les trabó embargo de cincuenta millones de pesos por “tentativa de contrabando de importación de divisas, agravado por la concurrencia de tres o más personas y por la intervención de funcionarios públicos, tanto nacionales en ejercicio o en ocasión de sus funciones, como funcionarios aduaneros encargados del referido control y en concurso ideal con el delito de receptación de dinero con el fin de aplicarlo en una operación de lavado de activos.”
En 2019, el fiscal Pablo Turano pidió la elevación a juicio oral de un dictamen d cuatrocientas fojas. En el caso de Exequiel Omar Espinosa, el fiscal pidió que se ordenen otras medidas de prueba antes de formular la acusación.
En abril de 2021, el juez Yadarola elevó la causa a juicio oral y le correspondió al Tribunal Penal Económico N° 1.
En la etapa de instrucción solo quedaron pendientes las detenciones del expresidente de PDVSA Uzcátegui Matheus, de su hijo Daniel Uzcátegui Specht y de Guido Antonini Wilson.
Durante la campaña presidencial de 2019, el entonces candidato Alberto Fernández aseguró que la versión de un financiamiento chavista de la campaña presidencial de 2007, de la cual él era jefe de Campaña del kirchnerista Frente para la Victoria, nunca pudo ser confirmada en la justicia argentina. Por último, afirmó que el dinero de Antonini Wilson posiblemente estaba destinado a políticos uruguayos, lo cual generó la protesta de legisladores de ese país.
Pero, con las revelaciones del escrito presentado por el general Hugo Carvajal al juez Manuel García Castellón se revela que previamente a la valija de Antonini Wilson hubo un total de veinte vuelos con entregas de un millón de dólares cada entregadas sin problemas, ya que contaban con la complicidad de los funcionarios aduaneros argentinos que los dejaban pasar sin ningún inconveniente.
Si estas revelaciones son ciertas la campaña electoral del Frente para la Victoria que en 2007 llevó a Cristina Kirchner a la presidencia estuvo financiada con veintiún millones de dólares provenientes de la República Bolivariana de Venezuela y la generosidad del dictador Hugo Chávez que intervenía en los asuntos internos de los países latinoamericano contando con la venalidad de los políticos locales.
Ahora, la detención del jefe de inteligencia de Hugo podría golpear aún más la campaña electoral del Frente de Todos que transcurre de escándalo en escándalo impidiendo al kirchnerismo remontar su aplastante derrota en las PASO de septiembre.