España vivía en una tensa tranquilidad desde los sucesos del 11 de marzo de 2004. En esa ocasión se produjeron diez explosiones casi simultáneamente en cuatro trenes de la denominada “red de cercanías” de Madrid, en horas punta de la mañana (entre las 7:36 y las 7:40) que produjeron 192 muertos y 2.057 heridos.
En esa ocasión la organización yihadista Al Qaeda se adjudicó el hecho en retaliación por la participación de España en la invasión a Irak.
Desde entonces, los cuerpos españoles de la ley detuvieron a numerosos terroristas yihadistas, desarticularon redes e impidieron numerosos atentados en la Península.
Esa tensa paz se rompió este jueves cuando dos atentados sumieron en el caos y el terror a la ciudad de Barcelona.
Los ataques perpetrados en Barcelona se produjeron en dos etapas. A las 16:50 horas se produjo un atropellamiento en La Rambla que dejó trece muertos y unos cien heridos.
Más tarde, a la 1.30 horas de la noche se produjo un intento de nuevo atropellamiento en el Paseo Marítimo de Cambrils (Tarragona) que al ser repelido por los Mossos d´Esquadra (la policía catalana) dejó el saldo de otras cinco personas (supuestamente terroristas) muertas.
EL ATENTADO EN LA RAMBLA
Una camioneta de alquiler Fiat, de color blanco, con matrícula 7086JWD, rentada a la empresa Telefurgo, en la localidad barcelonesa de Santa Perpetua de Mogoda, se lanzó a gran velocidad contra centenares de paseantes que se encontraban en ese momento en La Rambla.
El vehículo irrumpió en el carril central vedado al tránsito vehicular, recorriendo un tramo de quinientos metros y atropellando en su trayectoria a los paseantes en un proceso similar a los ocurridos en Berlín, Niza y Estocolmo. La inexistencia de pilotes en el paso de peatones facilitó que la furgoneta pudiera subir a la calzada central del bulevar barcelonés.
Finalmente, el vehículo se detuvo a la altura del teatro del Liceu. El conductor descendió del vehículo y aprovechando el caos que había generado se dio a la fuga sin ser detenido ni perseguido. Escapó primero a pie y luego tomó el metro en la estación Liceu.
El ataque dejó decenas de cuerpos esparcidos por La Rambla y provocó escenas de pánico entre los muchos paseantes que aprovechaban el sol del verano barcelonés.
El saldo del ataque fue de 13 muertos (siete de ellos extranjeros: tres alemanes, un belga, un irlandés y dos británicos) y más de cien heridos (de 24 nacionalidades distintas), quince de los cuales están sumamente graves.
ATAQUE AL PASEO MARÍTIMO
Sobre los sucesos ocurridos en Cambrils hay menos información. Al parecer miembros del cuerpo policial barcelonés, los Mossos d´Esquadra abatieron a cinco presuntos terroristas y detuvieron a un sexto. Los muertos portaban falsos cinturones de explosivos, no obstante, las autoridades españolas suponen que se disponían a realizar un nuevo ataque, pero por el momento, la información no ha sido ampliada ni debidamente confirmada.
EL ESTADO ISLAMICO PRESENTE
La organización yihadista conocida como ISIS (por sus siglas en inglés) o Estado Islámico se adjudicó los ataques que atribuyó a la acción de los “soldados del Califato”.
Los atentados conmocionaron a toda Europa. Desde hace meses los servicios de inteligencia europeos esperaban un atentado del ISIS en la región.
Los expertos pensaban que el Estado Islámico buscaría compensar con un ataque exitoso en Europa sus recientes reveses en Siria, Irak y Libia, mostrando que conserva toda su vigencia como organización.
Por otra parte, temían que, al reducirse el territorio bajo control del ISIS, retornarían a sus países de origen muchos de los voluntarios europeos que, tras radicalizarse, habían marchado a Medio Oriente para luchar en las filas del grupo yihadista.
Más de doscientos ciudadanos y residentes españoles habrían seguido este rumbo. Entre ellos, Mohamed Hamduch, Kokito, el matarife yihadista de Castillejos, localidad próxima a Ceuta, muerto en 2015, en Siria, combatiendo en las filas del Estado Islámico.
Una treintena de ex combatientes yihadistas retornaron a España en los últimos meses sin romper sus lazos con el grupo terrorista.
Por último, las características que asumen la mayoría de estos atentados dificultan su prevención. Son llevados a cabo por uno (lobo solitario) o un grupo reducido de terroristas, en ocasiones sin un vínculo directo con ninguna organización, sin armas ni logística, sino aprovechando medios alternativos: un vehículo, garrafas de gas e incluso armas blancas, pero de gran efectividad.
Lamentablemente, hoy fue el turno de Barcelona, mañana puede ser cualquier otra ciudad europea hasta que el monstruo del terrorismo yihadista sea totalmente erradicado.