LA CUMBRE DE LA INMIGRACIÓN
Ha comenzado en Abijan, Costa de Marfil, la V° Cumbre entre la Unión Africana y la Unión Europea, que se desarrollará entre el 29 y 30 de noviembre, con la asistencia de 110 delegaciones de 54 estados africanos, 28 europeos y 52 Jefes de Estado africanos, 15 europeos, el Secretario General de la ONU y numerosos observadores e invitados especiales, bajo el lema: “Inversiones en la Juventud para un Desarrollo Sostenible.”
Los Estados miembros de la Unión Europea destinaron 21.000 millones de euros en ayuda para el desarrollo en 2016, lo que sitúa a esta organización como el primer donante, mientras que las empresas europeas invirtieron 32.000 millones de euros en África en 2015, que representan casi el 30% del total de las inversiones en el continente.
Allí reside, entre otros aspectos históricos políticos, humanos y culturales, la importancia de estos encuentros bilaterales entre los decisores en la cumbre del poder de ambos continentes.
La agenda inicial de la Cumbre comprendía un temario compuesto por los siguientes ítems:
· La paz y la seguridad
· La gobernabilidad en particular la democracia, los derechos humanos, la migración y la movilidad.
· La inversión y el comercio.
· El desarrollo de competencias.
· La creación de empleo.
Pero el debate estuvo monopolizado por el impacto de las imágenes difundidas por la CNN sobre la venta de inmigrantes subsaharianos como esclavos en Libia.
Recordemos que un tercio de los 420 millones de jóvenes de entre 15 y 35 años en África esta desempleado y entre diez y doce millones se incorporan cada año al mercado laboral, aunque sólo se crean 3,1 millones de empleos en el continente. Además, se espera que el número de jóvenes se duplique hasta alcanzar los 830 millones de 2025, cuando sería necesario crear un mínimo de 25 millones de empleos.
Este hecho, y el drama humanitario que lo rodea, convierten a la inmigración africana en un tema prioritario.
LA AGENDA AFRICANA DE INMIGRACIÓN DEL REY MOHAMED VI
En este sentido, de particular interés fue para los Jefes de Estado y de Gobierno presentes las palabras del Rey Mohamed VI, no sólo por ser la primera vez que Marruecos asistía a una cumbre Unión Africana – Unión Europea y ser “líder de la Unión Africana sobre Cuestiones de la Migración”, sino especialmente porque presentó los lineamientos básicos para la creación de una estrategia conjunta frente al problema de la migración irregular africana.
En su breve, pero sustancial alocución, Mohamed VI comenzó señalando que “el siglo XXI será él de las grandes mezclas”. Por lo cual la migración no puede ser encarada con prejuicios ideológicos, pasionales o incluso xenófobos.
Prosiguió reconociendo que la migración ha adquirido en estos tiempos una connotación negativa al asociársela frecuentemente a la droga, los tráficos, la pobreza, la precariedad y hasta los efectos negativos del cambio climático.
Lógicamente, esto hace que en muchos casos la migración sea percibida como una amenaza. Aunque el monarca reconoció que esa percepción en ocasiones no siempre carece de fundamento.
Sin embargo, destacó que los países africanos, después de haber contribuido de manera sustancial a la reconstrucción de la Europa de la posguerra, se sienten vejados por el trato dado a los inmigrantes africanos. Recordemos que este año han perecido más de 3.000 inmigrantes en aguas del Mediterráneo y que desde la tragedia de Lampedusa, en 2013, el número de fallecidos ya sobrepasan los 15.000, más del 50% de todos los refugiados muertos en el mundo en los últimos cuatro años.
Los países africanos también sufren los perjuicios de la “hemorragia de cerebros” que provocan las empresas europeas cuando contratan a los mejores talentos africanos que asisten a las escuelas de negocios europeas.
Destaco que la geografía a condenado a algunos países “a convertirse en tierra de inmigración”, tal como le ha ocurrido a Marruecos y otros países del Norte de África, especialmente a Libia, como nueva tierra de tránsito entre África y Europa, hoy convertida “en el corredor de todos los males”. Aunque responsabilizó de los atropellos cometidos contra los infortunados inmigrantes a “milicias armadas que escapan al control del gobierno libio”.
Mohamed VI trazó un complejo panorama sobre el problema de la migración para finalmente anunciar que había concluido el “tiempo para el diagnóstico y para las polémicas de retaguardia. Es el tiempo de la acción”, dijo.
Para lo cual el monarca marroquí se comprometió a presentar a la próxima Cumbre de la Unión Africana, en enero de 2018 en Addis Abeba, una propuesta concreta destinada a “desarrollar una verdadera Agenda Africana sobre Migración”.
Como es su costumbre, el Rey Mohamed Vi aportó precisiones a su futura propuesta cuando destaco la existencia de cuatro mitos que debían ser superados:
· “La migración africana no es predominantemente intercontinental. Es ante todo Inter africana. De cada cinco africanos que salen, cuatro permanecen en África.
· La migración irregular no es mayoritariamente: representa únicamente el 20% de la migración internacional.
· La migración no empobrece a los países de acogida: el 85% de las ganancias de los migrantes permanecen en los países de acogida.
· No hay distinción entre países de emigración, de tránsito y de instalación.”
Mohamed VI precisó que una Agenda de este tipo “impone hablar con una misma y única voz africana” y actuar a nivel “nacional, regional, continental e internacional”.
En esta forma, “los países africanos asumirían sus responsabilidades en lo que se refiere a la garantía de los derechos y de la dignidad de los migrantes africanos sobre su suelo.”
Respondiendo a la exhortación y propuesta del Rey de Marruecos las Naciones Unidas, la Unión Africana y la Unión Europea acordaron crear un grupo conjunto de trabajo (task forcé) para “salvar y proteger vidas de migrantes y refugiados”, “acelerando el retorno voluntario asistido y el reasentamiento de los necesitados de protección.”