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El Reino de Marruecos vive una jornada de satisfacción y expectativa este jueves. Ayer implementó con éxito las terceras elecciones legislativas sucesivas desde la reforma constitucional de 2011. Una auténtica fiesta de la democracia marroquí.
En esta oportunidad los comicios fueron simultáneos para elegir 395 nuevos diputados al parlamento, 678 cargos en los Consejos de las doce regiones y 31.000 cargos de concejales municipales. El padrón electoral fue de 17.983.490 electores de los cuales el 8% eran nuevos votantes de entre 18 y 24 años que votaban por primera vez.
El gran desafío es manejar tres elecciones en forma simultánea lo que implica abastecer administrativa y logísticamente a 174.276 candidatos distribuidos en 1.704 listas electorales y a 4.600 observadores internacionales y nacionales pertenecientes a unas noventa organizaciones de la más diversa naturaleza. Sin embargo, la capacidad de la administración marroquí superó con éxito este importante reto.
Incluso el pueblo marroquí estuvo a la altura del acontecimiento proporcionando una asistencia récord a los comicios en medio de la pandemia del COVID que ha obligado a implementar un toque de queda a las 21 horas y reducir las actividades de proselitismo durante la campaña. La participación electoral en Marruecos se encontraba en descenso, en las legislativas de 2011 fue de 45%, en las de 2016 de 43%. Ayer por el contrario la tendencia se revirtió al concurrir a la votación el 50,35% de los electores, votaron 7,8 millones de personas.
La participación fue especialmente alta, incluso superando la media nacional, en las provincias saharianas del Sur. En Laayún – Sakia El Hamra fue del 66,94%, del 63,76% en Guelmim – Ued Nun y del 58,30% en Dajla – Ued Eddahab. El alto grado de asistencia a los comicios por la población marroquí de origen sahariano de integrarse plenamente al Reino como plenos ciudadanos aceptando con gusto en los hechos la soberanía marroquí. Todo ello pese a la campaña de los grupos separatistas auspiciados por Argelia que trataron inútilmente de boicotear la votación.
LOS RESULTADOS
Después de una década encabezando la coalición de Gobierno, el islamista Partido de Justicia y Desarrollo -PJD- sufrió una aplastante derrota en los comicios, confirmando el hecho ocurrido en la mayoría de los países donde los partidos gobernantes bajo la pandemia son luego derrotados en los comicios. Las restricciones en los desplazamientos, las muertes y el daño producido en las economías locales hacen que los electorados busquen un cambio y voten por los partidos de oposición sin importar mayormente la ideología o las propuestas que estos ofrezcan. Los oficialismos siempre pagan los costos de la pandemia. En Marruecos ha ocurrido en gran medida esto donde la PJD ha pasado de ser el más votado a situarse en octavo lugar, reduciéndose su caudal electoral de 12 a 125 diputados.
El vencedor de los comicios ha sido el liberal conservador Reagrupamiento Nacional de Independientes (RNI) con 102 escaños, seguido del liberal de izquierda Partido Autenticidad y Modernidad (PAM) que obtuvo 86 asientos y el histórico nacionalista Partido Istiqal (PI) que incrementó su representación a 81 diputados, la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP) que también incrementó sus diputados a 35 escaños, el Movimiento Popular (MP) ganó 29 escaños, el Partido del Progreso y el Socialismo (excomunista) obtuvo 21 escaños, La Unión Constitucional (UC) 18 escaños y el hasta hoy gobernante Partido Justicia y Desarrollo (PJD) 13, otras fuerzas menores se repartieron otros 12 curules.
Para formar gobierno el partido vencedor deberá formar una coalición con otros partidos para lograr la mayoría de 198 diputados.
REAGRUPAMIENTO NACIONAL DE INDEPENDIENTES
El partido triunfante en los comicios del 8 de septiembre, el Reagrupamiento Nacional de Independientes fue fundado en el año 1978 por el Ahmed Osmán, cuñado del difunto Rey Hassan II.
Por lo tanto, pertenece al grupo de los partidos que no surgieron de la lucha contra el colonialismo europeo en las décadas del cuarenta y cincuenta, que ha sido la referencia de los partidos históricos en Marruecos.
Se trata de un partido conservador liberal que ha formado parte de muchas coaliciones de gobierno en el Reino actuando como moderador de las posiciones más radicalizadas. En especial en 1989 cuando por primera vez la izquierda, con su líder histórico Abdelrahman Yusufi, formó gobierno o a partir de la Primavera Árabe, en 2011, cuando los islamista llegaron al poder. Sus principales cuadros directivos son tecnócratas y empresarios que muchas veces se desempeñan también como alto funcionarios del Estado.
En los comicios de 2016 había obtenido 35 diputados y formaba parte de la actual coalición de gobierno por lo cual veinticuatro de sus miembros formaban parte como ministros del Gabinete del actual Jefe de Gabinete Saad Dine El Otmani. Su líder es el ministro de Agricultura Aziz Ajanuch.
AZIZ AJANUCH, EL ELECTO
El empresario y político Aziz Ajanuch ha sido el gran vencedor en la votación de ayer. Se trata, según la prestigiosa revista económica Forbes del hombre más rico de Marruecos y el duodécimo de África. Su fortuna ha sido evaluada en 2.000 millones de dólares (unos 1.700 millones de euros). Desde 2016 es secretario general del RNI.
En abril de 2016, el gobierno del Reino de España lo condecoró con la Gran Cruz de la Orden Civil del Mérito Agrario y Pesquero, la distinción más importante que puede otorgar este país a personalidades vinculadas con el sector agropecuario. Los vínculos del político y empresario con España se hicieron nuevamente evidentes cuando en medio de la crisis provocada por la presencia del terrorista polisario Brahim Ghali en la Península que llevó al retiro de embajadores entre ambos países, Ajanuch se reunió con el presidente del Partido Popular Pablo Casado para aliviar tensiones.
Desde hace catorce años Aziz Ajanuch es ministro de Agricultura y Pesca, tiene sesenta años y tres hijos. Pertenece a una familia de empresarios, su esposa Salua Idrisi Ajanuch es fundadora y directora ejecutiva del grupo Aksal que posee el 50% de Morocco Mall, uno de los centros comerciales más moderno y grande de África y tiene los derechos de franquicia exclusiva en su país de marcas internacionales, como la española Zara.
Ajanuch, que estudio comercialización en Canadá, es propietario del grupo Akwa, que administra la cadena de estaciones de servicio Afriquia que cuenta con más quinientas bocas de expendio de combustible en el país. Además de sus negocios en el sector de hidrocarburos, Ajanuch posee inversiones en telecomunicaciones y el sector financiero y bancario.
Se descuenta, que el gobierno salido de estos comicios tendrá una total sintonía con las ideas del Rey Mohammed VI para la implementación del Modelo Nuevo Modelo de Desarrollo Nacional y la proyección internacional de Marruecos.
Ahora todas las expectativas están puestas en el recuento de votos que determinara quienes ocuparán los cargos regionales y municipales y en la conformación que adquirirá la nueva coalición de gobierno.
Pero, más allá de quien ha triunfado en los comicios o de quien gobernará el pueblo de Marruecos conducido sabiamente por Su Majestad Mohammed VI ha dado una clara muestra de la potencia de sus instituciones democráticas, con una clara y real alternancia de los partidos en el poder, a la que se agrega una importante participación popular. En síntesis, podemos decir que la democracia marroquí impulsada y sustenida por el Rey Mohammed VI constituye un ejemplo a imitar para todas las naciones del continente africano.