El aparato Iliushin argelino se estrelló tras despegar cerca de la base aérea militar de Bufarik, situada a una treintena de kilómetros al sur de la ciudad de Argel. La aeronave se estrelló el miércoles 11 del corriente a las 08.00 has en un campo agrícola próximo a la autopista que une Bufarik con Blida.
El Iliushin 76 es un aparato de fabricación soviética para uso militar con más de treinta años de antigüedad. Tenía previsto hacer una escala técnica en la ciudad meridional de Bechar. Desde allí debía llegar antes del mediodía a Tinduf transportando tropas argelinas y milicianos polisarios entrenados como comandos por el Ejército argelino.
Según el politólogo Arturo Sánchez de Bock, vicedirector del Instituto Argentino de Estudios Geoestratégicos, que recientemente recorrió el Sáhara Marroquí, Argelia y el Frente Polisario están concentrando tropas en la región de Tinduf. “Frente a la firme aptitud de Rabat -señala Sánchez de Bock- de impedir que se altere el estatus jurídico e histórico del territorio marroquí al este del dispositivo de defensa, particularmente en Bir Lahlou y Tifariti.”
Afirma el experto argentino que, Marruecos está dispuesto a poner fin a las incursiones armadas en el extremo sur de su territorio en Guergarat (frontera con Mauritania) y en el extremo este en Tifariti y Bir Lahlou. El Frente Polisario pretende convertir la zona en un “territorio liberado”, que de algún sustento a todas sus patrañas sobre un falso Estado denominado República Árabe Saharaui Democrática.
Argelia conoce la firme determinación de Marruecos para defender su soberanía territorial y está desplazando tropas a la región para reforzar a las milicias del Polisario ante la posibilidad de que las Fuerzas Armadas Reales operaciones de limpieza en la zona.
El infortunado accidente aéreo ha puesto en evidencia la participación de Argelia en el sostenimiento del conflicto del Sáhara.
Argelia siempre ha sostenido que no es parte del diferendo sobre el Sáhara y que sólo ha albergado al Frente Polisario por razones humanitarias, cuando en realidad, no sólo permite desde hace más de cuarenta años la existencia de los infames campamentos polisarios, sino que ha armado, entrenado y protegido a sus milicias.
Ahora, todas estas argumentaciones se han derrumbado como un castillo de naipes ante la inocultable evidencia del papel que Argelia cumple en la desestabilización del Magreb.
Por otra parte, el accidente del Iliushin 76 es una evidencia más del deterioro que sufren las fuerzas armadas argelinas por falta de mantenimiento y presupuesto.
En la última década, entre 2007 y 2017, se produjeron en Argelia 19 accidentes aéreos que involucraron a 21 aparatos y ocasionaron la muerte de 115 personas. Los aparatos siniestrados fueron siete helicópteros, tres aviones de transporte, tres aviones de entrenamiento y ocho cazas -entre ellos seis aviones MiG 29-. Ahora, a estas cifras se suman las 257 víctimas del Iliushin 76.
En febrero de 2014, un Hércules C-130 se estrelló en El Buaghi (a unos 500 km al este de Argel). En la tragedia murieron 77 personas, entre militares y sus familiares
El anticuado avión ruso Iliushin 76 transportaba a 176 oficiales y soldados, 30 milicianos polisarios, 10 tripulantes y 41 familiares del personal militar. Todos ellos a bordo de un avión obsoleto, falto de mantenimiento y con capacidad máxima para transportar a sólo 220 personas.
Esta tragedia aérea es tan sólo una muestra más de la decadencia que vive hoy Argelia con un presidente anciano -de 80 años- y enfermo. Además de un liderazgo envejecido e ideologizado.