África celebra cada 25 de mayo su día. La fecha se instituyó para conmemorar la creación de la Organización de la Unidad Africana en 1963.
La creación de un organismo regional para representar a todos los pueblos africanos fue fruto de la incansable labor que en ese sentido llevaron a cabo grandes personalidades africanas como Mohammed V de Marruecos, Haile Selassie, negus de Etiopía, el rais Gamal Abdel Nasser de Egipto y I. Kwame Nkrumah de Gana.
Como antecedente cabe mencionar que, entre el 4 y el 7 de enero de 1961 representantes de siete naciones africanas invitadas por Mohammed V se reunieron en una Cumbre de Estados Africanos en Casablanca.
Asistieron a la misma: I. Kwame Nkrumah, Modibo Keita de Mali, Amadou Sekou Touré de Guinea Konakry, Gamal Abdel Nasser, Farhat Abbas del gobierno provisional de la república argelina y Abdelkader Allam en representación del rey de Libia Idris I.
La Conferencia de Casablanca estableció las bases de la cooperación africana para terminar la dominación colonial en el continente y para el desarrollo de la cooperación y solidaridad entre los pueblos africanos.
Así el 25 de mayo de 1963, en la ciudad etíope de Addis Abeba se reunieron treinta y dos jefes de Estado de naciones africanas para promover la unidad y solidaridad de los estados africanos y constituir la voz colectiva del continente. También estaba dedicada a erradicar el colonialismo y promover la cooperación internacional, fue reemplazada el 9 de julio de 2002 por la Unión Africana.
Actualmente, La Unión Africana, inspirada en la Unión Europea, es la organización supranacional del ámbito africano dedicada a incrementar la integración económica y política y a reforzar la cooperación entre sus estados miembros.
Desde el punto de vista humano, África es el continente más viejo debido a que allí se originó la humanidad hace aproximadamente un millón de años. Pero, también es el continente más joven porque el 40% de su población tiene menos de 15 años.
En la antigüedad clásica, los europeos simbolizaba a África con la figura de una mujer o como un escorpión. En una medalla romana de la época del emperador Adriano, África aparece representada por una mujer que usa como morrión la cabeza de un elefante. En otras varias medallas se personifica a África como una mujer que tiene en la mano derecha un escorpión y en la izquierda el cuerno de la abundancia; a sus pies un cesto lleno de flores y de frutos. Más allá de esta simbología es el tercer continente (después de Asia y América) más grande del mundo por extensión territorial, abarca aproximadamente una quinta parte de la superficie terrestre (20,4%). Su nombre tiene origen en el término griego "a-phrike", ‘sin frío’.
Limita al norte con el mar Mediterráneo, al oeste con el océano Atlántico, al sur con la conjunción de los océanos Atlántico e Índico y al este con el mar Rojo y el océano Índico. Aunque posee una superficie total de 30.272.922 Km² (621.600 en masa insular), la población es de mil millones de habitantes, algo menos del 20% del total poblacional mundial.
En su mayor parte, África es una enorme y antigua plataforma continental maciza y compacta, elevada entre 600 y 800 metros sobre el mar, surcada por grandes ríos (aunque pocos) y escasa en penínsulas. Destaca por su regularidad orográfica y considerable altitud media.
EL CONTINENTE OLVIDADO
Durante décadas, África fue el continente olvidado. Los medios de comunicación solo consignaban de él las guerras (Biafra, Zaire, Ruanda, etc.), la violencia interétnica (Sudán, Mali, Nigeria, etc.), las grandes hambrunas (Etiopía, Somalia, Mali, etc.), o sus excéntricos dictadores (Idi Amin, Bokassa, Mobutu, Mugabe, etc.) o los desastres naturales. Hoy esa imagen es cosa del pasado. Según el Banco Mundial, de las diez economías que más crecerán en 2019 en el mundo, seis son africanas, incluida Etiopía, un país con más de cien millones de habitantes.
