Marruecos con una economía no dependiente de los precios siempre fluctuantes a la baja de las materias primas y con una sólida estabilidad institucional es una positiva excepción en el concierto de las naciones africanas donde lamentablemente son frecuentes las crisis económicas, los golpes de Estado y los estados fallidos.
Esto otorga a Marruecos un natural papel de liderazgo en la región. Esa estabilidad y liderazgo atraen inversiones extranjeras a su territorio, le dan un mayor protagonismo en las misiones de paz de Naciones Unidas, lo convierten en sede de eventos internacionales como la “Cumbre de la Tierra – Río 1992” (que ha albergado en dos ocasiones en 2001 y 2016) de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP), la Cumbre Africana para la Acción (2016) o la Conferencia Intergubernamental de Adopción del Pacto Mundial, así como el Foro Global para la Migración y el Desarrollo que se realizarán en Marruecos en diciembre de 2018.
En enero de 2017, el Reino de Marruecos se reintegró a la Unión Africana. Marruecos propició la creación de este organismo por impulso del entonces rey Mohamed V que convocó a la Conferencia de Casablanca, en 1961, y luego se incorporó a la entonces Organización de la Unidad Africana (OUA) en 1963. En 1982, se apartó del organismo internacional en protesta por la inclusión de la pantomima de Estado creado por los separatistas del Frente Polisario apoyados por Argelia, la supuesta República Democrática Árabe Saharaui.
En 2016, Mohamed decidió revisar esa decisión y Marruecos retornó al foro regional donde su influencia no ha parado de crecer.
En 2017, Mohamed Vi fue nombrado como “Líder de la Unión Africana sobre la Cuestión de la Migración”.
Ahora, en la XXIIª Sesión Ordinaria del Consejo Ejecutivo del Bloque Panafricano como preludio de la XXXª Cumbre de la Unión Africana, realizada este fin de semana en Addis Abeba, Etiopia, Marruecos ha sido designado miembro del Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana, máximo organismo de la entidad regional.
Marruecos obtuvo 39 de los 53 votos posibles, tres votos más de la mayoría de 36 votos necesarios para ocupar ese puesto. Permanecerá en el Consejo de Paz y Seguridad por el período 2018 – 2010.
Esta designación no hace más que consolidar el creciente peso que Marruecos tiene en la política africana y también en el contexto de la política global.