Algunos gobernantes africanos basan la economía de sus países tan sólo en la exportación de materias primas. Argelia, por ejemplo, apoya su economía en un 95% en la exportación de hidrocarburos.
Este no es el caso del rey Mohammed VI. El monarca alauí, durante los veinte años de su reinado, ha dado prioridad al desarrollo industrial sostenible del Reino y a la creación de empleos para los trabajadores de su pueblo. Para ello, ha forjado alianzas estratégicas con diversos estados a los efectos de atraer inversiones productivas para el Reino.
Actualmente, se están concretando muchos de los proyectos estructurados a través de años de infatigables gestiones diplomáticas y hábiles negociaciones como es el caso de la nueva planta de PSA Peugeot Citroën en Kenitra.
El 19 y 20 de septiembre de 2015, el entonces presidente de Francia, François Hollande visitó el puerto de Tánger para reunirse con el rey Mohammed VI en lo que constituía la primera visita de un mandatario francés a esta ciudad.
En esa ocasión Marruecos firmó con la firma francesa PSA Peugeot Citroën un convenio que comprendía una inversión de 557 millones de euros con destino a la construcción de una importante fábrica automotriz que debía comenzar a funcionar en 2019.
La fábrica francesa se instaló en la localidad de Ameur Seflia, cerca de la costa atlántica, a unos setenta kilómetros de la ciudad de Rabat y depende de la plataforma industrial integrada de la Zona Libre Atlántica, en la región de Gharb Charda Bni Hssen, donde ya se han instalado 27 nuevas plantas de diez nacionalidades.
El jueves 20 de junio de 2019, en cumplimiento de los planes previsto, el rey Mohammed VI concurrió a la instalación de PSA Peugeot Citroën para inaugurar la producción de automóviles y lanzar las obras de ampliación del complejo. La planta producirá 100.000 vehículos y motores asociados cifra que se duplicará antes de 2023 y que se exportarán a ochenta mercados diferentes.
Entre los modelos que se fabricaran se encuentra inicialmente, el modelo Peugeot 208 al que muy pronto se agregaran los Peugeot 301 y Citroën C-Elysée.
Hoy la instalación genera cuatro mil empleos directos y otros veinte mil indirectos. Además, el Centro de Investigación y Desarrollo que debía emplear inicialmente a mil quinientos ingenieros y técnicos superiores, actualmente emplea a 2.300 personas de las cuales el 85% son ingenieros.
Además, la firma PSA Peugeot Citroën adquirió, en 2018, autopartes de otras empresas radicadas en Marruecos por valor de setecientos millones de euros.
Los automóviles que produce la planta son transportados al puerto de Tánger Med, vía ferrocarril de forma provisional a la espera de que finalicen las obras del nuevo puerto de Kenitra que está a veinte kilómetros de la planta.
Durante el acto inaugural, el vicepresidente ejecutivo de PSA Peugeot Citroën para Medio Oriente y el Norte de África, Jean-Christophe Quemard, afirmó que “la visión adoptada por Su Majestad el Rey para desarrollar ecosistemas económicos eficientes es ya una realidad para el Grupo PSA Peugeot Citroën con todos sus componentes, empezando por el más importante: la formación profesional de los hombres y mujeres que harán el futuro de la industria del automóvil con la promesa de carreras ricas en este sector en Marruecos.” Agregando: “Marruecos es un mercado histórico y estratégico para nuestro Grupo y para sus cuatro marcas Peugeot, Citroën, DS y Opel. Hemos construido una asociación única en la industria del automóvil en Marruecos con la ayuda de todos nuestros socios y gracias al apoyo de las autoridades marroquíes”.
De la mano de Mohammed VI, Marruecos se ha convertido en una de las mayores potencias industriales de África. Ese importante desarrollo industrial es uno de los pilares que sostienen el creciente liderazgo que el Reino de Marruecos y su Rey ejercen en los asuntos africanos y del Medio Oriente.