La ONU estima que, entre2018 y 2036, las diez ciudades que más crecerán en población serán todas africanas. Con una población que crece a un ritmo del 2% anual, muy superior a la media de 1,2% del resto del mundo, en 2050 habrá 2.000 millones de africanos, el doble de la población actual. Y esa cifra se duplicará en 2100. De hecho, de los 2.200 millones de personas que se sumarán a la población mundial de aquí a mediados de siglo, 1.300 millones nacerán en África. Además, se estima que el número el número de afro europeos podría aumentar de los actuales nueve millones a doscientos millones en 2050, y serán la cuarta parte de la población del viejo continente.
En los últimos años se ha producido un cambio notable en la percepción de África. La mejora del clima político y del marco institucional ha ido acompañada de un sensible aumento del crecimiento económico.
África es hoy en día objeto de una creciente atención en los medios económicos y empresariales. Las previsiones de crecimiento económico, en un marco de mejora de la gobernabilidad y extensión de los sistemas democráticos, así como de avances en sanidad y educación, son positivas. La época de guerras de la década de 1990 y 2000 parece haber quedado atrás.
En la última edición del estudio Doing Business, elaborado por el Banco Mundial, y que analiza el marco regulatorio en las economías del mundo, de las diez economías que habían experimentado un mayor avance, cinco eran africanas. De todas las reformas regulatorias identificadas en esta edición del estudio en el mundo, un tercio habían sido llevadas a cabo en países del África subsahariana.
Según el informe Global Economics Prospects del Banco Mundial, el crecimiento económico de África se acelera, con una tasa prevista de crecimiento del 2,7% en 2018, el 3,4% en 2019 y el 3,7% en 2020-21.
La consultora McKinsey ha publicado el pasado noviembre un estudio que ha tenido una gran repercusión, Africa’s Business Revolution: How to Succeed in the World’s Next Big Growth Market, que analiza a fondo la nueva dinámica que se ha puesto en marcha en África y las oportunidades económicas que ésta ofrece.
El estudio de McKinsey destaca algunas de las nuevas fortalezas de las economías africanas. Por ejemplo, el rápido avance de la digitalización y en particular de los teléfonos móviles. Hay actualmente en África 22 millones de usuarios de servicios financieros a través de móviles. El proceso de urbanización es muy intenso y se estima que más del 80% del crecimiento de la población en las próximas dos décadas se producirá en las ciudades.
La integración económica regional puede ser un factor determinante en el próximo futuro. El African Continental Free Trade Area (AfCFTA), en proceso de creación, será el área de libre comercio más grande del mundo en términos de número de países participantes. Se está favoreciendo la interacción económica entre los países de la zona. Según McKinsey, veintiún países ofrecen acceso libre de visado o con visado tramitado en el aeropuerto de llegada a los demás países africanos. Son cada vez más numerosas las empresas africanas que actúan con una estrategia regional.
Por otra parte, la democracia se está extendiendo en el continente, la gobernabilidad mejora, y la corrupción retrocede – aunque, ciertamente, queda todavía mucho por progresar en estos aspectos.
Esta nueva dinámica no oculta las profundas debilidades que siguen afectando a gran parte de los países africanos, como la pobreza, el déficit de infraestructuras, la corrupción, los elevados niveles de deuda en determinados países, entre otras. Se estima que el 70% de los pobres del mundo del mundo viven en África. En 2017, 15 países de baja renta del África subsahariana eran considerados como en alto riesgo de registrar problemas de deuda.
África puede sufrir además seriamente las consecuencias de las tensiones comerciales internacionales. Según el FMI, las tensiones comerciales podrían provocar una pérdida de hasta el 1,5% del PIB africano en 2018 / 21. Los más expuestos son los países exportadores de commodities y los que están más integrados en los mercados globales.
Sin embargo, las naciones africanas conmemoran este nuevo Día de África con una optimista y esperanzadora mirada sobre su futuro.